Cap 26 - FINAL

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Narra Rusher:

Mientras tanto, yo estaba haciendo fila para el helado. De pronto, se me acerca una niña a pedirme una foto, yo se la acepto con gusto, pero luego, se me abalanza un grupo de personas queriendo que firme algún papel y sacarme fotos con cada uno de ellos.

-De a uno, por favor, no se amontonen –me saco una foto con un chico y luego se va. Y así pasan cinco personas más, eran como veinte alrededor mío, no lograba ver si mi madre seguía ahí. De pronto veo como se levanta tosiendo bruscamente, se pone una mano en el pecho y se inclina hacia el césped, como queriendo liberar algo dentro de ella.

Narra Catalina:

No puedo respirar. Inhalo pero el oxígeno no logra entrar, se me cierra la garganta, intento toser para destapar la garganta, pero no cede, empiezo a golpear mi pecho, ayuda... que alguien me ayude... empiezo a llorar del miedo. Hijo.... ¿Dónde estás? Rusher viene corriendo a mí, y antes de que pierda la estabilidad logra atraparme en sus brazos.

-Ma...mama ¿Qué pasa? QUE ALQUIEN LLAME A LA AMBULANCIA –un gentío de gente se acumula frente a nosotros, escucho como un alboroto. –Mama, quédate conmigo –siento una lagrima de Rusher en mi frente.

-Hijo, te amo... -le coloco mi mano en la mejilla y luego la dejo caer perdiendo por completo la conciencia.

Narra Rusher:

-No... NOOOO.... NO TE DESPIDAS –la meseo entre mis brazos –DESPERTATE.... Por favor.... –dejo que mis lágrimas se deslicen sobre mi cara. De repente, aparece una ambulancia y la ponen sobre una camilla. Una persona me toca el hombro, tenía mis cosas guardadas en el bolso, me subo a la ambulancia y nos fuimos a las corridas.

-1, 2, 3, 4...–el paramédico intenta reanimarla haciendo RCP pero no hay respuestas. -10,11, 12, 13... vamos... yo sé que estás ahí... -con una mano en su mano y mis ojos en el monitor de signo vital imaginaba lo peor.

Llegamos al hospital, llegamos a la sala de emergencia y rápidamente vienen los doctores a tratar de reanimarla y salvarla.

¿Dónde está mi celular? Empiezo a palpar los bolsillos, meto la mano en el bolso y de allí se cae un sobre. Me agacho y la agarro, lo abro y comienzo a leer.

-Es la letra de Mamá. –Procedo a abrirla, mientras mis ojos recorren las palabras de mi madre empiezo a dar pasos lentos y torpes chocando con el gentío siguiendo el recorrido de la camilla.

7 de Abril de 2020...

