Una vida en sueños

23 de Septiembre

Ya ha empezado mi último día como presidiaria. Mañana todo será como tiene que ser, iré a la universidad, terminaré a las dos, volveré a mi casa y me pondré a estudiar. Se parece mucho a la vida que he llevado, bueno..., siempre. No quiero volver a como era antes, aburrida y monótona. Ahora tengo novio y más amigos, pero sigue todo igual, ¿qué más tengo que cambiar para que se convierta totalmente diferente?
-¡Cielo!, ¡Peatch al teléfono!- me grita mi madre desde la parte baja de la casa.
<<Mierda>> han pasado tantas cosas que me he olvidado por completo de ella.
-Hola cariño, ¿cómo estás?- le pregunto sofocada tras haber recorrido toda la casa buscando el otro teléfono.
-Hola cariño, la verdad que estoy bien- sé que miente, la voz rasgada y su tono bajo me indican que lo está pasando peor que nunca - debes de haber estado muy ocupada estos días, ¿ha pasado algo interesante en el mundo D?- termina diciendo y no puedo evitar sacar una carcajada.
-Bueno..., no ha pasado nada muy interesante, ¡ah! Si, que soy la novia de Gonzalo- le digo restándole importancia.
-¡¿Qué?!, ¡Qué fuerte, qué fuerte!-
-Si, y...- al contarle todo esto a mi amiga, esos recuerdos tan indescriptibles se me repiten en la mente y se me retuerce el alma, definitivamente tengo que pedirle disculpas a Gon, bueno... y a Ethan.
-Bueno Di tengo que irme que me van a hacer unas pruebas, besos-
-Besos- llevamos como unas dos horas hablando y se me han pasado en tres minutos. Se me hace duro pensar en lo de Peatch y en lo mal que lo estará pasando. Comienzo a lastimarme por ella cuando...
-¿Si?-
-Hola Di- me dice la voz al otro lado del móvil.
-Hola Ethan- no era quien yo esperaba que me llamara, ¿cómo puede llamarme antes él que mi propio novio?.
-Di, perdona por lo de ayer de verdad es que al ver a Gonzalo ahí imponiéndose sobre ti...- cada vez que me llama Di me suena a rayos.
-¿Imponiéndose sobre mí?, él no se impuso sobre mí, solo que ya había quedado con él y tú seguías empeñado en cambiar los planes a todos- no me está gustando como se "disculpa" Ethan.
-Vale, perdona, pero es que Diana... yo... esto..., estoy enamorado de ti- no puedo pronunciar palabra solo cuelgo y lanzo el móvil a la mesa. ¿Cómo se atreve a decirme eso sabiendo que...? No, él no sabe lo mío con Gonzalo.
Después de volverme loca durante horas tocan a la puerta y bajo a abrir.
Por fin es el hombre que esperaba, el que me corta la respiración cada vez que me besa, el que me ha robado el corazón desde el primer día que lo vi, el que me ha enamorado. No hago otra cosa, me lanzo a sus brazos y este me estrecha con ellos hundiendo su cabeza en mi hombro.
-Di, lo siento de verdad, me comporté como un auténtico crío, no sé lo que me pasó, al ver a Ethan pues...-
-Gon- le interrumpo antes de que acabe su frase - no pasa nada, por una parte te entiendo porque Ethan se pasó de la raya diciendo eso, pero ya está pasado- ¿está pasado? No lo creo. Hace unas horas mi mejor amigo me ha declarado lo que siente hacia mí y mientras siga siendo así cuando él y Gonzalo se encuentren se lanzarán puñales el uno al otro.
-Ethan es tu amigo y no me gustaría que vuestra relación se fuera a la mierda por mis celos- no pienso contarle la confesión de Ethan de esta tarde porque se pondría de los nervios.
-Ya... bueno..., tampoco es para tanto- intento quitarle importancia -¿tienes hambre?- le pregunto para desviar el tema.
-No mucha, oye mi madre me ha dicho que si quieres puedes venir a cenar-
-Me encantaría pero mañana vuelvo a la universidad y prefiero dejarlo todo bien preparado, así que dale las gracias de mi parte-
-De acuerdo, bueno yo ya me tengo que ir-
-Vale adiós Gon-
-Adiós cariño- mmmm... ese "cariño" me ha llenado el estómago de mil y un tipos de mariposas. Me da un beso suave y delicado en los labios y se dirige a su casa.
Tardo, más o menos, tres horas en ordenar todo, desordenarlo y volverlo a ordenar por si acaso la primera vez lo haya hecho mal. Después me doy un baño, me pongo el pijama, que esta vez no es de caballitos, y me acuesto.
Mientras estoy mirando al techo pienso en qué hacer mañana con Ethan ¿hablo con él? ¿Paso completamente? ¿Ni lo miro? No sé lo que voy a hacer.