Capítulo 23

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Me hubiera gustado pedirle a Ben que repitiera mil veces "Te quiero" ya que en sus labios quedaba demasiado bonita.

Entré a su habitación por la mañana para llevarle el desayuno.
- Lo siento. - Me dijo sin mirarme-.
-¿Qué sientes?
- Besarte y decirte que te quiero ha sido un impulso y no debía de haberlo hecho.
- ¿Es una broma no?
- Te juro que lo siento.
Me senté en una de las sillas.
- ¿Sabes lo que te digo? Que tú no vas a reírte de mi.
- No lo hago, Cris. De verdad yo no puedo estar contigo.
- ¿Por qué no te dejas de rodeos y me dices de una vez que no quieres estar conmigo?
No dijo nada.
- Pensé que eras más valiente, Ben.
- Sí siento algo por ti, pero eso no quiere decir que tenga que estar contigo.
- Dame una razón y yo te juro que dejo de molestarte.
- No quiero que lo hagas.
- Dame una razón, Ben.
- No estoy preparado para compartir mi vida cuando yo ni siquiera la entiendo.
- No, tú no estás preparado para estar con una sola tía, que es muy distinto. - Se quedó callado- Quizás yo no sea una de esas chicas con cuerpos perfectos, sonrisa perfecta, pestañas postizas, altas y con extensiones. Yo no soy una tía que se va contigo una noche. Hasta se me hace raro llamarme "tía" cuando en muchos casos creo ser una niña aún. Pero que te quede bien claro que ninguna de esas Barbies o como quieras llamarlas te va a dar lo que yo soy capaz de darte y por muy raro que te parezca esta chica que tienes delante, con una sudadera vieja, unos jeans rotos y unas vans estropeadas, puede llegar a quererte más que veinte tías con vestidos ajustados más pequeños que su cerebro.

¡TE ODIO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora