Todo Un Cubo De Rubik.

1. El inicio.

Sentada otra vez en clase de química solo viendo a la profesora hacer todos esos trazos a veces sin forma en el pizarrón.

Ya hacía un mes que habían empezado las clases y aun no me acostumbraba a estar rodeada de gente tan extraña para mí.

Hoy sólo pensaba en el momento en que por fin ese bendito timbre sonara dando así el final a esta clase, para poder salir al tan esperado descanso y continuar con ese libro que tanto me tenía intrigada. Pero para mi desgracia faltaban aun unos largos y eternos cuarenta y cinco minutos para eso.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, haciéndonos voltear a todos, en ella se encontraba un chico, un chico lindo a decir verdad, entro con su coqueta sonrisa pasándole un papel a la profesora, en donde supongo debería estar su nombre, ella se lo devolvió y le señalo una silla vacía para que se sentara, yo por estar concentrada viendo como caminaba y sonreía tan fresco como si no supiera que él era "El Nuevo", que ni me di cuenta que se dirigía justo al puesto vacío detrás de mí.

El solo se sentó y yo ya sudaba porque la verdad nunca había tenido tan cerca a un chico tan guapo y tan relajado como el, con esa sonrisa que a cualquiera mataría. Un toque en mi hombro me hizo aterrizar y así mismo voltearme y darme cuenta de quien se trataba, era el, mis ojos quedaron justo a la altura de los suyos, dándome así el gusto de verlos e impactarme por ese color nunca antes visto, eran como de un color verde pero de un verde hermoso, luego mis ojos bajaron hasta su boca que se movía percatándome que me estaba hablando, que algo me decía, lo que me hizo volver a la realidad.

- ...y entonces ¿qué dices?

-¿Perdón? Este... no te escuche... estaba pensando en ese terrible problema de química- mentiras... - ¿me decías?- el solo volvió a sonreír.

- te decía que si me podrías prestar tus apuntes, ya que he entrado un poco tarde a clases y no quiero pues... estar tan atrasado, ahhh y también me podrías mostrar el colegio, ya sabes, para no perderme y volver a llegar tarde a una clase, es un poco incómodo que todos te vean...- el seguía hablando y hablando y yo solo lo veía. No sé si parecía una idiota viéndolo hablar sin saber que decir.

- Bueno chicos esperó el trabajo en mi escritorio este miércoles a primera hora- mire hacia el frente del salón, ya que, comenzó a hablar otra vez la profesora... esperen... ¿de qué trabajo hablaba? Carambola... este año si repruebo química.

- ¿otro trabajo? ¡No! Ya mi cabeza no da más...- dije para mí misma mientras trataba de anotar todo ese reguero de letras del pizarrón.

-Yo te puedo ayudar- escuché decir detrás de mí, sabía muy bien quien me había hablado.- digo... si es que te dignas a responderme.

- ¿de qué me hablas?

- no te hagas... te escuche y la verdad es que soy muy bueno para la química, aunque pensándolo bien, soy bueno para todo- y apareció... siempre lo he pensado, nada es perfecto. Egocéntrico, nada más y nada menos.