Una historia de amor y misterio, donde Tomas Thobar (Rusher King) y ________ (Angel) se encontrarán y atravesarán una ola de conflictos y sucesos que pondrán a prueba su confianza y amor que se tienen entre ellos dos.
PD: Esta historia tiene lengua...
Todo comenzó en un concierto, el arriba del escenario y yo abajo en la tribuna enamorada mirándolo...
*CATAMARCA – 2019*
-GRACIAS POR HABER VENIDO!!–alaba Rusher con el micrófono saludando a toda su gente.
Como loca empecé a gritar que lo amaba, era obvio que entre tanta gente él no me iba a ver, pero tan solo verlo sonriendo bastaba para mi. Al terminar el show, la salida era un caos, pues claro todos querían apurarse para ver al cantante favorito del momento, sentía empujones y gritos en el oído ensordecedores. Pero, lo vi una vez más, no estaba a 8 metros de distancia, estaba más cerca de él, más cerca de sentir su piel, más cerca de escuchar su voz...
Una vez más los gritos de las fans me sacaron del trance de la imaginación y se acumularon todos como locos a pedirle fotos y autógrafos, cada paso que daba era un paso torpe causante de la ola de gente que había.
Hasta que llegue...
Al piso.
Pues sí, había caído con las rodillas y si levantaba la mirada me iba a encontrar con sus ojos, que vergüenza pensé, me quede mirando unos segundos al piso con las palmas sujetando mi peso con la cara roja de la vergüenza. El ambiente se fue silenciando debido a tal situación vergonzosa.
Rusher se arrodilla frente a mí con una mano extendida para que la tome -¿Estas bien?–pregunta con preocupación.
Lo miro fascinada, sin poder creer que mi ídolo estaba frente a mí, a menos de 10 cm de distancia -¿Qué? –le digo embobada
El ríe –vamos levántate –y toma mi mano para levantarme –Ricky ayudala a subir al auto la llevaremos a su casa.
Y por segunda vez, pensé que era todo un sueño porque minutos después tenia a Rusher sentado al lado mío regalándome una sonrisa tímida.
Minutos después, gemí de dolor porque me dolía mucho la rodilla, seguro me había hecho un fuerte raspón.
-¿Me dejas ver? –pregunta, a lo que asiento con la cabeza. Levanta un poco mi pierna para ponérsela sobre su muslo- Espera, creo que tengo una curita por acá- revisa en su mochila y saca una curita.
-Esa curita ya estaba destinada para mí –le digo casualmente.
Él se ríe – ya está –y baja mi pierna delicadamente.
-Gracias –le digo- Sos muy lindo -¿eso lo dije o lo pensé?
-Lo dijiste –me devuelve la pregunta.
-BUENO, quise decir que sos muy bueno jajaja... si... -Si claro, y yo nací ayer. ¿De verdad no podía actuar menos disimulada? Ni para mentir sirvo. Nos reímos de mis tonterías y finalmente llegamos a mi dirección -Acá es mi casa jaja -El auto para y nos bajamos los dos.
-Bueno... pues espero que te recuperes y ten suerte –me saluda con un beso en la mejilla pero yo lo sorprendo con un abrazo, él se sorprende pero lo corresponde con una mano acariciando mi cabello.
-Hoy fue el mejor día de mi vida –le digo mientras cierro los ojos e inhalo la fragancia de su suéter- Gracias por todo. –me separo y le sonrío.
-Gracias a vos por apoyarme, ojala nos veamos devuelta –y se despide entrando al auto y agitando la mano despidiéndose.
Desde lejos veo como se aleja poco a poco, viendo la imagen del auto cada vez más chico, y más chico, y más chico... hasta desaparecer.
Estaba a punto de entrar a mi casa cuando me percato de que hay una cajita roja en el césped.
-¿Qué es esto? –me agacho y la agarro.
Veo que es un estuche de esos donde se ponen los anillos, lo abro y adentro había una frase:
"Un Ángel siempre abre vuelo"
-¿De quién será este estuche? –lo observe algo raro porque no tenía ningún contenido adentro. Entre a mi casa y guarde el estuche en el escritorio, Rusher posteó una foto que decía:
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Click Clack #GeneracionDorada
Le di MG y comente, Rusher le dio like a mi comentario.
