21 de Septiembre

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Al despertarme y ver el reloj me he puesto de los nervios <<¡¡las ocho y media!!>> pero luego me acordé de que me habían expulsado tres días por el incidente con la zorra de Lina.
Me relajo y giro la cabeza hacia la izquierda. Que guapo está durmiendo, parece tan inocente.
-Buenos días preciosa- me dice percatandose de que le estoy mirando fijamente.
-Esto... buenos días...- me ha pillado por sorpresa y me da vergüenza pensar que ha podido darse cuenta de mi mirada de deseo.
Despega su espalda desnuda del colchón, me rodea con los brazos y me besa. Que buena manera de empezar un día, ojalá todos fueran así.
-¿Quieres desayunar?- me pregunta.
-Si claro-
-Vístete- ¿a dónde me va a llevar?
Termino de vestirme y él también está listo pero antes se echa su perfume que a mí tan loca me vuelve.
Bajamos hacia el coche y siento un frío que me entra desde la punta de los pies y me recorre todo el cuerpo.
-Toma nena- me dice ofreciéndome su chaqueta y la acepto.
Creo que ya puedo morirme tranquila.
Mientras viajamos en el coche no intercambiamos muchas palabras pero no me importa.
-Espero que te guste el sitio al que te he traído- me dice aparcando.
-Cómo no me va a gustar, ¿existe algo mejor que un Starbucks?- digo riéndome.
Entramos en el Starbucks, buscamos una mesa y nos sentamos.
-Hola chicos, ¿qué os apetece tomar?-
-Pues... un "caramel macciato", por favor y un gofre con chocolate- al oírme lo que acabo de pedir me siento como una gorda.
-Hum... suena muy bien, lo mismo para mí- le dice Gonzalo al camarero y este se retira.
Después de un momento nos traen lo que hemos podido y evito que se me caiga la baba. No tardamos mucho en comérnoslo del hambre que tenemos, pagamos y salimos.
-¿A dónde quieres ir ahora?- me dice.
-No se... ¿qué tenías pensado?-
-¡Aaa!, es sorpresa- cuando pone cara de ingenuo me embelesa.
Me dejo llevar por él y me subo al vehículo dejando el día en manos de Gonzalo, ¿desde cuándo dejo que alguien dirija mi día?
-Espero que nunca hayas estado- me dice, aunque es un poco imposible, me he recorrido Inglaterra miles de veces -es mi lugar favorito en todo el mundo-
Tardamos un poco más en llegar de lo que pensaba, pero cuando giramos en la última calle sé perfectamente a dónde vamos, a mi sitio favorito.
-"¡Voila!", aquí estamos, ¿a que es precioso?-
-Júrame que Nothing Hill es tu lugar favorito-
-Si, ¿por qué?-
-Porque es mi sitio favorito, siempre vengo aquí cuando estoy estresada, triste o simplemente cuando me aburro-
-Joder, ya lo conoces perfectamente entonces...- chasquea la lengua de una forma muy divertida y le doy un beso en la mejilla con una sonrisa en la cara. Él se queda sorprendido tras darle el beso y rápidamente busca mis labios. Me encanta que haga eso, que me busque.
-Oye Di, quédate aquí un momento- me dice Gonzalo mientras se aleja. Me intriga qué estará haciendo.
Al rato de estar alisándome mechón a mechón el pelo con los dedos, veo a Gonzalo.
¿Qué trae en la mano?
-Diana, estos días contigo me los he pasado de ensueño, ¿te gustaría que... bueno... lo nuestro...?- ¿qué escuchan mis oídos? ¡¿ Gonzalo quiere que sea su novia?!
-Si- no puedo contestar a otra cosa. Se le ilumina la cara y se le baja el color rojo de sus mejillas. Me entrega la rosa que lleva en la mano y me besa, es un beso corto pero con más sentimientos que ninguno.
-Te quiero- mi corazón acaba de parar de latir.
-Yo también te quiero Gon-
El resto del paseo lo pasamos agarrados de la mano y dándonos besos a cada paso que damos.
Mientras caminamos por una de las calles me empieza a sonar el teléfono.
-¿Si?- contesto.
-Diana, ¿cómo has pasado este día sin ir a la universidad?-
-Pues...- paso de contarle a Ethan lo que he hecho hoy -estar en casa y eso-
-Hoy Lina se sentó al lado mío-
-¿¡Qué!?-
-Si, es muy maja- ¿qué está diciendo? Mi silencio de incredulidad le hace seguir el hilo de la conversación -que era broma- suelta una carcajada al otro lado de la línea.
-No me digas esas cosas Ethan- que me haga bromas de ese tipo no me gusta.
-¿Hasta cuándo te dijeron que tienes que quedarte?-
-Dos días más-
-Que raro que la semana pasada si te dejaran asistir a clases pero esta no-
-Ya bueno... yo tampoco lo entiendo- quiero apagar ya el móvil y seguir hablando con Gonzalo -bueno Ethan tengo que colgar-
-Si, vale, adiós Diana- se despide y cuelgo.
-¿Quién era?- me pregunta Gonzalo.
-Era Ethan-
-Ah- su respuesta me ha desconcertado un poco.
-¿Qué pasa?-
-Es que no me gusta ese chico, desde que lo vi en tu cumpleaños supe que quería tener algo contigo y me ponía muy celoso- que me diga esas cosas me encanta porque sé que le gustaba desde hace tiempo.
-Pero estoy contigo, no te puedes poner celoso-
-Eres mía- cuando me dice eso siento un calor que me recorre por todo el cuerpo.
Cuando anochece nos vamos hacia el coche y me deja en mi casa.
-Buenas noches mi amor- me dice juntando su frente con la mía.
-Buenas noches- le digo poniéndome de puntillas para darle un suave y tierno beso de despedida.
Cuando entro por la puerta el interrogatorio de mi madre se queda corto en comparación con los de la policía.
-Mamá, que no pasó nada, solo dormimos y hoy fuimos a Nothing Hill-
-¿Y ya le puedo llamar yerno?- mi madre espera una contestación ansiosamente.
-Pues... si- se abalanza sobre mi y me abraza.
-¡Por fin mi hija tiene una vida!-
-¡Mamá!- me ha hecho mucha gracia lo que ha dicho porque es la realidad.
Subo a mi habitación, me pongo el pijama y me acuesto.
Este ha sido el día, con diferencia, mejor de mi vida, y no me hace falta soñar una vida perfecta con Gonzalo, porque ya ha empezado.

Una vida en sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora