dieciocho.

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— ¿quién te trajo anoche? —la voz amenazante de mi hermana me saca de mi mood mañanero.

—Buenos días para ti también, hermana —le digo bajando las escaleras, tallándome los ojos.

Me siento en la mesa recibiendo todas las miradas encima mío.

— Menudito para la cruda —dice mi hermano en tono burlón.

— Está en la cocina, sírvete —dice mi mamá riendo.

Hago una mueca pero le hago caso a mamá. Me sirvo un plato y regreso a la mesa para poder comer agusto. Ángel sube las escaleras y mi mamá se pierde en el jardín por lo cuál Diana y yo quedamos solas en el comedor.

—No respondiste mi pregunta —arqueo la ceja y con la boca llena digo apenas audible:

—¿qué?

— ¿quién te trajo anoche, Nadia? —repite—. Y no mientas.

—Que te importa Diana, no te metas en mi vida —ruedo los ojos y sigo comiendo.

—Sé que era él, sé que era la camioneta de Bryan —dice por lo bajo pero la ignoro, quizá así deje de hablar de eso. Y después de lo que parece una eternidad, por fin guarda silencio. Gracias al cielo, sentía que mi cabeza estallaría.

El domingo promete ser un día tranquilo, como deberían ser todos los domingos. No es hasta que mi hermano empieza a gritar desde su cuarto de grabación y se escucha por toda la casa.

—Necesito salir de aquí —me quejo y salgo de mi cuarto. Bajo las escaleras y en el trascurso me encuentro con la persona que no espera volver a ver. Scarday.

—¿qué estás haciendo aquí? —preguntamos en cuanto nos vemos.

No sé que contestar, no esperaba que algún día pasara esto y Ángel debió advertirme que ella vendría temprano, para esconderme o algo.

—Yo estoy saliendo con Ángel —responde—, ¿y tú qué haces aquí?

— ¿Cómo que saliendo? —me limito a contestar.

—Así como lo escuchaste ¿qué haces tú aquí? —repite.

—Yo no te debo explicaciones a ti —guiño el ojo, tomo mis llaves y salgo de casa dejándola boquiabierta.

Camino hasta casa de Fátima y se queda sorprendida al verme ahí afuera. No dice nada pero me deja pasar.

—Bryan me besó anoche —le digo tirándome boca abajo en su cama.

—¿Qué? —Fátima se sienta a un lado mío.

—Anoche me llevó a casa y me confesó que le gusto pero que no sabe que hacer con todo lo que está pasando, sinceramente quiero seguir ahí pero tampoco quiero hacerme daño ni quiero hacerle daño a Diana.

—Creo que tienes muchas cosas en las cuales pensar —responde y yo asiento lentamente.

—Y luego me encontré a Scarlet en la casa. No supe que decirle

—¿Tu hermano no te dijo nada sobre que iría? — pregunta riendo.

—No y ya no quise subir a decirle nada porque estaba grabando y mejor preferí huir.

—Escapar nunca va solucionar tus problemas —ella sigue riendo.

—Ah, y también creo que Diana supo que Bryan me llevó anoche a casa porque dice que escuchó la camioneta —suelto lentamente el aire que contenía.

—Que vida tan complicada llevas —suelta a carcajadas.

—No sé que hacer en verdad —digo y no me queda más que reír.

Si estuviéramos juntos (Bryan SK, Fede Vigevani)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora