𝐆𝐢𝐯𝐞 𝐦𝐞 𝐰𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐭𝐨 𝐟𝐥𝐲 - (𝐑𝐮𝐬𝐡𝐞𝐫 𝐊𝐢𝐧𝐠)

Cap 23 - La suerte de tenerte conmigo

Mi primo me saca del trance acariciando mi hombro con su mano, brindándome apoyo. Entramos a una habitación, era la misma que tenía cuando la visite el mes pasado. Un hombre con bata blanca ingresa al cuarto, se coloca el estetoscopio y empieza a revisar a mi madre. Le hacen unos estudios y luego se retiran junto a una enfermera.

-Mama... ¿Cómo te sentís? –le pregunto sentándome en una sillita al lado.

-Bien hijo, no te preocupes, seguro el doctor nos deja volver a casa y luego veremos películas como te lo había prometido. –me dice. Ella juraba estar bien, pero yo la veía un poco pálida y los ojos cansados, me estaba mintiendo, y lo peor de todo, es que yo como estúpido le creía. A los 30 minutos, vuelve el doctor con la enfermera.

-Señorita Catalina, necesito hablar con usted y con María unos momentos a solas –dice. La enfermera me acompaña al pasillo, junto con mis primos nos vamos a las sillas y nos acomodamos ahí.

-¿Qué me está ocultando mi madre? –digo tirándome de los pelos.

-Primo, tranquilo, no es nada, nuestra mama nos dijo que Cata estaba mejor y que no faltaba mucho para que se recupere totalmente. –me dice Agustín.

-Si... aparte acá en Catamarca hay buenos doctores que saben lo que hacen, no hay de que preocuparse –Lucas pone una mano sobre mi espalda y la mueve con suavidad en círculos.

-NO, YO SE QUE ALGO ME OCULTA Y NO QUIERE QUE LO SEPA –me levanto decidido a interrumpir la charla del doctor con mi madre. Abro a penitas la puerta y me recargo en la pared escuchando la conversación.

-Pero, doctor... usted me dijo que me iba a curar... que mi enfermedad no era tan grave en este momento... –se dirige mi madre hacia el médico.

-Eso creímos, pero le hicimos las pruebas correspondientes y afirman que el proceso de tratamiento debe alargarse un tiempo más –le responde.

-¿Cuánto, doctor? ¿Cuánto tiempo va a tener que seguir aguantando este martirio? –le dice María abrazando a mi madre.

-Por el momento, no tengo definido el tiempo. Solo quería avisarle, que a partir de mañana volverá a la camilla del hospital, lo siento. Que tenga buenas noches –El doctor se asombra al verme parado al frente de la puerta, se despide y se va.

-Mama... ¿Qué pasa? ¿Qué te dijo el doctor? –le pregunto.

-Nada grave, hijito. Parece que voy a estar un tiempito más recuperándome de esta enfermedad y mañana tengo que volver a esta habitación. –mira cabizbajo y la rodeo con mis brazos.

-Entonces, supongo que me quedare viendo una película contigo. –le beso la coronilla de la cabeza.

-No hijo... vuelve con María y tus primos, acá no hay cama ni sillón –me dice con pena.

-Por eso no te preocupes duermo en una silla y luego me vuelvo a casa a descansar bien. Pero ahora quiero quedarme haciéndote compañía, y no voy a aceptar un no como respuesta. –le digo.

María y mis primos nos despiden y se regresan a la casa. Mientras tanto, yo y mi madre nos acomodamos en la camilla y reproducimos la película. Yo me acuesto en sus piernas tapado con mi campera y ella se recuesta sobre el respaldo de la cama. Cierro los ojos, y al rato siento unos dedos enredándose en mi cabello. Caigo profundamente en un sueño.

Me quede hasta Diciembre, y luego me fui a Santiago del Estero donde continuaría mis estudios de carrera musical. Pasaron los meses, y llamaba a mi madre de vez en cuando para preguntarle como estaba, y aparentaba estar mejorando, ya que, durábamos mucho tiempo charlando y nos reíamos de las adversidades. Me alegre verla animada por lo que no era necesario viajar de urgencia. Asique, solo seguimos así hasta finales de Marzo.

~30 de marzo, 2020 - Santiago del Estero~

Recibo una llamada.

Se escucha una tos y una voz ronca –Hijo, ¿me pasas tu dirección? Tengo que enviarte un regalo del Tío Luis. –me dice mi madre. Le paso mi domicilio y después de 1 hora escucho el timbre.

-¿Vos pediste algo, liki? –le pregunto a mi gato likitillah y responde con un maullido. Camino hacia la puerta y la abro. Mis ojos se enchinan de una sonrisa y recibo a mi madre con un grande abrazo.

-¿Tío Luis? ¿De enserio? El Tío Luis se murió hace 15 años mama JAJAJAJA –ella se ríe y la ayudo con las valijas. Le invito un té y empezamos a charlar. Me contó que había mejorado y que ahora los síntomas ya no eran tan graves, por eso, decidió venir y darme una sorpresa.

-¿En serio? –le digo emocionado- ¡¡Que buena noticiaaa!!! ¿entonces podemos salir a caminar, comer, ver películas y esas cosas? –le pregunto. Esta noticia era la mejor que me habían dado en toda mi vida. Por fin, todo había vuelto a la normalidad, sentía que ella había regresado, la verdadera ella... no esa mujer sin ánimos postrada en la cama, o la mujer que tocia para no ahogarse o la que escupía sangre. Se veía reluciente y bien vestida, sin esa bata fea de hospital.

-Bueno, entonces, ¿Qué esperamos? Vamos a salir a pasear que hace mucho no salimos. Tengo auto, asique podemos ir al cine, como en los viejos tiempos... -agarro las llaves y abrazo a mi madre por los hombros.

Vimos una película, comimos pochoclos y hamburguesa. Le compre unos accesorios que le lucían muy bien. También, comimos helado y luego patinamos sobre hielo. Ella parecía volar sobre la pista de hielo, yo, en cambio, parecía pisar cucarachas y solo lograba dar un paso cada 5 minutos. Ella se reía de mí, a lo que después se cae de culo y me comienzo a reír de ella. Pasamos un bonito día. El mejor de todos. Al otro día, nos quedamos en casa y jugamos juegos de mesa, vimos una maratón de Marvel Avengers y nos dormimos. Así, pasamos estos días maravillosos yendo y viniendo de un lugar para otro, divirtiéndonos y hablando, le conté sobre mis cosas y ella me contó sobre su vida allá en Catamarca. Yo la escuchaba atentamente, tanta concentración en mi carrera hacia olvidar lo más importante, estar con mi madre. Por lo que, la mayoría de preguntas las hacia yo y ella respondía divertidamente.

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Que buena noticia, ¿no? Catalina supero el cáncer <3

Nos vemos en el próximo capitulo <3