One-shots. LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA

INSTINTO

PROFESOR
¡Camina!

Alícia, que camina con dificultad delante del Profesor, se frena y mira hacia atrás con los ojos vidriosos.

MARSELLA
Vamos con mucho retraso, Profesor.

PROFESOR
¡Ya lo sé!
No hace falta que me lo digas.

Grita enfadado. Adelanta a Alícia y la agarra bruscamente del brazo obligándola a seguir. Alícia lleva las manos atadas con una gruesa cuerda.

ALÍCIA
No puedo más.

Dice con un hilo de voz. Intenta frenar el acelerado paso del Profesor clavando los pies en el suelo, pero éste continúa tirando de ella.

PROFESOR
Te he dicho que no quería oír ni una sola queja.

Réplica entre dientes con rabia. El Profesor lleva un tiro en el brazo derecho, una brecha en la ceja izquierda y múltiples arañazos por la cara.

De lejos, se oyen las sirenas de la policía. Han dejado el estanque atrás, es de noche. Caminan prácticamente a oscuras por un viejo cauce en desuso, ya invadido por las malas hierbas. Marsella va el primero guiándolos como puede. El equipo de los GEO anda a escasos kilómetros de ellos, cualquier paso en falso los pondría sobre aviso.

ALÍCIA
Me rindo...

Murmura. El Profesor, sorprendido, se frena de repente y le suelta el brazo. Se gira lentamente hacia ella con gesto enfadado.

PROFESOR
¿¡Qué!?

Marsella se lleva las manos a la cabeza.

ALÍCIA
Déjame aquí, por favor.

PROFESOR
Creo que no has entendido nada, Alícia.

ALÍCIA
Por favor, te ruego que me dejes aquí.
No diré nada.
Te lo juro.

Las lágrimas brotan por su rostro. El Profesor se frota la cara, desesperado.

PROFESOR
No tienes ninguna opción, no puedes elegir.¿¡Estamos!?

Vuelve a agarrarla del brazo, Alícia se tira al suelo y se queda sentada haciendo la mayor fuerza posible por detenerlo.

ALÍCIA
¡No!

MARSELLA
Profesor...

El Profesor trata de levantarla, pero Alícia se resiste.

PROFESOR
¡Cállate, Marsella!

Cada vez está más nervioso. Alícia se lleva las manos a la cara y llora.

ALÍCIA
Déjame volver a por ella, por favor.

Le ruega juntando las manos, sin dejar de llorar. El Profesor niega con la cabeza y deja de intentar levantarla.

PROFESOR
Lo sabía... sabía que esto iba a pasar.
No podemos volver, estará bien.

Alícia se lleva las manos al vientre, todavía abultado tras el parto. Lleva el vestido remangado y restos de sangre en las piernas. Cierra los ojos y se muerde el labio.