𝐆𝐢𝐯𝐞 𝐦𝐞 𝐰𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐭𝐨 𝐟𝐥𝐲 - (𝐑𝐮𝐬𝐡𝐞𝐫 𝐊𝐢𝐧𝐠)

Cap 22 - Dudas

~23 de noviembre, 2019 - Catamarca~

Narra Rusher:

Mi madre, mi madrina y mis primos se mudaron a Catamarca, dijeron que era por una oferta de trabajo grandiosa, que buena noticia, me alegraba escuchar eso de parte de mi mamá, siempre se la banco sola y me apoyo en todo lo que necesitaba, asique, hoy, yo iba a devolverle ese favor, que iba a perdurar toda la vida.

Por desgracia, ahora está en un hospital. Me dijo que tenía una enfermedad crónica leve y que los doctores dicen que no es muy grave. Suspire, que bueno, si ella no está en esta vida, yo tampoco. Con mis fachas desaliñadas entre por la puerta principal del hospital. Los doctores me miraban raro, ¿Cómo no? Si traía el pelo desordenado y el pijama abajo, escucho una risa proveniente de María, me acerco y la saludo, le ayudo a sostener la bandeja de comida y juntos nos dirigimos a la habitación.

Su cama estaba vacía, no había nadie en el interior del cuarto, salvo un gran poster con mi cara. Me sonroje y sonreí, que vergüenza.

-Mm, ¿dónde está? – le pregunto a María.

-Detrás de ti –me dice. Al ver a mi madre en bata pego un saltito y me rio, se veía graciosa y tierna quiero abrazarla pero ella se va directamente a la camilla.

-¿Madre? ¿Qué pasa? –me acomodo en una sillita y me acerco a ella.

-¿Todavía lo preguntas? Ayer dijiste que ibas a venir a visitarme y no viniste –me mira con enojo- Me quede como una estúpida esperándote –se cruza de brazos y mira hacia la ventana. La cague, de verdad, la cague.

-Viejitaaa, perdonameee –me acerco y la abrazo atrayéndola a mi pecho- unos extraterrestres me obligaron a beber e ir de joda con ellos –le digo. Ella sonríe un poco aun ignorándome.

-Pudiste haberte negado –me dice con seriedad. Bajo la cabeza y le hago un pucherito para que me perdone. Mi madre me mira con calidez–La próxima no te lo perdono- y me pellizca la barriga, me retorcijo del dolor bromeando y luego nos reímos. Le empiezo a hacer cosquillas y el cuarto se llena de risas.

Caminamos por un parque lleno de flores, era hermoso, mi madre se sentó en la silla de ruedas, ya que su enfermedad le hacía perder energía.

-Oficialmente, te puedo llamar Transformer–le digo. Ella me mira curiosa, y luego se ríe, me dice un par de puteadas y luego seguimos hablando de la vida.

-¿Y cómo te va con tus proyectos? Veo que tenes muchas seguidoras –me dice. Claro que tenía seguidores, sin embargo, el apoyo de mi madre era todo lo que necesitaba para lograr mis metas.

-Pues, mejor que antes me va, cuando hago shows y me subo al escenario, no puedo evitar emocionarme por la multitud que grita por mí y agradecer a los que me siguen. Nunca creí llegar tan lejos –paro de empujar la silla y mi madre me mira sonriendo –y todo es gracias a vos que siempre estuviste para mi apoyándome en todo –me saco una medalla de oro que me gane en una batalla de freestyle –Mira, lo gane para vos –se lo coloco sobre el cuello y ella lo mira emocionada. Me pongo en cuclillas frente a mi madre y ella me mira con una sonrisa

-Hijo, todo lo que haga latir tu corazón, hace latir el mío. Eso nunca lo olvides –me dice y luego me abraza.

-Madre, me vas a dejar sin oxígeno –sus brazos rodeaban mi cuello con fuerza casi interrumpiendo el paso del aire. Se aparta y luego se limpia unas lágrimas. Me rio, amaba su lado sensible y emocional, era lo que la hacía ella, mi madre.

~Mediados de Diciembre~

Debía viajar a Catamarca para poder estar lo que restaba del mes, al lado de mi familia.

Toc toc

-Eyy, que alegría verte por acá pasá pasá. Tu mama está en su habitación descansando. –Me dice Maria acomodando mis valijas a un lado de la puerta.

-¿Durmiendo? ¿No se cansa de descansar tanto? –me impresionaba saber que desde que la visito siempre estaba en cama, siendo ella, tan enérgica. Toco a la puerta y escucho un "entra"

-Maaa, levántate de la cama vamos a organizar algo –me siento a su lado.

-No hijo, no tengo ánimos, el doctor me recomienda reposo –me dice mientras sostiene un pañuelo en su mano.

-Pensé que era leve... -le digo. ¿Cómo puede ser que todavía no se haya curado?

-Si hijo... yo también lo pensé, pero, bueno que se le va hacer. ¿Queres ver pelis? –me pregunta. Se levanta de la cama y camina hacia el baño.

-A naylon... -Observo como su almohada alberga un par de pelos suyos. Agarro y los miro extrañado. Nunca se le había caído tanto pelo. Me asuste por un momento, pero, luego la vi salir del baño con su cabello radiante como el sol.

-Ah... olvide sacarle la funda a la almohada donde durmió una amiga ayer. Tira esos pelos. –tiro los pelos a la basura y luego prendo la TV. Si no son de ella, no debería preocuparme. A la hora de la comida, nos sentamos todos en el comedor y llegaron mis primos. Entre risas y charlas, veía a mi madre con un color rosita en las mejillas y riendo a carcajadas, no debo preocuparme, ella es la misma de siempre.

-Y entonces me caí y la tarta cayó arriba de un viejo pelón JAJAJAJA –Lucas se ríe y nosotros nos tentamos seguido de él. –Debí haber grabado ese momento, porque después, viene una señora de unos 30 años a entregarle una servilleta y se cae arriba del pasto. Su cara dio con una montaña de excremento de caballo JAJAJAJAJAJA

-JAJAJAJJAJAJA noooo –Agustín escupe su jugo y se ríe a retorcijones.

-AJJAJAJAJ QUE ASCO –ríe mi madrina María

-JAAJAJJAAJJA no podesss primoo –le digo a Lucas.

-JAJAJAJAJAJAJA que maldad –Mi madre come un pedazo de ensalada, pero luego empieza a toser y se le hace imposible parar. Se levanta de la mesa con una servilleta en la boca y camina hacia el baño. Yo la sigo para comprobar que solo sea un atoramiento de la risa. Observo que empieza a toser su comida, y luego aparece un líquido rojo. Se arrodilla frente al retrete y luego termina con un escupido, cierra la tapa, se limpia con la servilleta y me mira sorprendida. Yo miraba toda esta escena boquiabierto detrás del marco de la puerta.

-¿E...estas bien? –le pregunto y me acerco a ella. Ella asiente y se sienta en una pequeña silla. María y mis primos también observaban esta escena desde el pasillo.

-Cata, ¿quieres que llame al Doctor Martínez? –agarra el teléfono de línea y se pone a marcar unos números.

Luego, partimos hacia el hospital, yo miraba la ventana del auto con preocupación, ¿y si tiene algo más que una enfermedad? ¿y si le pasa algo? ¿y si necesita que la internen en el hospital? ¿y qué tal si le hacen una cirugía?

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Pobre Rusher, no sabe nada de la madre... 

¿ustedes prefieren la verdad o la mentira?

Nos vemos en el próximo capitulo <3