34 ¬narrado

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Tzuie:
Hola bebé.

Tzuie:
Disculpa que no te diga esto de cara, pero en verdad me da mucha vergüenza. Quería disculparme por no haberte dicho lo que ocurrió con él.

Tzuie:
Estuvo mal de mi parte y lo reconozco.

Tzuie:
Y también quería agradecerte por todos estos momentos juntas, han sido muy agradables y espero que duren por mucho tiempo más.

Tzuie:
Es tarde, así que dudo que contestes jaja, descansa mi amor. Te quiero demasiado.

--

Mina presionó sus labios incómoda, sabía que su amiga no la estaba pasando nada bien. Sobre todo cuando noto sus ojos llenarse de lágrimas al haber leído esos mensajes por parte de Tzuyu desde la barra de notificaciones.

— Soy una tonta —se lamentaba la mayor, dejando que una lagrima cayera por su mejilla.

— Hey, esta bien... —susurro la de cabello oscuro, abriendo sus brazos para dejar que la contraria se acurrucara entre ellos. Acarició el cabello de la chica y beso su frente.

No dijo nada, ya que en verdad ni siquiera ella sabía como lidiar con toda la situación. Ya que ella también podría verse afectada en su relación con Nayeon.

Había mucho que pensar, dar un paso en falso dependería de mucho.

Después de unos minutos, se escucho el ruido de la puerta siendo abierta.

Mina alzó la mirada viendo como la gran sonrisa de Jihyo se borraba en el mismo instante que la vio consolandola.

— ¿Fue Tzuyu? —cuestionó preocupada, acercándose.

Ver a su amiga sufrir por alguien era un dolor que no podía tolerar y no quería ni imaginar que una chica tan tierna como esa linda taiwanesa a la que empezaba a tomarle cariño fuera capaz de lastimar a Sana.

— No —la mayor se apresuró a defender el nombre de la chica— fui yo, hice algo muy estúpido Hyo.

— ¿Volviste a olvidar la contraseña de tu correo? —pregunto en un tono más tranquilo.

Sana volvió a negar y sorbio su nariz.

— ¿Entonces...?

Las miradas asustadas de las contrarias sólo hicieron que el ceño fruncido de Jihyo se marcará más.

— ¿Me perdí de algo?

Sana intercambio una última mirada con Mina y está última solo curveo sus labios, dándole unas alentadoras palmadas en la espalda.

— Fue por Key... —explicó en un tono bajo.

Jihyo arqueo las cejas y relamio sus labios, mirándola directamente en espera de más detalles.

— Continúa —pidió cruzando sus brazos.

— Le pedí que nos reuniéramos hoy, quería hablar con él para que dejara de molestar a Mina... Pero... No se lo dije a Tzuyu, y en lugar de eso... Le Mentí... No sé porque lo hice, quizá tenía miedo de su reacción. Pero sé que ahora todo esto podría dañar nuestra relación.

La fría expresión de la coreana la hizo temblar, miró hacia otra parte y acamodo su cabello intenta distraerse con alguna otra cosa.

— Eso fue estúpido Sana, ¿reunirte con él, para qué? Pudiste decírselo por mensaje.

Si había alguien que odiaba a su ex más que a nadie en el mundo es Park Jihyo.

— Y mentirle a Tzuyu aún más. Podrías crearle alguna inseguridad si se entera...

Ya las tiene. Pensó y mordió su labio inferior.

— Tienes que hablar con ella y explicarle antes de que se de cuenta por si misma...

Sana se sentía como una niña siendo regañada por su madre, jugando con sus dedos y bajando la mirada apenada por lo que había hecho.

Terminó por asentir y presionar sus labios.

Al estar en la cama con su pijama puesta lista para dormir, tomó su teléfono para darle un último vistazo.

Los mensajes seguían sin ser abiertos y no creía tener la valentía como para contestar algo.

¿Podemos hablar mañana? Escribió desde la barra.

Pero no tardó en borrarlo, sabiendo que podría malinterpretarse como algo malo.

Soltó un último suspiro, dejó el teléfono a un lado y simplemente se dispuso a tratar de conciliar el sueño.

desconocido. [satzu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora