Capítulo 50

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- Te recojo en 10 minutos.
- He dicho que no puedo, Tomas.
- Prepárate, nos vemos.
Colgó.
- ¿ Dónde me vas a llevar? - Me subí en su coche.
- Donde quieras.
- ¿Dónde quiera?
- Decide.
- Hay un mirador increíble. Y más a esta hora.
- Está bien, iremos.

El cielo estrellado era increíble aquel día. La vista era preciosa.

- No necesito ver estrellas teniéndote a ti frente a mí. - No contesté.
Me miró fijamente y aparté la mirada, pero él seguía siguiendo la mía con sus pupilas dilatadas.
- Yo todavía siento cosas por Ben, tienes que entenderlo.
Le miré y me besó sin pensarlo dos veces.
Intenté quitarme.
Pero Tomas tenía mucha fuerza.
Me rodeó con sus brazos y apenas pude apartarme de él.
Medía casi 1'85 y yo no llegaba al 1'60.
Puso su mano entre mis piernas e intentó introducir su mano en mi pantalón, lo que me asustó ya que me estaba forzando. Agarró mis manos tan fuerte que creí que me había partido la muñeca de una de ellas. No supe que hacer.
Le golpeé y conseguí alejarlo de mí.
Abrí la puerta del coche y salí mientras él hacía lo mismo con la puerta opuesta.
- ¿QUÉ COJONES ESTABAS HACIENDO? - Le chillé.
- ¡PENSÉ QUE ESO ERA LO QUE QUERÍAS!
- ¡MÁRCHATE! - Le empujé y me volvió a agarrar de la cintura pegándome a él cuando le solté un rodillazo en la entrepierna.
Salí de allí corriendo.
Mitad de la noche y sin saber donde ir.
No pasaban los coches.
Me senté en la carretera y miré mi reloj.
04:53 AM
En tres horas tenía un examen de matemáticas y me quería morir.
Pasó una moto.
Era una mujer.
Era Estela.
No me molesté en pedirme que me llevara. Prefería ir con Tomas antes de ir con esa.
Paró frente a mí.
- ¿Qué haces aquí sola? - No contesté. - ¿Qué te ha pasado en las muñecas? ¿Estás bien? - Seguí sin decir nada- Lo siento por lo del otro día, si por eso estás así. Ben siempre ha sido el chico que me ha vuelto loca. Y me duele ver que ahora hay otra chica que lo vuelve loco a él.
La miré y me subí en su moto sin decir nada.
-Te llevaré a un sitio.

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