29 de Junio

33 5 0
                                    

-Diana, Diana- me despierta Gonzalo mientras me zarandea con suavidad.
-¿Qué?- es lo único que logro decir.
-Mi padre quiere que nos veamos todos en la hoguera para hacer una caminata- me dice.
-Vale- le contesto. Al incorporarme pienso ¡¡no puede ser!! ¿Gonzalo me ha visto con esta cara de zombie? Me quiero morir. Me levanto lo más rápido que puedo y me voy corriendo al lavabo a lavarme la cara.
Cuando estamos todos en la hoguera Fernando nos dedica unas palabras alentadoras.
-Familia, hoy vamos a hacer una excursión pero no cualquiera, una de orientación, ver rastros y señales y saber interpretarlas- nos dice -para ello formaremos tres grupos de dos personas- prosigue - así que como están distribuidas las habitaciones haremos la orientación.
Este es uno de esos momentos en los que pienso que mi madre, Joana y Fernando están compinchados en contra mía.
-Oye compi de orientación ¿estás preparada?- me dice Gonzalo dedicándome una sonrisa de las suyas, matadoras.
-Si, estoy preparada, nací preparada para esto- ¿nací preparada para esto? Diana ¿qué otra gilipollez más te queda por decir?.
Ya hemos caminado una media hora y la verdad que no hemos hablado mucho hasta que...
-¿Y tu padre?- me pregunta
- Pues mi padre murió cuando Roni tenía dos años, fue muy duro para todos, tenía solo 35 años- le explico
-¿Y de qué murió?-al mirar mi cara de tristeza reacciona rápido -perdona esto... yo... no quería... -
-No, no pasa nada- le digo sonriendo- pues murió de un cáncer-
- Vaya lo siento muchísimo- me dice dulcemente.
-No pasa nada, ya lo tengo bastante asumido- le contesto.
El paseo es agradable y las vistas más, y me refiero a las del paisaje aunque las vistas hacia él no están mal.
-Así que, ¿psicología?- me pregunta para romper el hielo.
-Si, psicología, ya que tu no quieres ir a la universidad, ¿qué vas a ser?-
-Me gustaría ser grafitero profesional- me responde. ¿Qué? Será una broma.
-¿De verdad?- le pregunto extrañada.
-Si, ¿nunca te has llegado a emocionar con un dibujo?- me pregunta ansioso.
- Pues... La verdad que no - este tío es un poco raro.
De repente un "mierda" sale de su boca.
-¿Qué pasa?- le pregunto
-Nos hemos perdido- me contesta
-¿Estás de broma? No, no, no, esto no nos puede estar pasando, tengo vida sabes, sé que piensas que no, pero la tengo y me gustaría conservarla- le digo caminando de un lado a otro.
-Tranquilízate, no nos va a pasar nada- me dice.
-¿Qué me tranquilice? ¿Pero a ti que te pasa?- le espeto en toda la cara. Me tapo rápidamente la boca con las manos y le digo: -perdóname yo... lo siento no sé por qué he dicho eso-
Y no recibo respuesta.
Pasan las horas y ya es de noche, ¿nivel de nerviosismo? Ocho.
-Será mejor que nos quedemos esta noche aquí- propone.
-¿Qué?-
-Está claro que no van a venir a buscarnos.Es la situación perfecta para estar solos y mi madre lo estará celebrando ahora mismo- me dice. La verdad es que le entiendo perfectamente, la mía también lo estará celebrando.
Nos disponemos a hacer dos camas y no quedaron tan mal como me las esperaba.
-Oye gracias por tranquilizarme esta tarde si no, creo que hubiera prendido el bosque con mis andares alterados- le digo riéndome y se ríe.
- No pasa nada- me dice riendo.
De repente noto más calor y cada vez más y más cerca, ¿pero qué...? Sus labios se juntan con los míos. Voy notando como el calor me sube por las mejillas y se apodera de mi cuerpo. Es una sensación nueva para mí, ya había besado a chicos antes pero como Gonzalo ninguno. Nuestras bocas se mueven al unísono, y encajan perfectamente la una con la otra. Me agarra de la cintura para acercarme más a él y el calor sigue subiendo. Cuando despega los labios exhalo un suspiro.
-Buenas noches Diana- me dice con una sonrisa malévola pero muy... ¿sexy?.
-Buenas noches Gon- le respondo con el corazón a millones por hora.
Y así acaba el segundo día en esta intrepidante excursión y para mí, el mejor día de toda mi vida.

Una vida en sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora