Si estuviéramos juntos (Bryan SK, Fede Vigevani)

veintiuno.

Estar con Fede me llenaba de mucha paz, era una persona muy simple que no tiene miedo a mostrarse como es realmente y la verdad era que nos estábamos convirtiendo en muy buenos amigos.

Un rato después de haber intentado hacer nuestra cena, vimos que ambos no funcionábamos para cocinar.

— Vamos a pedir delivery — Le dije a Fede rendida, él asintió lentamente sacando su teléfono del bolsillo delantero.

— Deberías ir a cambiarte — rió  entre dientes—, no creo que quieras comer así — dijo y hasta entonces me tome un segundo para observar mi ropa y darme cuenta estaba completamente manchada.

— Ya vuelvo, mientras pide la comida — camino hacia afuera de la cocina.

— ¿pero que pido? — interrumpe mi caminata, así que me giro para poder observarlo nuevamente.

— A esta altura, lo que sea es bueno — observo nuestro tiradero en la cocina y ambos soltamos una carcajada.

Me giro nuevamente para ahora si salir por completo de la cocina pero puedo sentir una mirada desde mi sala y en automático sé que es Bryan, así que lo observo y él esta ahí mirándome de reojo.

Es el ser menos discreto que conozco, pues algunos segundos después de que yo estuviera escaleras arriba, él aparece detrás de mi.

— ¿Qué haces aquí? — pregunto.

— Estoy buscando el baño —se excusa y en el segundo que lo dice, sabe que debió decir otra cosa.

— Hay un baño en la parte de abajo

— Lo sé — contesta resignado — Solo quería venir a saludarte —lo observo arqueando una ceja.

—Diana está allá abajo —ignoro lo que me dijo—, y mi hermano está en algún lugar de la casa con Scarday, es peligroso que estés aquí sin ninguna razón.

—Si, entiendo —contesta cabizbajo y da media vuelta para volver a bajar las escaleras.

—Bryan, no —le tomo la mano—. No lo tomes a mal. Es sólo que es

— Peligroso —decimos al mismo tiempo—. Está bien —ríe—. Te mando mensaje en un rato.

Termina por decir, da media vuelta y sale del lugar dejándome atónita por su cambio de humor tan repentino.

Entro a mi habitación y opto por ponerme algo cómodo para poder pasar la noche. Cuando estoy lista, salgo de la habitación encontrándome a mi hermano saliendo de la suya.

— Pudiste avisarme que Scarday se quedaría en casa —digo como saludo y él cierra los ojos de inmediato.

—¿te la topaste? —asiento lentamente pero él no me ve pues aún tiene los ojos cerrados.

—Ajá, y no solo eso —contesto llamando la atención de mi hermano por lo cual tiene que abrir lo ojos, entonces hace una seña con la cabeza para que siga hablando—. Ya sabe que somos hermanos —suelto rápidamente.

— ¿cómo? —pregunta boquiabierto — ¿Cómo pasó? 

— Bryan y Diana estaban platicando sobre eso en el piso de abajo, ella estaba aquí y escuchó  —me encojo de hombros—. Estaba molesta porque no le contaste nada pero le dije que todo había sido mi idea, así que de nada.

—Pero si fue tu idea —él ríe.

—Lo sé —río con él.

—Estuve tan ocupado que olvidé mencionar que se quedaría —contesta a mi primera pregunta. Lo observo y sonrío.