— Esto se vería bien en ti... —mencionó Sana colocando una prenda frente a ella.Tzuyu presionó sus labios, le agradaba hacer compras, pero su paciencia poco a poco iba acabando, sobre todo cuando la japonesa había decidido ir a todas las tiendas que estuvieran disponibles, sus pies dolían y su estómago rogaba por un poco de comida.
Sonrió de medio lado haciendo el amago de tomar la prenda para devolverla a su lugar, sin importarle la expresión desconcertada de la mayor rio por lo bajo y envolvio sus brazos en su cintura.
La más baja, un tanto confundida por la repentina cercanía, coloco sus pequeñas manos en las mejillas de Tzuyu y plantó un beso en la comisura de sus labios.
— ¿Nos vamos? —cuestionó en un puchero, esperando a que Sana cediera ante su petición.
— Esta bien. —murmuró entre risas para luego entrelazar sus manos y guiarla a donde debían pagar.
Cuando ambas estaban frente a la caja, la menor sacó su tarjeta de su bolsillo, ganándose una mirada contraría completamente confundida
— ¿Que haces? —cuestionó Sana
— Haz gastado lo suficiente, yo pago esta vez... —aseguró por lo bajo, mostrándole una sonrisa
— Tzu, son mis cosas —dijo entre risas, incrédula por su acción.
— ¿Y eso que? Apuesto a que haz comprado ropa para que yo también haga uso de ella...
La menor mencionó, ignorandola.
— Tu sonrisa te delata —le dio un toque a su nariz haciendo que la arrugara un poco.
— ¿Sería todo? —cuestiono la chica de la caja mostrándole una gran sonrisa.
— Si —contestó sin darle importancia, mirando hacia otro lugar.
La gran sonrisa de la cajera no desaparecía, Sana podía jurar que en algún momento la vio giñarle a la taiwanesa. Tzuyu la vio de reojo, con la expresión seria, ¿estaría molesta? Se cuestionó a si misma.
— ¿Efectivo o tarjeta? —habló una vez la linda cajera.
— Tarjeta... —dijo Tzuyu mostrando el objeto.
Después de la compra y de que regresara la tarjeta ambas salieron de la tienda. Sana seguía con su molesta expresión.
Colocó las bolsas en el portaequipaje, la miró recibiendo solo un simple alzamiento de hombros, Tzuyu solo rió bajo y se acercó lo suficiente para besarla.
Al principio se negó a seguir el beso, pero no paso mucho cuando sus labios se movieron al compás de los suyos.
Sin parecer demasiado brusca o desesperada, pedío permiso de introducir su lengua a su cavidad bucal, sus manos se deslizaron por su espalda tomando el borde de la blusa de la menor, por otro lado la mano libre de la taiwanesa viajo hasta su cuello.
La menor sintió como Sana subía su blusa discretamente para meter sus manos, sintiendo nervios al instante, eso debía parar. Estaban en el estacionamiento de un lugar público.
De pronto la posición cambio, Sana la acorraló contra el auto esta vez metiendo sus manos para tocar su plano abdomen. Gimió contra su boca cuando sentío como su mano bajaba cada vez mas. Sus labios comenzaron a bajar por su cuello utilizando su lengua y dientes, con la intención de dejar una marca.
Era la primera vez que llegaban hasta cierto punto, y la primera vez que uno de sus besos llegaban a esa intensidad.
— Sana, debemos parar... —murmura apenas, entre jadeos, alejándose de la hermosa pelirroja.
Esta de pronto obedeció, alejándose un par de centímetros, jadeante y con las mejillas totalmente teñidas de un rubor.
— ¿Por qué? —se acercó, y con la punta de su nariz comenzó a provocarla haciendo caricias pequeñas en su cuello.
— Estamos en un estacionamiento Sanie, cualquiera puede vernos...
Sus dedos presionaron sus brazos, esta vez plantó un suave beso en el cuello de la contraria para luego rodear el auto y subirse.
Al estar dentro, entrelazaron sus manos mientras escuchaban y cantaban sus canciones favoritas que se reproducían a través de la radio
Llegaron al apartamento en donde metieron todas las bolsas repletas de la ropa que Sana había comprado.
— Wow Tzu, ¿como permites que tu chica compre tanta ropa? —cuestiono Nayeon.
— También pienso en los demás —contesto Sana con una sonrisa — y sé que a Mina le va a gustar esto...
Dijo mostrando una blusa gris con estampados de personajes de sus videojuegos favoritos por toda la tela.
— ¡Sanie! —exclamo la chica abrazando la prenda contra su pecho como su fuera lo más preciado del mundo.
Miro a Nayeon y guiño de manera cómplice, claro que estaría dispuesta en consentir a su pequeña japonesa en cualquier aspecto, la japonesa sólo rio por lo bajo.
— Bien, debemos irnos antes de que Momo decida no abrirnos la puerta...
— ¿Tan rápido? —cuestionaron ambas niponas al mismo tiempo.
La pelirroja se abalanzó en sus brazos, siendo correspondida.
— Hablamos cuando llegue a casa —le susurro, besando su mejilla.
Ella asintió con una sonrisa.
— Esta bien, te quiero bonita.
— También te quiero —sonrió.
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desconocido. [satzu]
Fanfiction¬ Donde Sana le manda una foto bastante comprometedora a Tzuyu, por accidente. ¬ SATZU | TWICE COMEDIA ADAPTACIÓN #1 en satzu / 2021.07.04