16 ¬narrado.

3.5K 357 123
                                    

Sana resoplo frustrada llevando sus manos a su cabello y despeinandolo a su paso, no sabía que hacer, por un lado estaba Tzuyu y por el otro Key.

Tzuyu sanaba aquella herida en su corazón mientras Key solo se aparecía pidiendo por una oportunidad, estaba molesta, ver a la menor abrazando y bailando con esa chica desconocida solo la hacía sentir usada justo como con su ex.

No estaba segura, no sabía cómo manejar todos sus pensamientos pero necesitaba al menos escucharlo de ella, ver sus ojos para poder confiar en que decía la verdad.

— Jihyo, voy a salir... —aviso por lo alto, tomando su móvil y las llaves de su auto

— ¡Esta bien! —escuho de vuelta y fue suficiente para salir del departamento, en dirección del de la taiwanesa.

Estrategicamente se abrió paso por las transitadas calles logrando acortar ese tiempo para llegar lo más pronto posible, tenían al menos 3 días sin hablar y se sentía miserable.

— ¿Que haces aquí? —cuestionó con intriga al ver a la chica que atendió la puerta una vez que la golpeó repetidas veces, Mina.

— ¿Tu que haces aquí? —frunció el ceño.

— Estoy buscando a Tzuyu... —puchereo a su amiga, rogando porque se encontrará

— Salió... —aparecio Nayeon detrás de ella— dijo que te invitaría...

Suspiro y negó cruzando sus brazos

— Tuvimos algunos problemas.... Una discusión más bien... —explicó desviando la mirada.

Ambas la abrazaron levemente para darle paso al interior.

— No creó que tarde... —dice Nayeon mirando la hora en la pantalla de su móvil.

Hablaron al respecto de la situación para matar el tiempo en la espera por Tzuyu, se sintió más aliviada cuando la coreana confirmó que la tal Momo si era parte de su grupo de amigas y que también estaba iniciando una relación. Lo que la obligó a llamarse estúpida por sacar conclusiones apresuradas y ciertamente hacer que ambas pasarán un mal rato.

Dándole un poco de razón a la menor, recién estaban comenzando a conocerse y a sus amigas también, no creía que hacer escenas de celos fuera conveniente.

Estaba dispuesta a darle una oportunidad, de hecho, podría darle todas las que quisiese. No podría describir con certeza cómo es que la hacía sentir, tan querida y tan única.

Pero el miedo y temor a que la lastimen otra vez prevalece, ya no quiere mas decepciones. Mucho menos de Tzuyu.

Giro la cabeza cuando logró escuchar el motor de un auto desde la cocina donde estaba haciéndole compañía a aquellas dos enamoradas, se levantó de la silla, asomándose, mirando la alta silueta abriendo el portaequipajes del auto

Con el corazón acelerado, dio un suspiro nervioso y se dirigió a la puerta.

Había tantas posibilidades, que no sabía si estaba preparada para escuchar lo que Tzuyu tenía que decirle después de la última vez que hablaron.

¿Y si ya no quería verla? ¿Y si en realidad había jodido todo?

Paro en seco cuando logró visualizar a alguien más; la chica de cabellos azules emergiendo de la parte trasera mientras reía por lo alto.

Presionó sus labios respirando con dificultad, más cuando su mirada y la de Momo se encontraron, desviandola cuando la contraria le ofreció una gran sonrisa.

— Hola, debes ser Sana.

Al pronunciar el nombre, la más alta se enderezó, golpeando su cabeza con la cajuela, chillando del dolor.

— Si... —titubeó preocupada, sin embargo no pudo moverse de su lugar.

— Santa mierda —decía entre quejidos la castaña

— Hey, ¿Todo bien? —cuestionó una pequeña rubia, colocándose a su lado.

— Si, si —jadeó— vayan adentro, yo llevo las cosas en un momento...

— Esta bien, ¿no vas a presentarme a tu amiga?

— Soy Sana —sonrió levemente

— Chaeyoung —hizo una leve reverencia acercándose y entrelazando su mano con la otra que rio bajito por la acción— y esta de aquí es Momo, mi novia.

— Oh... —vaciló, sintiéndose aún más estúpida— que gusto conocerlas.

Ambas sonrieron por última vez, dirigiéndose a la puerta, dejándolas solas en un incómodo silencio.

— Creí que estabas molesta por lo de mi novia —hizo comillas con sus dedos, bajando las bolsas del supermercado y dejándolas en la acera

— Tzuie... Yo...

— No nada de Tzuie, antes de que digas algo...

Las palabras fueron interrumpidas por un jadeó de impresión que se vio obligada a soltar, cuando sintio los brazos de la pelirroja enrollar su cintura, fuertemente. Aferrándose cómo un pequeño koala.

— Perdoname, por favor... —susurro.

Y sin perder más el tiempo termino con toda la distancia, juntando sus labios, soltando su cintura para después sujetarla por el cuello.

La respuesta de Tzuyu fue inmediata, rodeando la cintura de la más pequeña con sus brazos y tomando su labio inferior entre lo suyos. Suspirando ante la nueva textura, suaves, cálidos, perdiéndose en el tacto y el como ambas lograron encajar tan bien.

Al momento de separarse apoyo su mejilla contra la pequeña palma de Sana, que había acunado su rostro, obligándola a mantenerse cercanas y con sus miradas unidas

— Tzuie, no soy muy buena con mis sentimientos y mucho menos con las palabras... —dijo apenas, entre jadeos— pero... Agh, estoy enamorada de ti... La chica que me hace reír, que... Hace que tenga el mejor día de mi vida con tan solo un par de mensajes, que me derrite con tan solo una sonrisa, la chica que paso de ser una desconocida a... Una persona muy importante en mi rutina, la que ahora me tiene confundida y loca... Y tal vez me rompas el corazón, pero estoy dispuesta a arriesgarme... —finalizó dando un suspiro.

— No te quiero para romper tu corazón, Sana —aseguró, tomando su mano para darle una caricia— lo cuidare muy bien, lo prometo. Esta en buenas manos...

------

Dos cosas.

1. Mochaeng novias, sisi ahuevo

2. Mis historias son super apresuradas besándose a la primera, ayno, perdón escribí esto como hace 3 años.

desconocido. [satzu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora