50) Rose

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Rose

Me alejó de la biblioteca en dirección al comedor, las chicas me esperaban para comer y ya me había tardado demasiado, tenía que confesar que después de todo lo que había pasado era lo de menos.

Me gustaba estar con Lucas, me sentía como en casa y eso se sentía bien. Hace mucho que no me sentía así y lo necesitaba. Tal vez lo odie un poquito menos.

Al abrir la puerta del comedor choqué con una chava de primero que iba saliendo y casi que me caigo de culo al piso, pero gracias a mi perfecto equilibrio no lo hice. Lo sé, soy asombrosa.

- Quítate de en medio, wey. - La empujé haciendo que ella si cayera al suelo u seguí caminando como toda una diva.

Mis amigas estaban al fondo y me habían guardado mi almuerzo así que estaba más que bien.

- ¿Cómo te fue? -  Me preguntó Camila pasándome la charola con mi almuerzo.

- Sabes que no como salchichas, wey.  - Puse mala cara.

- Huy. Sorry, son mías. - Las cogió llevándolas a su plato.

Es una de mis reglas de vida. Nada de cerdo, no como nada de cerdo, son asquerosos y están llenos de grasas y bacterias. Que asco.

- Ya tenemos las opciones para hacer el trabajo, obviamente mi genial idea fue perfecta. - Conté.

- Que chido, wey. - Murmuró Selene moviendo su comida de un lado a otro sin dar un mordisco.

- ¿Y a esta que le pasa? - Pregunté.

- Ve tu a saber. - Respondió Camila encogiendose de hombros. - Está así desde hace rato.

- No tengo hambre, hablamos más tarde. - La rubia se puso de pie y se fue dejándonos a Camila y a mí con las preguntas en el rostro.

- En fin. ¿Te enteraste de la fiesta de hoy? - Pregunté.

- Si, Marlyn nos dijo a Selene y a mí cuando entramos al comedor. - Me respondió ella.

- ¿Y ya sabes que te vas a poner? - Pregunté.

- En realidad no. - Se encogió de hombros.

- Entonces tenemos que dedicar esta tarde a buscar que ropa nos vamos a poner, no podemos usar cualquier cosa ni siquiera para ir a la esquina. - Puntualicé.

El resto del almuerzo hablamos trivialidades y cosas sin sentido hasta que llegó el tema que me hizo tensar.

- ¿Qué onda  con Lucas? - Inmediatamente escuché eso dejé caer la cucharada de puré, esta me cayó para mi desgracia en mi hermosa blusa.

- ¿De qué hablas, wey? ¿Por qué preguntas cosas así de la nada? - Expreso un poco molesta.

- Solo digo que ayer te pasaste toda la tarde con él y recuerdo que no lo soportabas, pero al llegar al cuarto no dijiste ningún comentario despectivo en su contra, ni mucho menos hablaste mal y hoy lo citaste. - Explicó haciendo su plato a un lado.

Okay.

Esto era una situación un poco incomoda, me pasaban cosas con Lucas, eso yo lo tenía claro, pero mis amigas no y no podía simplemente expresarselo así por así.

En definitiva lo mejor era negarlo completamente.

- No hay onda. Solo que entendí que durante el cortometraje tengo que soportarlo y no sirve de nada que ande perdiendo el tiempo tirandole hate. - Respondí con desdén.

- Te gusta. - Afirmó Camila como si nada.

- ¿Qué? - Me mostré sorprendida.

- Ay por favor, Rose. Nos conocemos desde siempre y últimamente llevas comportandote extraño. Nunca te había visto así, tienes una guerra interna de amor/odio hacia ese chico y debes resolverlo. - Me señaló como si me estuviera regañando.

Best Friends ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora