desconocido. [satzu]

49 ¬narrado

Tzuyu POV.

Era triste tener que volver a nuestra realidad de vuelta en Corea, pues era obvio que prefería la calidad del hogar en el que crecí hasta mi adolescencia, al igual que mi habitación y una buena comida casera hecha por mi madre, pero incluso las cosas buenas tenían que terminar alguna vez.

Cuando Sana y yo arribamos, apenas y pusimos un pie en el aeropuerto y ya teníamos a nuestras amigas llenandonos de abrazos y de muchos las extrañamos.

Razón por la que decidieron robarnos de los brazos de la otra, ni siquiera pude despedirme de Sana apropiadamente cuando Nayeon ya me estaba arrastrando lejos de ella para pasar un tiempo juntas de amigas. No lo admitiria en voz alta pero la había extrañado demasiado, incluso por un segundo paso por mi cabeza invitarla a ella y Mina al viaje pero entonces no tendría el tiempo y privacidad que tanto anhelaba tener con mi novia.

Ya fuera en su departamento o el mio, siempre estábamos rodeadas de alguien lo que a veces complicaba las cosas porque soy tan tímida cómo para darle un beso delante de nuestras conocidas.

Nayeon y yo llegamos al centro comercial, y a pesar de todo mi cansancio y ganas por querer tomar una larga ducha para relajarme por todo el viaje me permití dejar eso a un lado por un momento para poder disfrutar todo el tiempo en compañía de mi amiga.

— ¿Y bien, como estuvieron las cosas? —preguntó mientras entrelazaba su brazo con el mío arrastrandome a lo largo de todas las tiendas a nuestro alrededor.

— Todo fue excelente —no tenía las palabras para describirlo, hubo demasiados sentimientos encontrados.

Desde nuestra primera pelea que me hizo creer que casi todo estaba perdido y esa noche en la que no me pude contener a tocar cada centímetro de su cuerpo, sin duda había sido algo interesante y mágico.

— Bueno —vacile, no estaba segura si comentarle a Nayeon sobre el accidente del teléfono, después de todo ahora estaba olvidado, pero sentía que debía hablarlo con ella. Aunque lo más seguro es que Sana le haya contado a Mina y por consiguiente, Mina a Nayeon.— tuvimos una pelea. La primera.

— Una pelea —repite lo dicho y alza las cejas completamente curiosa a todo lo demás que tenga que decirle a partir de ello.

— Si —presionó mis labios y por un segundo me distraigo con los accesorios diminutos de su manicura.— Al llegar allá Sana me dio su teléfono y recibió una llamado de su ex... Al principio me enfade demasiado, pero ya sabes como soy... Terminé tan asustada por lo que nos pudiera pasar por algo como eso.

— Sin embargo, por lo que vi, lo solucionaron...

Asentí y me di a la tarea de contarle con profundidad y más detalles lo que pasó en el momento que mire su teléfono con mensajes y llamadas de su ex novio, al igual que la forma en que quise darle una solución a todo.

Para cuando termine ya tenia una malteada en mi mano y estábamos sentadas fuera del local donde compramos las bebidas.

— Estoy muy orgullosa de ti, Tzuyu-yah —es lo primero que dice.

Esperaba que se molestara por lo que hizo Sana porque es lo que normalmente haría, Nayeon en otro tiempo me hubiera aconsejado que la terminará y sacaría un discurso diciendo que nunca le agrado y que no era lo mejor de mi cómo alguna vez lo hizo con mis antiguas parejas, pero esas fueron sus palabras y eso me dejó bastante confundida.

— La Tzuyu del pasado habría terminado la relación al instante —afirme dándole la razón— esto quiere decir que estas avanzando muy bien y madurando.

Quizás tenía razón, pero no quería dejar todo lo que teníamos por un error de confianza.

Porque, ¿Cuándo y dónde más podría encontrar a alguien como ella o alguien que correspondiera mis sentimientos con la misma pasión que Sana?

Amaba cada experiencia a su lado y estaba ansiosa por lo que viviríamos juntas en el futuro.

Pues es a ella a quien pienso conmigo para nuevas aventuras, más risas y amor.