desconocido. [satzu]

39 ¬narrado

— ¿Te iras a Taiwán? —cuestionó Nayeon haciendo un puchero manchando su mejilla con la jalea de su panecillo.

— Si —contestó un tanto irritada, su amiga no dejaba de hacer la misma pregunta desde hace varias horas cuando le contó a ella y a sus demás amigas sus planes para la próxima semana.

— No es justo, no puedes dejarnos —lloriqueo la mayor.

— No es para tanto Nay, solo serán cinco días sin mi. No notarás mi ausencia...

Dijo en un intento alentador, Nayeon y ella tenían una fuerte conexión, no podían estas separadas por mucho sin que una empezará a extrañar a la otra después de poco tiempo. La mayor no podía imaginar el no verla.

— ¿Y Sana ira contigo? —cuestionó Chaeyoung del otro lado, Momo apoyaba su mentón en su hombro mientras sonreía de una manera burlona.

Pará ellas era extraño ver a la menor en ese tipo de situaciones, normalmente cuando salía con alguien las cosas terminaban tan rápido como empezaban. Pero con esa japonesa tierna y linda era totalmente diferente, se notaba cuanto se esforzaba por hacer las cosas bien.

— Si, mi madre quiere conocerla y básicamente me obligó a llevarla conmigo... De lo contrario dejaré de ser su hija...

— Wow Tzu, debes de quererla mucho como para hacer algo así —comentó Dahyun.

La taiwanesa apartó la mirada y pronto un ardor se apoderó de sus mejillas pintandolas de un adorable color carmesí.

— La pasarán bien y eso es lo único que importa...

— Si —vaciló y rio por lo bajo— creo que... Incluso podría hacer algo para formalizar por fin nuestra relación...

//

— ¿Tienes todo listo?

— Sip —contestó la chica.

Tzuyu sonrió cuando miró la pantalla de su teléfono, dándose cuenta que ya tenían más de dos horas en llamada.

— Ah —exclamó la otra en un chillido— Estoy muy emocionada Tzuie...

— ¿De verdad?

— Si... Imagine que en algún momento viajaríamos juntas pero no tan pronto, aún así todo es genial y mágico. —suspiro.— Todo sigue siento tan irreal contigo, siento que no te merezco...

— Haría todo lo que fuera por ti, Sana. Nunca lo dudes...

— ¿Puedo pasar la noche contigo? —cuestionó la mayor avergonzada.

— Claro

— Esta bien, llegare pronto.

— Te esperare...

//

Sana sonrió una vez que tuvo a la chica delante suyo abriendo sus brazos para recibirla entre ellos, gustosa se acercó y ambas rieron.

— Hola

— Hola —se inclino y beso sus labios con sutileza— vamos adentro...

Con sus manos entrelazadas caminaron hasta la habitación de la menor, tirándose en la cama mientras se veían la una a la otra y se sonrojaban con vergüenza.

— Te amo, Chewy —murmuró.

La mencionada sonrió y pasó su brazo por la cintura de la japonesa, abrazándola y cortando ese pequeño espacio que las separaba. Beso su frente y suspiró con tranquilidad.

— También te amo... —correspondió el sentimiento.

— Chewy...

— ¿Si?

— Se mi novia —dijo en un susurro.

— ¿Qué?

— Chou Tzuyu, por favor, te pido que seas mi novia... no seré yo quien te llevara a Taiwán, ni te he dado flores ni chocolates o alguna sortija, realmente no he hecho mucho y creo que ninguna de las esperaba que así formalizaramos nuestra relación, pero te aseguro que tu corazón también está en buenas manos y que jamás te vas a decepcionar de mi... Daré todo por ti...

Un fuerte nudo en su garganta y lágrimas en sus ojos fueron su reacción ante esas palabras que tenían a su corazón enternecido, confiaba en ella y en que las cosas a su lado serían lo mejor que alguna vez pudo haberle pasado en la vida.

— ¿Qué pasa... n-no quieres?

— Por supuesto que si Sana, si quiero ser tu novia...

--

Que lindas son mis niñas