6. recuerdo dificiles.

170 8 14
                                    

Saber y entender lo que Isaac me decía, estaba volviéndose una necesidad que debía saciar, sentía que debía ayudarlo, consolarlo, exigirle que me aclarara todas esas dudas que se paseaban por mi cabeza y que no me dejaban comprender por completo su actitud últimamente. En el momento en que pronunció esa corta expresión, pude notar de inmediato algo de dolor y de tristeza en él. Ahora que lo escuchaba así un poco vulnerable, de verdad sentía haberle hablado como lo hice.

-Perdón...-me raspe un poco la garganta, la sentía seca por el juego tan largo que acababa de tener y por el nudo que tenía en ella- a veces soy un poco difícil de tratar, esa es la única palabra que encuentro para definirme, difícil, en cuanto a mi forma de pensar, créeme que suelo serlo al máximo.

- De eso ya me había dado cuenta- me dijo con una pequeña sonrisa en su rostro que no alcanzaba a sus ojos.

- Pero dime, ¿De qué o de quien has estado huyendo? Perdona que te lo pregunte, sé que es algo que no tengo que saber, sin embargo me inquieta.

Él tomó aire, se acomodó un poco y pasó una mano por su cara.

- He estado huyendo de alguien por el que solo siento odio, de alguien que me ha quitado todo, que no me ha dejado disfrutar de mi vida, a veces hasta siento que me la ha quitado por completo.- solo miraba hacia el frente, mientras yo podía ver como él apretaba sus puños a los costados y su mandíbula se tensaba.

- Pero, ¿de quién hablas? ¿Quién es esa persona?- estaba tan perpleja por todo lo que salía de la boca del chico que creía tan feliz y seguro de sí.

-Cuando mi madre quedo embarazada de mí, solo tenía dieciséis años, aún estaba en la preparatoria, fue una noticia realmente devastadora para una adolescente y más si cuando se lo dijo al responsable también de su estado, solo lo negó y se fue, dejándola sola con su "problema". Ella no tenía ayuda de nadie, pues mis abuelos al enterarse la echaron de casa y le prohibieron acercarse a ellos.- Me miraba mientras hablaba, sus ojos estaban un poco rojos, creía que alguna lagrima iba a salir, y justo cuando pensé que iba a ocurrir volteo su rostro y continuó- Ella tuvo que comenzar a trabajar en restaurantes, en casas en donde era la muchacha de servicio con pagas muy malas, le decían que era lo justo que debían pagarle ya que también me alimentaban y me daban un techo a mí.

>>Mi madre trabajó así por más de dos años. Un día conoció al hombre que creyó iba a ser el salvador de su vida, comenzaron a tener una relación y cuando pensó que era tiempo se mudaron juntos. Yo solo tenía dos años en ese entonces, era un ignorante de lo que sucedía hasta que cumplí los seis, comencé a percatar de como trataba ese hombre a mi madre...

Me moví un poco incomoda en mi asiento, me imaginaba a donde iba a llegar esto y lo entendía un poco, mis padres también se separaron y fue una separación bastante amarga tanto para mi hermana como para mí.

-¿Que pasaba?- le pregunté, esperando que no me dijera lo que había imaginado.

- Fernando, como se llama ese...-se detuvo unos segundos- hombre que vi como mi padre por muchos años, llegaba ebrio a la casa cada noche y golpeaba a mi madre por cualquier cosa, a veces porque no hacia la comida como él quería, otras porque no había podido darle un hijo, un hijo verdaderamente suyo, y otras veces la golpeaba solo porque se le antojaba. La humillaba porque no había terminado sus estudios...- pasó saliva, poniéndose de pie y alzando la vista al cielo con sus manos en su cabeza- Nunca le había contado esto a nadie, desde el primer día que hablé contigo pude sentir confianza, de ti y de que esto podía, aunque no lo iba a olvidar, podía quedar atrás.

- ¿El cómo te hable aquel día, causo ese cambio tan drástico? Si es así, discúlpame, a veces suelo ser así, aunque contigo admito que me pasé. De verdad perdón.

Todo Un Cubo De Rubik. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora