-Oh, ya bajaron ,me alegra -ambos entramos al comedor y nos sentamos, Eduardo no se veía nada contento realmente, aunque bueno, ni yo estaría contento si le contasen todas las estupideces que hacía por mi crush, a mi crush, no eres su crush, ahora son novios, no va al caso cerebro.
-muchas gracias -digo al sentarme, pues mi mamá me educó con modales. Hubo un silencio, yo estaba muriendo de curiosidad por lo que iba a contar DIxon.
-No hay de que, siempre para servir.
Comimos en silencio, cuando veo que Eduardo se estaba removiendo en su silla y se veía que iba a pararse yo le dedico una intensa mirada.
-Tu no vas a evitar que escuche esas historias, así que -me volteo a ver a Dixon -si no es mucho pedir, ¿podría comenzar?
-Ya había tardado mucho -él sonríe, veo a Eduardo tensar la mandíbula -creo que debo empezar por el principio, el día en que se conocieron, el día anterior el señorito llegó preguntando como hacer amigos y como impresionar a alguien, supuse que era normal, su primer día de clases en un nuevo colegio sería mañana, seguro querría hacer amigos, mi sorpresa cuando una semana después le escucho hablar de un compañerito de la escuela que no quería ser su amigo, se le veía muy molesto, y las ayudantes de limpieza no sabían ya que hacer, así que lo saqué a pasear por el bosque para hablar con él, me habló de ti, las semanas iban pasando y el señorito seguía con aquel compañerito, mi sorpresa fue cuando en la carta para santa Claus había puesto que quería a su compañero Liam como regalo de navidad, me sorprendió, aunque me dio algo de ternura, y ya se podrá imaginar su reacción cuando no lo encontró al día siguiente en el árbol, creí que luego de primaria se olvidaría de usted, aún más cuando se fueron de la ciudad, lo vi más aireado , dejó de mencionarlo luego de un tiempo, así que me imaginé que ya había pasado ese "capricho" por usted, pero no fue así, pocas veces lo escuchaba hablar de ese famoso Liam con sus amigos, o bueno, solo planes para molestarle, le dije que no debía hacer eso, pero supe que solo quería su atención, después trajo a la otra señorita y estuvo viniendo por un largo tiempo, a sus padres le caía muy bien, pero yo veía que muy poco la soportaba, si me deja opinar, luego, lo escuché borracho la otra noche, escuché algún que otro golpe y cosas cayéndose, y luego, molestia, mucha molestia, pero después solo se le veía podría decirse "feliz", debo decir que si he conversado este tema con mi esposa y ella opina que- Eduardo se aclara la voz
-No creo que sea necesario decir eso Dixon -sus ojos eran de advertencia.
-Bien, si así lo desea, una disculpa.
-¿Ya acabaron? -dijo con fastidio.
-Voy a contar algo, el señor Miller le ha escrito muchas cartas -eso hizo que me ruborizara -me pidió que las quemara, lamentablemente -dijo con pena -pero fueron cartas muy bonitas, realmente, les deseo muchos éxitos, sé que no es alguien fácil de tratar, lo sé mejor que nadie -me sonrió- con su permiso, me retiro, le contaré más historias en otra oportunidad -hago una inclinación con mi cabeza a modo de despedida, él se levanta y sale, Eduardo no dijo nada y yo tampoco.
-¿Contento? -dijo después de un tiempo, yo me volteé a verlo.
-¿Qué es lo que la esposa de Dixon opina?
-No te pienso decir Liam.
-Entonces... ¿te he gustado desde siempre? -digo sonriendo
-La pregunta me parece estúpida -no digo nada, solo lo miro serio con una ceja alzada -Si Brown, siempre me has gustado -dijo con fastidio.
-No fueron historias tan patéticas, la verdad.
-Si tu lo dices.
-Creo que entre tus signos también está acuario porque para expresar tus sentimientos eres pésimo.
-¿Acuario? -dijo extrañado.
-Sí -lo miro feo -son malos con los sentimientos, de ahí en más no tengo otra cosa en contra acerca de ellos.
No dice más nada, pero se me queda viendo, un par de minutos después noto como se levanta y camina hacia mi, lo miro con recelo y curiosidad.
-Ya que te gusta hablar de los signos, ¿no quieres que te haga ver las estrellas? -dijo cuando ya estaba bastante cerca de mi, yo alzo las cejas y sonrío ladino.
-Nunca me lo habían propuesto de esa manera -echo para atrás la silla, él extiende su mano, yo la tomo, me alza y me pega a él.
-Que te puedo decir, soy bastante creativo -yo me acerco a él para besarle.
-Entonces demuéstramelo -me cargó y subimos, aún besándonos, para su cuarto.
Mi último pensamiento racional fue "¿esas habrán sido todas las patéticas historias de un niño enamorado?"
//-¿Y te gustó?
-¿cómo no iba a gustarme? lo estaba haciendo contigo.
-lo sé, soy muy bueno -sonríe altanero.
-deja de alardear y bésame.
-si tú lo pides\\
Tal vez, si yo no lo hubiese probado, habría logrado escapar antes de que todo saliese de control...
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
A los que leen esta historia: pido perd0m por no haberla actualizado en tanto tiempo :c
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Absurda rivalidad
Fiksi Remaja2 chicos que siempre se llevaron mal ¿pero que terminaron queriéndose en secreto? ¿Cómo puede una conversación de medianoche sacar a relucir esos sentimientos escondidos tras esa absurda rivalidad? El destino dará tantas vueltas en esta pieza llamad...