Cabina 131 (Zayn Malik)

Motel de carretera

A la mañana siguiente, una vez que terminamos de desayunar, volvimos a la carretera, sólo que esta vez era Zayn quién conducía y Niall quien le guiaba con su móvil.

Harry se sentó entre Tina y yo, y aunque como era costumbre me había quedado dormida más sentarme en el coche, los gritos de mis amigos habían conseguido despertarme.

- Zayn, la próxima a la izquierda - le indica Niall.

- ¿Seguimos en Francia? - pregunta Harry entre bostezos.

- ¿Debajo de esos bonitos rizos tienes cerebro? - contesto divertida - Harry, claramente seguimos en Francia, en un día no se puede cruzar el país, y menos con este conductor que tenemos.

Harry me mira poniendo una mueca haciéndose el herido. Entonces escucho como alguien se aclara la garganta,

Mierda, se me había olvidado que quién conduce es Zayn.

- Te parecen bonitos mis rizos ¿eh? - me dije Harry jugando con un mechón de su pelo e imitando a una niña pija.

Me limito a reír y aunque no digo nada, Harry sabe perfectamente que me ha salvado de un momento incómodo.

- ¿Me tengo que poner celosa?

Pregunta una voz medio dormida al otro lado de Harry.

- Sabes que solo tengo ojos para ti preciosa

Le contesta rápido Harry mientras que le da un beso en la frente.

Ver esa imagen me produce unos sentimientos contradictorios, por un lado estoy contenta por mi amiga, porque hasta un ciego podría ver la felicidad que hay en sus ojos a causa del ricitos. Pero por otro lado, y aunque lo niego y negaré, siento un poco de envidia.
Y es entonces cuándo vuelvo a pensar en Zayn.
Intentado ser discreta le observo por el retrovisor, está concentrado en la carretera, pero aún así puedo ver como tararea la canción de la radio.
Se ve jodidamente caliente.

Vuelvo a mirar a Harry, quien a rodeado a Tina con su brazo, mientras esta descansa en su hombro.
Y me pregunto si sería Zayn igual de cariñoso y atento si tuviera novia.
Pero rechazo la idea, ya que dudo que un chico como él haya estado con alguien por más de un fin de semana.

Cuando vuelvo en sí, me doy cuenta que le sigo observando por el retrovisor, y que unos ojos pardos también me observan por el espejo.

Aparto los ojos lo más rápido que puedo, y dirijo la vista hasta mi ventana, muriéndome de vergüenza.
Y preguntándome porqué sus ojos tienen el poder de hipnotizarme tan fácilmente.

Como era rutina, paramos a comer en un autoservicio que hay repartidos por las carreteras.

Niall y yo discutíamos cual era la comida más rica del planeta, y aunque parecía una discusión absurda, nos la estábamos tomando demasiado en serio.

Por la tarde, fue el turno de Tina de conducir y después de pelearme con Harry, este me ganó y se sentó en el asiento del copiloto.
Quedando sentada entre Niall y Zayn.

Intentaba no mirar hacía la izquierda, pero eso no evitaba que llegara hasta mí el olor a su colonia.

Puse todas mis fuerzas en atender e intervenir en la conversación de Harry y Tina, pero me fue imposible, cuando una vez más, Zayn empezó a tararear la canción de la radio.
De repente, el sueño me empezó a invadir, y cerré los ojos, atenta a la voz de Zayn, hasta que todo quedo negro.

Escucho como se cierran las puertas del coche, pero eso no consigue que abra los ojos, estoy realmente cómoda.
Es entonces que me doy cuenta que estoy apoyada en el hombro de alguien, por lo que hago un gran esfuerzo y abro lentamente los ojos, y lo primero que veo son unos tatuajes adornando un brazo moreno. Y si tenía alguna duda, en seguida pude diferenciar el olor a su colonia.