Cabina 131 (Zayn Malik)

Cabina 131

- _____(tn), despierta - noté como alguien me sacudía.
Quería mandar a la mierda a mi amiga pero sigo manteniendo los ojos cerrados intentando ignorar las sacudidas.

Tina me quita la manta que cubría mis piernas desnudas.

- ______(tn), deberías dormir con más ropa- me dijo mi amiga riendo mientras encendía la luz del baño.

Abrí lentamente los ojos, controlando las ganas de gritarle a mi amiga algo grosero.
Después de 10 min dando vueltas en la cama del hotel, me levanté y me di una ducha.
Tina ya estaba vestida con una falda y una blusa blanca, y me miraba impaciente mientras me ponía el vestido negro con la espalda al aire, que la propia Tina me había dejado sobre la cama.

- ¿no crees que es muy corto el vestido?- le pregunte a mi amiga poniendome unas deportivas.

- así vas enseñando esas piernas de infarto - me dijo riendo mi amiga mientras abría la puerta.

Después de coger el metro y un autobús, llegamos a la estación donde cogeriamos el tren hacia París.
Yo me limitaba a seguir a mi amiga, que parecía que sabía lo que hacia y donde iba.
Por fin se paró delante de un vagón del tren.

- no podemos entrar aún - me dijo mi amiga mirando su reloj - faltan unos 20 min.

- te dije que no hacia falta madrugar tanto - le dije soltando la maleta sin inportar mucho donde caía.

Unos minutos mas tarde se abrieron las puertas de los vagones. Nosotras estábamos enfrente del vagón 3.
Entramos empujando las maletas como podíamos.

-¿sabes dónde tenemos que ir? -le pregunté a mi amiga después de pasar por otros dos vagones sin encontrar nuestra cabina.
Mi amiga me fulminó con la mirada.

Mi maleta pesaba bastante, me di la vuelta para colocar bien las ruedas de la maleta, cuando sentí un golpe que me derribó al suelo.

Estaba enfadada, mucho. Miré hacia arriba y vi como alguien me sujetaba del brazo para levantarme del suelo

-lo siento mucho - se disculpó aquel chico.
Fue entonces cuando me fije bien en aquel chico, esos ojos marrones miel me resultaron familiar.
No podia ser...

- ¿tú? - le pregunte con los ojos abiertos.
El chico de piel morena me miro para luego mostrarme una sonrisa.
No pude evitar embobarme por unos segundos en aquella sonrisa.

- ¿me estás siguiendo?- me pregunto mirandome fijamente.

- lo mismo podría preguntarte- le contesté ahora mirandole con la misma intensidad.

El se acercó a mi, no me moví ni un centímetro y aguante esa mirada que parecía que me desnudaba.
Agarré la maleta y me acerqué a él sin apartar la mirada de sus ojos.
Yo también sé jugar a este juego.
Me acerqué a su oído y me mantuve ahí unos segundos.

-más quisieras.. - le susurré al oído.

Con gran satisfacción pude ver como por una milésima de segundo, aquel chico se ponía nervioso.
Pase por su lado dandole un golpe en el hombro, a lo que el por fin reaccionó y se volvió. Quiso decirme algo pero ya era tarde, habia cruzado al siguiente vagón buscando a Tina.

Por fin nos paramos en frente de la cabina 131. Abrí la puerta y me encontré frente a dos sillones a cada lado y una ventana enorme.
Tina entró detrás de mi y dejo su maleta encima de unos de los sillones. Yo la imite, dejando sin dificultad mi maleta en la parte superior, era bueno ser alta para algunas cosas.

-oye Tina, ¿qué pasó con el chico de rizos anoche? -le pregunté a mi amiga una vez sentadas cada una en los sillones.

Mi amiga se sonrojó y miro hacía la ventana, observando como la gente seguía subiendo a los vagones.

- nada - me miró riendo
- eso se lo cuentas a otra persona - puse los ojos en blanco- venga,Tina, suéltalo

Mi amiga suspiró.

- solo fueron unos besos sin más - dijo alisandose la falda - no te niego que no me hubiera gustado más , pero no era ni el momento ni el lugar - dijo riéndose

Yo me reí con ella,

- ¿y como se llamaba?- le pregunté buscando en mi bolso mi paquete de tabaco.

-¿Harry?- pregunto mi amiga sorprendida.

- pues si no lo sabes tú... - le dije riendo dándome la vuelta.

Tina estaba en el marco de la puerta hablando mientras jugaba con su pelo.

- _____(tn), este es Harry - me presento al chico de pelo rizado y ojos verdosos.

- hola - le saludé con una sonrisa. El me devolvió la sonrisa dejando ver unos pequeños hoyuelos.
Es guapo, muy guapo.

Miré a mi amiga que seguía con sus juegos de pelo y soltando esas miradas que yo sabía dónde queria llegar.

-bueno, yo os dejo - señale los cigarros- necesito relajarme antes del viaje.

Sali por patas de esa cabina, no me guataria estar de sujeta velas.
Caminé hasta el último vagón, donde había una zona al descubierto habilitada para fumar.

Me apoye en la barandilla y saqué uno de los cigarros, lo sujeté con mis labios, cuando el tren comenzó a moverse haciendo un movimiento muy brusco provocando que perdiera el equilibrio.

Por unos segundos pensé en el golpe que me iba a dar y si habría poca gente que me viera caer.
Pero para mi sorpresa mi cuerpo no llegó a tocar el suelo, debido que unos brazos me sujetaron con firmeza.

Levante la mirada hacia la persona que me habia salvado de un buen golpe.

- gracias... - no me lo podia creer, esos ojos marrones fijados en los mios...
Otra vez...