Al principio los días no eran fáciles, puesto que, tenía a mi hijo lejos de mis brazos y odiaba no saber nada de él, odiaba no tenerlo al lado mío, odiaba que no lo viera al llegar por la puerta, odiaba no ser una madre para él. Todo este tiempo, fue una mierda, la enfermedad fue debilitándome cada vez más y más, lo intente, hijo...te juro que lo intente pero, también soy humana, yo también me canso. Los tratamientos que me ofrecían los doctores no eran más que devastadores y destructivos para mí, cirugías tras cirugías, terapias tras terapias, fueron acabando conmigo hasta el punto de preguntarme, si seguir luchando o acabar de una vez con este sufrimiento. A pesar del apoyo de parte de María y mis sobrinos Lucas y Agustín, yo seguía sintiéndome vacía por dentro. Era como si el cáncer me estuviese consumiendo por dentro y ya no había soga de la cual agarrarme y salvarme de ese enorme vacío en mi alma. ¿Si me voy que pasaría? Evitaba tener que preguntarme eso, ¿La decisión que tome es lo mejor? ¿Para quién es mejor? ¿Para él o para mí? Esos pensamientos me venían todos los días a mi cabeza, el tener que ocultar este dolor que me estaba matando solo hacía que doliese más. Recuerdo que una vez me agarro neumonitis, no era tan grave, pero, Tomas mi hijo, se quedó todo el tiempo junto a mí, de niño siempre se preocupaba por mí, ya que, era muy propensa a sufrir por los cambios climáticos, más las alergias, y por culpa mía, se perdió una etapa escolar muy importante de su vida, tuvo que repetir 2 veces por estar cuidando de mí, entonces... ¿quiero esto para mi hijo? Claro que no, ¿quiero que triunfe en la vida sin preocupaciones? Claro que sí, siempre he querido lo mejor para él, a veces los hijos piensan que le deben todo a sus madres, por el contrario, yo agradezco haber tenido un hijo como el mío, le debo mi amor eterno, es por eso que, no puedo prometerle que voy a estar el resto de su vida, pero si, que voy amarlo el resto de la mía. Desde el comienzo en que latió su corazón, ame cada una de sus melodías bonitas. Si alguien me pregunta si me arrepiento de no haberle contado a mi hijo de mi Cáncer, le voy a responder que "No, no me arrepiento". No me arrepiento de contemplarlo arriba de un escenario mediante una pantalla de televisión, no me arrepiento de escuchar su voz alegre mediante un celular, no me arrepiento de ver su imagen mediante una videollamada, la verdad que no, no me arrepiento de verlo feliz. Rusher, tu alegría es mi alegría, tu corazón hace latir el mío.

Catalina Flores

Firma

Se me hizo un nudo en la garganta, lo que acababa de leer me tenía atónito, ¿pero qué? ¿Cáncer de pulmón avanzado? ¿Por qué no me lo dijo?

-Oye fíjate –grito furioso un señor al que acababa de empujar sin querer.

Unos últimos pasos y allí estaba. Un pitido continuo resonaba en el monitor de signos vitales (SMV). Tarde, llegué tarde. Con pasos inestables me acerco a la mano sin vida de mi madre muerta. Paralizado me quedo frente al cuerpo, me arrodillo, y mis lágrimas descienden de mi rostro acompañado de suplicas y lamentos.

-Hora de defunción: 17:53 p.m. –El doctor anota y se retira con los demás médicos.

-Noooooo –titubeo entre gritos –Vuelvee por favoor –suplico pero nada da resultado. Las enfermeras me separan de mi madre y me dan un calmante. Acto seguido, marcan el número de mi madrina y la llaman.

Abandono el lugar con la carta en mis manos. Inclino mi cabeza hacia el cielo, unas gotas caen sobre mi rostro. Mis pasos se aceleran cada vez más y más rápido. La lluvia se intensifica.

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH –Corro lo más rápido que puedo. Lo único que puedo hacer ahora es correr.

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Ángel se despide de la lápida con un beso en ella y se retira hacia la salida. Las hojas correteaban sobre todo el lugar. Ladeo una sonrisa. Me arrodillo frente a la foto de mi madre.

-Madre, ya encontré a mi Ángel, ya puedes descansar en paz –acaricio por última vez la lápida y la beso, una lagrima cae sobre ella. Abandono el lugar con una sonrisa y a paso avanzado. Corro hacia mi chica, la alzo por la cintura por sobre mis hombros haciendo que su cabello vuele junto a las hojas otoñales.

Y entonces, lo entendí

Aunque mi vida a veces sea nublada, oscura, o incluso tormentosa.

Siempre habrá algunas estrellas que brillen para mí, un sol que alumbre mi oscuridad y una Luna llena que vacíe todos mis miedos e inseguridades.

Siempre, habrá un Ángel que abra vuelo.

~The End

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Espero que les haya gustado <3

Una foto de tiasher <3 nsisnwiz

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𝐆𝐢𝐯𝐞 𝐦𝐞 𝐰𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐭𝐨 𝐟𝐥𝐲 - (𝐑𝐮𝐬𝐡𝐞𝐫 𝐊𝐢𝐧𝐠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora