𝐆𝐢𝐯𝐞 𝐦𝐞 𝐰𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐭𝐨 𝐟𝐥𝐲 - (𝐑𝐮𝐬𝐡𝐞𝐫 𝐊𝐢𝐧𝐠)

Cap 12 - Y digo wow, no tiene sentido ¿que ha pasao?

-JAJAJAAAJAJJ dale Jorge, ya sabemos que vos abriste la puerta del mueble hoy a la noche –dice Natalia, la madre de Angel, mientras unta queso sobre la tostada.

-Te juro que no, yo solo me levante a comerme LA MILANGA QUE ME HABIA HECHO PARA MI –todo esto lo dice mirando a su hija que sonríe mientras muerde un pedazo de pan –pero, no, te juro, que nose, como se abrió –dice mirando la TV.

-Entonces, si vos no fuiste, ni Angel tampoco, ni Rusher, ni yo, ¿entonces quien fue? –todos miramos a Mimi, la gatita que le encantaba asustar abriendo cajones y puertas con total sutileza que nadie se daba cuenta. En ese momento, mimi abre la puerta del escritorio, SIN HACER NINGUN TIPO DE RUIDO, y se va meneando la cola. Nos miramos sorprendidos y nos reimos. Que familia loca. Eso me agradaba.

Narra Angel:

-Mañana ya es el último día –digo mientras me tiro a la cama y oculto mi cara entre mis brazos. Suspiro fuertemente.

-¿Y porque no nos quedamos un poco más de tiempo? –dice Rusher mientras me soba la espalda y se sienta en la orilla de la cama. –A mí me encantaría quedarme un par de días más con tu familia.

-¿Enserio? Yo creí... que ya no los aguantabas por ser muy inmaduros e infantiles –me siento en la cama mirándolo.

-¿Posta? Naa, los días que me quede acá me sentí muy cómodo, además... me hace muy feliz verte con tu familia –me acaricia suavemente la mejilla con su mano, yo cierro los ojos por inercia.

-Bueno... a mí me alegra que te alegres –rio y me paro de la cama. –Entonces, les voy a decir a mis padres que nos vamos a quedar un par de días más, ¿sí? Ya vengo, no me tardo –y bajo las escaleras alegre yéndole a contar el notición a mis padres, se iban a poner muy felices.

Narra Rusher:

Ángel se había ido de la habitación como hace 5 minutos, me pare de la cama y estire mi cuerpo. Di un reojo panorámico a su cuarto, era muy... ella. Recorrí con los dedos el retrato que se posicionaba sobre el mueble. Era una foto con su madre y su padre, ella estaba sonriendo y haciendo una mueca traviesa entre medio. Me reí, ¿siempre fue así de loca? Mi vista se deslizó a un cuaderno emplumado, decido si abrirlo o no, abro a medias y la cierro enseguida, debía respetar su espacio privado, de este cuaderno se me cae una foto mía y se va por debajo del mueble.

-Mierda –enciendo la linterna del celular y rebusco por debajo. Abro los ojos sorprendido de la cantidad de objetos que yacían debajo de este. Visualizo como un cajoncito con detalles amarillos color oro reluce por la luz de la linterna. Estiro mi mano para alcanzar la fotografía y la cajita. Reposo la foto sobre el mueble y procedo a descubrir el interior de la cajita reluciente. La abro y noto que hay una frase y unas iniciales en la contratapa.

"Aunque este en el cielo" –susurro en voz baja – C. I. Flores (Catalina Isabella) Flores –fruncí el ceño extrañado, empujo mi anillo del dedo hacia afuera para comparar el tipo de fuente y tamaño de la letra. Las pupilas se dilataron de la sorpresa. –Aunque este en el...cielo, un ángel siempre abre vuelo -Efectivamente, era el cajoncito que mi madre me había querido dar después de su fallecimiento. Las lágrimas se deslizaban sobre mis mejillas. ¿Por qué Ángel? ¿Por qué de todas las personas que existen tenías que ser vos?

Narra Ángel:

Mis padres estaban contentos, iban a preparar un almuerzo rico para celebrar, subo las escaleras y me encuentro a Rusher sentado en el piso frío respaldado contra mi cama, sosteniendo en una mano el cajoncito que me había encontrado hace años y en la otra mano su anillo. Me mira fugazmente sin pestañear. Se levanta brusco del piso y se dirige hacia mí con completo enojo. Choco contra la pared y el levanta su mano con el cajoncito y el anillo que siempre llevaba dentro de él. Dirijo mi mirada desconcertada y leo la frase que lógicamente se formaba. "Aunque este en el cielo, un Ángel siempre abre vuelo" La frase que creía incompleta hace años, por fin, cobraba sentido. Pero, seguía sin entender, como es que... llegamos a este punto.

-¿Me queres explicar –golpea su palma contra la pared mientras me mira fijamente –esto?

-¿Qué? No entiendo... de lo que me hablas –lo miro sin entender. Él tenía los ojos cristalizados. –Rusher por favor explícame que pasa, porque no te comprendo... –Su mirada se desvía hacia el piso, lo agarro del mentón para que me mire pero él me lo saca de un manotazo.

-Me voy –Baja las escaleras con velocidad.

-Rushercito, ¿te gusta el asadito? –le habla mi mama desde la cocina –mira la ensalada que estoy preparando, te vas a chupar los dedos –sale de la cocina con el bowl en mano y se asombra de la apariencia de este.

Lo sigo para poder alcanzarlo y hablar con él, lo agarro de la muñeca deteniéndolo –Eu, ¿Qué te pas... -no me deja terminar porque se voltea y una vez más se suelta de mi agarre.

-¿Queres saber qué pasa? Esto –levanta el cajoncito –era un regalo que mi madre iba a entregármelo cuando muriera. Y justo, dio la casualidad de que el collar es de oro, un material muy valioso que valdría mucha plata empeñándolo, ¿no te parece? –abre el cajoncito, y me muestra el interior, estaba el anillo dentro, solo faltaba el collar. - ¿A dónde mierda está?

-Yo... -¿Qué iba a contestar?

-Basta, no sigas... ya me quedó todo claro –cierra el contenido, detiene un taxi y huye rápidamente hacia el aeropuerto.

Corro detrás de él tratando de alcanzar al chofer para que se detenga, pero fracaso en el intento.