Mis padres lo sabían todo. O bueno, más bien sabían lo que el director creía saber.
- No me lo puedo creer. Tú, mi hija, en un baño con un chico problemático haciendo Dios sabe qué. - Mi madre empezó a engañarme por teléfono.
- Mamá, joder, que no pasó nada. ¿Cómo te lo digo? El director te va a decir lo que a él le de la gana.
- Tienes dos sanciones en menos de dos semanas, Cris. Y todo por culpa de ese chico.
- Él no tiene nada que ver. - Sí tenía.
- Más te vale alejarte de él o ya me encargaré de que lo hagas.
- No.
Era la primera vez que le decía a mi madre lo que realmente sentía.
- No voy a alejarme de él. Estoy harta de todo esto y él es el único que en estos dieciséis años me ha hecho disfrutar.
- ¿Disfrutar, Cris? ¿Perjudicándote?
- Mira, mamá, paso. Piensa y di lo que quieras que yo haré lo mismo.
Le colgué.
No sabéis la satisfacción que sentí en aquel momento.
- ¿Qué pasa con tu madre? - Me preguntó Lara-
- No quiere que me junte con Ben. Dice que es "problemático".
- Lo es.Todas las chicas queremos que los tíos nos traten bien pero en cuánto llega uno que nos vacila y nos lo pone todo patas arriba, ahí, la cosa cambia.
Es así.
Nos gusta que nos peleen, que nos vacilen y que nos lleven la contraria.
Y si nos dan a elegir entre un tío que te sobe todos los días con regalos y palabras cursis sin sentido, o un tío que te repita lo fea que eres aunque él piense lo contrario, sabemos que toda mujer elegiría al segundo.
Como dice Ben, somos una "especie rara de cojones".
Y el problema es que yo, también elegiría al segundo.
Siempre.
Y resultó ser que Ben era ese segundo.
Y a veces le odiaba.
Otras me caía bien.
Pero siempre quería estar con él.
No sé.
Ni él tampoco lo sabe.
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¡TE ODIO!
RomansUn chico nuevo en el instituto con el que todas las chicas están obsesionadas, un chico nuevo que lo único que hace es dar problemas a Cris.