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- ¡¿Qué está pasando?!

De un momento a otro todo el mundo de la cultivación despertó en medio de la oscuridad de una habitación con unas letras en blanco que dicen La vida del fundador de la cultivación demoníaca.

Ante este título no pudieron evitar murmurar y gritar estupefactos.

- ¡¿La vida del Patriarca Yilling?!

Gritaban todo el mundo mientras empezaba a crear sus hipótesis, la mayoría preguntándose si el Patriarca Yilling en realidad estaba vivo y planeó alguna clase de plan para aniquilarlos, sin saber que solo irritaban a cierto líder de secta temperamental que estuvo acariciando su anillo de manera constante desde hace un tiempo y a el prestigioso Hanguanjun que no iba a dejar que hablaran de esa manera de Wei Ying, el estaba por abrir la boca cuando escucharon un sonido y las letras desaparecieron para hacer una cuenta regresiva.

5...

4...

3...

2...

1...

Todo se oscurece y aparecen en una casa y hay 2 personas adelante de ellos, ante la vista de ellos Lan Qiren reconoció a su peor pesadilla y no puso evitar gritar sobresaltando a los demás.

- ¡Cangse Sanren!

Esa misma no parecía haberlo escuchado, tenía en manos a un niño de unos 5 años, inmediatamente supieron quien era, Wei Wuxian.

Ante la vista de todos era un niño adorable que tenía el encanto de su madre y padre no podían creer que se convertiría en un asesino a sangre fría.

- A-Ying vamos a salir, el posadero te va a cuidar mientras no estamos.

Cangse Sanren le habló a Wei Ying y ante sus palabras este puso una cara triste, ella solo le sonrió y le dijo acariciándole la cabeza.

- A-Ying recuerda que naciste con una sonrisa así que siempre sonríe y se amable con todos.

El niño ante sus palabras dio una sonrisa tan brillante como el sol.

Pobre madre es lo que pensaban todos, todas sus palabras fueron ignoradas y olvidadas por ese niño que deshonro sus enseñanzas de la peor manera.

Wei Changze sonríe gentilmente y habla por primera vez desde que inició esto.

- Adiós A-Ying.

Y le responde la animada voz el niño.

- ¡Adiós!

Pasaron días y semanas pero ellos no volvían, el posadero venía a robarle las cosas a los padres del niño hasta que no quedó nada y echó al niño de la posada a pesar de que el niño se negaba a dejar la posada porque quería esperar a sus padres así que el posadero harto de cuidar a ese niño lo golpeó y lo arrojó a la calle.

Jiang Cheng apretó los dientes en ira pero luego recordó que ese niño sería el causante de la muerte de toda su familia.

Lan Wangji también apretó la mandíbula y deseo estar ahí para darle una lección al imbécil que golpeó a Wei Ying chiquito.

Al niño se le acumularon lágrimas en los ojos pero se negó a llorar y así después de limpiarse las lagrimas decide buscar por sí solo a sus padres.

Wei Ying caminaba y caminaba por las calles perdido, decidió quedarse por la zona por si vuelven sus padres se para en seco tras escuchar un fuerte rugido de su estómago que le reclamaba comida para se entretuvo preguntándole a la gente si tenía comida y se dio cuenta de que la mayoría no le iba a dar algo si no les daba dinero, resignado quiso volver al punto de inicio, miró para todos lados y no supo dónde estaba, el se había perdido, entró en pánico y lo único que puso hacer fue llamar inútilmente a sus padres.

La vida del fundador del cultivo demoníacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora