desconocido. [satzu]

47 ¬narrado

contenido explícito
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Tzuyu dio un pesado suspiro una vez que estuvo de regreso en casa, la visita a sus otros familiares se había extendido más de lo que pensó hasta que la noche la sorprendió. Desde afuera pudo notar la ausencia de luz, por lo que intuyo en que su madre y Sana ya deberían estar descansando.

Se despejó de sus botas dejándolas en la entrada junto a su abrigo, dando zancadas silenciosas hasta su habitación.

Frunció el ceño cuando al abrir la puerta no fue capaz de visualizar a su novia en la cama o en algún lugar, eso hasta que logró ver como por debajo de la puerta se asomaba la iluminación artificial de la bombilla indicando que alguien estaba ocupando la habitación, se dejó caer en la acolchonada superficie y golpeó sus muslos en espera de Sana, tenía todo el día sin verla y francamente estaba bastante frustrada despues de todas esas fotos que recibió durante el día donde Sana preguntaba por sugerencias u opiniones de prendas para vestir.

Su mirada aterrizó en las bolsas de papel grandes en el piso, una media sonrisa se expandió a través de su rostro, hasta que escucho el sonido de la perilla girando.

Arqueo las cejas y torció los labios ligeramente mientras veía a su novia salir del baño, una pequeña nube de vapor a sus espaldas, su cuerpo envuelto en una pequeña toalla y con gotas escurriendo por su cabello.

- Hey -saludo Sana con una sonrisa, sorprendida por verla ahí de repente.

- Hey -palpo su regazo y sonrió cuando su novia siguió esa orden que le dio, rodeo la cintura de Sana y beso su hombro, inhalando el aroma a frutos rojos del jabón corporal que había comprado.- te extrañe...

- Mm -tarareo, pasando sus brazos por detrás del cuello de Tzuyu empezando a jugar con sus cabellos.- También te extrañe.

Se inclino y beso con sutileza sus labios, nada profundo, solo un toque de apenas tres segundos pero que había dejado a Tzuyu con ganas de más.

- ¿Cómo estuvieron las compras? -su mano cayó con propósito sobre el muslo desnudo de la mayor, dio un ligero apretón y rió en conjunto con Sana, esta última relamio sus labios.

- Ahora que me lo recuerdas -ladeo la cabeza, fingiendo inocencia- compre algo más...

- ¿Algo más?

Asintió, poniéndose de pie mientras se dirigía a sus compras, Tzuyu hizo un puchero y resoplo.

- Exfoliante corporal -leyó lo que decía el pequeño frasco que Sana extendía a ella.

- ¿Podrías ayudarme a aplicarlo? -cuestionó en un tono divertido asomando la punta de su lengua entre sus dientes.

- Por supuesto -alzó los hombros.

Sana sonrió, estaba a tan solo unos pasos y podía se consciente de cuan entusiasmada era Tzuyu con esa situación. Así que le dio la espalda, deshaciendo el nudo de la toalla que pronto se deslizó por su cuerpo hasta que terminó en sus pies, la brisa fresca de la noche hizo que su piel entera se erizara y que por consecuencia de ello, sus pezones se endurecieran causandole un ligero dolor. Paso sus brazos por encima de sus pechos para cubrirlos y presionó sus labios cuando escucho que Tzuyu se ponía de pie y se acercaba hasta donde ella.