Cap 3: Boca de serpiente

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Caminaba por los corredores del lugar. Dos de sus guardias personales Denki y Kirishima lo seguían hacia el salón principal. Ese día era uno de fiesta; pues el rey Marín, una especie humanoide de serpientes marinas o reptiles que en su mayoría vivían en el mar pero que ocasionalmente salían a la superficie a convivir con los reinos cercanos siendo los dragones uno de ellos, seguido causaban problemas con su reino, estos vivían en una de las costas de la isla de Ezra. El hombre había venido con el objetivo de establecer una alianza. Pero claro Bakugo no tenía interés en lo que fuera que el rey pensaba proponerle. Así que ya sabía bien lo que haría.

Pero por ahora, le daría la mejor de las bienvenidas.

No pensaba establecer alianzas con ningún pueblo.

Aunque a decir verdad, no podía negar que estaba considerando ya la propuesta de los elfos. Sabía que era una idiotez siquiera considerarlo, pero lo hacía.

Y es que jamás había esperado que el elfo fuera tan... cautivador. Tan solo tres días habían pasado, y el joven ya había llamado su atención por su belleza y carácter.

El príncipe no era sumiso, de eso no había duda. Había comprobado ya que el menor hacía lo que quería. El gran ejemplo se encontraba en lo sucedido la noche anterior. El menor apenas llevaba un día allí, y ya sentía la gran confianza de nadar desnudo en una piscina pública. Después, le hablaba en aquel tono de reto. Pero sí, al contrario de lo que muchos pensaran, le gustaba ese carácter. Así que por el momento, estaba más que complacido con el menor.

- Mi Señor- alzó la mirada. Ahí, frente a él, estaba la hermosa criatura en la que había estado pensando. Alzó una ceja, que novedosa manera de referirse a él. Ahí estaba al fin la primera muestra de sumisión. O tal vez, el menor solo se estaba burlando. Por ahora no podía saberlo. Aunque de seguro la segunda opción era la más acertada.

Se concentró luego en la perfecta imagen. El joven lucía nuevamente ese revelador taparrabos pero no tan largo como el del primer día y una pequeñas telas que cubrían una parte de su pecho dejando su vientre descubierto. Sandalias adornaban sus pies, y collares de rubies y oro adornaban su pecho. El príncipe tomó unos de los collares en su mano tocando con suavidad la joya roja de éste. - Son tan hermosas como tus ojos, frías, pero atrayentes de una forma inexplicable- le dijo. Bakugo alzó una ceja. Que cambio tan repentino. Primero el joven le hablaba con sarcasmos y burlas. Y ahora, le hacía cumplidos. De seguro algo planeaba el menor. Después de todo, era ya obvio que el joven estaba lleno de sorpresas.

-¿Dos días y ya te has enamorado de mí?- preguntó. Izuku sonrió, mostrando en sus ojos cierto sarcasmo, que obviamente intentaba ocultar en ese momento.

- De tus ojos es fácil enamorarse. De ti, en cambio...- Se detuvo entonces, Bakugo solo rió con sarcasmo. Así que el joven seguía con sus pequeñas burlas.

- Lo tomaré como un cumplido. Supongo que hoy también nos darás un espectáculo- comentó. Habló en plural, pues obviamente no solo él disfrutaría de las acciones del menor. Al menos así sucedió la noche en la que el joven llegó.

- Dos días y ya me conoces bien.- afirmó.

- Sorpréndeme, entonces-ofreció. Y así, sin decir más, siguió con su camino mientras Izuku lo miraba alejarse. Sonrió, claro que le daría un espectáculo al emperador. Después de todo, aunque el rubio lo negara, era más que obvio que le gustaban sus 'actuaciones'. Y ese era el objetivo, ser de su agrado. Solo por eso estaba allí. Y solo así podría salvar a su reino.

- Te sorprenderé, puedes estar seguro de eso- susurró.

Todos los presentes disfrutaban de la celebración. Sin embargo, el rubio parecía estar más concentrado en cierta familia. No dejaba de observar a las serpientes marinas. El rey, su esposa, y el unigénito de ambos parecían estar tranquilos. Aún así, se había propuesto vigilarlos. Los dos reyes eran de edad avanzada, a diferencia del príncipe, el cual aparentaba unos dieciocho años, de cabellos gris y ojos amarillos.

Seduciendo al dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora