Capítulo 53

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Ben bajó de la moto y entró en una casa bastante vieja. Miré a mi alrededor y vi el coche de Tomas aparcado a la izquierda.
Nash y otros amigos de Ben aparecieron detrás nuestra y entraron con él mientras Estela me obligó a quedarme ahí.
Después de que ella entrara, entré yo.
Ben estaba golpeando a Tomas mientras rompían y destrozaban todo lo que tenían a su alrededor y os juro que no supe que hacer. Todos intentaron separarles pero ninguno pudo hacerlo. Estela miraba la pelea con las manos en la boca y los ojos humedecidos.
Yo no sabía qué hacer.
Era mi culpa.
Y tenía que pararlo.
- ¡BASTA! - Chillé dejándome las cuerdas vocales destrozadas. Intenté meterme entre ellos y Nash me agarró de la chaqueta. Agarré a Ben e intenté sujetar sus brazos mientras sus puños se fundían en la cara de Tomas. - ¡BASTA, BEN! - Ben tenía la mirada perdida y me empujó tirándome al suelo de espaldas. Pero eso no era suficiente. No podía permitirlo. Tenía que hacerlo parar. Me puse en pie y repetí la misma acción. Me volvió a empujar. Me volví a levantar y salté a su espalda mientras los chicos sujetaron a Tomas. - ¡BASTA BEN, BASTA, SOY YO, ESCÚCHAME, PARA ESTO! ¡HAZLO PARAR, BEN! - Me miró con la mirada perdida y se derrumbó en el suelo mientras sus manos estaban sangrando y Tomas no reaccionaba.
Me agaché con él y apoyó su cabeza en mi pecho sin apenas decir nada mientras acariciaba su cabello y observaba todas las heridas que tenía en su cara.
Tomas, por otra parte, estaba tirado en el suelo, agonizando y por fin despierto, intentando levantarse pero una de sus costillas posiblemente estuviera rota y no pudo hacer nada.
Ben le miró e intentó levantarse apoyando sus manos en el suelo, lo que le hizo tropezar ya que tenía las manos destrozadas.
Le abracé por detrás y le agarré de la cara haciendo que me mirara.
- Mi vida. - Pegué su nariz con la mía y una gota de sangre de su frente cayó. - No tienes por qué hacer esto.
- ¡LA MATASTE! - Le gritó Ben a Tomas y no entendí nada. - ¡Y YA ME ENCARGARÉ DE MATARTE A TI! ¡LO HICISTE! -Sus amigos lo miraban en silencio. - ¡Y NO INTENTES REPETIR LO MISMO CON ELLA! - Ben rompió a llorar de ira. - ¡LA MATASTE!
Nash le agarró y le ayudé a sacarle de allí.
- ¿A qué se refería Ben? - Le pregunté a Estela.
- Prefiero que te lo cuente él. Tiene que contarte demasiadas cosas que no sabes.

Eran las siete de la mañana. No me daría tiempo a volver así que fui con Ben a casa de Estela para curar sus heridas.
Nos dejaron solos.
- Me encantaría poder mandarte a la mierda. - Ben agachó la cara. - Pero no puedo. Y me duele cuando te haces daño.
- No era necesario que vieras eso.
- ¿A qué te referías con lo que has dicho antes?
- Prefiero no hablar de ello ahora.
- Ben, necesito saberlo.
- Voy a matarle. Y no lo digo de coña.
- Ben, tienes que descansar.
- Voy a vengar la muerte de Mery.
- Me dijiste que había sido un accidente.
- Es lo que me hicieron creer a mí.
- Ben, necesitas descansar, anda.
- Te vuelve a tocar otro tío y te juro que le piso la cabeza.
- ¿Por qué tienes que usar la violencia para todo?
- Porque así me han enseñado a vivir.
- Pues tienes que empezar a vivir de otra manera.
- Por mucho que quisiera hacerlo, Cris, mi vida es una mierda. Una buena mierda. Y no podría cambiarla.
- Yo te ayudaré a hacerlo si me prometes que dejarás de juntarte con toda esa gente.
- Son mi familia.
- Son los que te llevan a esto.
- Sí no fuera por ellos estaría muerto.
- ¿Para la vida que tienes? Ya lo estás.
- El día que me sienta muerto será el día que me abandones.
- Ya lo hice.
- Sabía que volverías.

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