desconocido. [satzu]

12 ¬narrado

— Pasen linda noche, chicas —se despidió Mina mientras entrelazaba su brazo con el de Nayeon.

— Adiós... —susurro la japonesa.

Tzuyu estaba del otro lado de la sala observándola con una sonrisa que no se le ha borrado de la cara en todo ese tiempo que han estado juntas.

La mayor se sonrojo y miró hacia otro lado.

— Eres mas linda en persona... —dijo llamando su atención, podía sentir como sus mejillas empezaban a arder.

— Igual tu...

Ahora mismo se preguntaba ¿Por qué por mensajes hablaban de cualquier cosa pero en persona no podían?

Ambas estaban nerviosas, pero más Sana.

— Mm, se supone que debíamos hablar más ¿No? Digo, siempre hablamos por mensajes... Sin timidez... Con confianza y todo eso

Asentio y esta vez se atrevió a verla a la cara.

— Si, pero estoy realmente nerviosa —dijo hundiéndose más en su asiento cuando la miró pararse para dirigirse después a su dirección.

Su corazón golpeteo fuertemente contra su pecho cuando Tzuyu tomó asiento a su lado y sin titubear llevó una de sus manos a su mejilla, para acariciar y después acunar su rostro.

Todo en lo que Sana podía pensar era en lo irreal y hermosa que Tzuyu es.

Colocó su mano sobre la contraria, ahora mirando sus hermosos ojos.

— Esto es... Vergonzoso —dijo retirando su mano de su mejilla y volviendo a ver hacia otro lugar de la habitación

— ¿A que te refieres Sana? —ambas rieron por lo bajo.

— No lo sé, por mensajes somos unas completas tontas y ahora solo... Nos miramos nerviosas.

La taiwanesa rio por lo bajo dándole un suave apretón en la mejilla.

— Si, entiendo... Pero, me pones nerviosa —susurro.

— Espero que no sea por mi foto... —dijo y la contraria rio nuevamente.

Negó repetidas veces

— ¿Donde puedo encontrar a ese Key? Le he querido partir la cara desde que me enviaste ese mensaje.

— ¿Por que? —tomo su mano.

— Te hizo daño, a veces te he imaginado llorando mientras te lamentas por no haber sido lo suficientemente buena para él, tu merecías y mereces ser feliz Sana, mereces a alguien que pase lo que pase este contigo, que te haga sentir segura, alguien que te de amor...

— No digas eso...

Tomo su mentón e hizo que la viera a los ojos.

— Estoy diciendo la verdad...

— Hay miles de chicas lindas que fácil pueden tomar mi lugar. Creo que esa es la razón por la que terminó conmigo.

— Ok, ya no hablemos de eso. Mejor hablemos de la cita que tendremos.

— ¿No te quitaras esa idea de la cabeza, cierto?

— Ya hasta incluso hice la lista de nuestros futuros hijos.

— Sé que tienes buenas intenciones conmigo pero...

— Sana, nada de lo que me digas me hará perder el interés por ti, ¿Ok? Tal vez si, haya chicas queriendo tener algo conmigo, pero entiendelo, quiero cuidar de ti, quiero sanar tu corazón —entrelazo sus manos— la única que me interesa eres tu... Así que, por favor solo permiteme demostrarte que puedo ser yo la que te haga feliz.

La mayor se sonrojo y cubrío su sonrojado rostro con sus manos, poco después los brazos de Tzuyu la rodearon para acercarla más contra su pecho.

— ¿Donde estuviste todo este tiempo? —correspondio su abrazo.