22 de Junio

49 6 0
                                    

-Hija, levántate, te tengo una sorpresa- la voz de mi madre detrás de la puerta me despierta y al momento me incorporo.
-¿Y de qué se trata?- le pregunto.
-Joana me ha llamado, dice que dentro de una semana harán una acampada durante tres días en el monte, y le he dicho que iríamos-
-Ajá, vale- le digo somnolienta, pero cuando pienso detenidamente en lo que me ha dicho, Joana, acampada, monte... -Espera ¿¡Qué!?- le digo atropellada mientras abro la puerta de golpe.
-Pues eso que nos han invitado a ir de excursión con ellos y que he aceptado- dice con tono sereno.
-Pero mamá, que no, que... yo no... ¿Gonzalo?... ¿Yo?... que, que no mamá, que no - le digo con un nivel de nerviosismo 10, al que no había llegado desde hacía años.
-Diana será divertido y así tu y mi futuro yerno os conoceréis mejor- dice con una sonrisilla maligna.
-Venga por favor diles que no iremos- le digo a modo de súplica.
- Diana eso sería de muy mala educación-
-Vale- digo a regaña dientes -pero no te esperes que hable mucho con Gonzalo porque no me interesa lo más mínimo- miento otra vez
-Si ya... claro- me dice mi madre dándome un beso en la frente y alejándose de mi habitación.
Perfecto, justo lo que me faltaba quedarme con Gonzalo tres días de acampada en el monte, -me voy a morir- me digo a mí misma.
Inmediatamente llamo a Peatch para contarle las noticias matinales.
-¡Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte!- es lo único que consigue decir.
-Qué fuerte no, es una pésima idea- le contesto
-No seas idiota, espera un momento, ¿desde cuándo tu vida es más interesante que la mía?- me dice con una enorme carcajada al otro lado del teléfono.
-Ja, ja, ja, que graciosa- le digo poniendo los ojos en blanco - dime que hago- le suplico
-Nena lo único que tienes que hacer es disfrutar de él, y si el asunto se pone bien atacas- dice riéndose.
-Peatch no pienso "atacar"- le digo -que sepas que tus consejos no son muy buenos- le respondo riéndome.
-Sin mis consejos no tendrías vida recuerda- y ahí ella tiene toda la razón.
-Bueno me tengo que ir, adiós- le informo mandándole un beso.
-Adiós- responde y cuelga.
¿Cómo puede pensar que yo atacaría si el asunto se pusiera bien? ¿Atacaría? O lo que es peor ¿Pasará algo?

Una vida en sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora