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[Hyesun]

-¿Lo llevas todo?

-Sí mamá. No te preocupes tanto, voy con Kook, no me pasará nada.

-Es que, hija, es el primer viaje que haces sola, y además con tu novio. No puedo evitar pensar en, bueno, ya sabes. Eres mayor, tienes dieciocho, es la edad en la que la mayoría de la gente lo hace por primera vez.

-¡Mamá! No vamos a hacer nada de lo que estás pensando...

-Solo quería decirte que si te sientes lista, díselo a Jungkook. Y si no lo estás lo entenderá, es el mejor chico del mundo. Es el mejor para ti. Tú padre y yo vimos como Jungkook se fue llorando ese día, por lo de la beca. Estoy segura de que te quiere mucho.

-Y yo a él mamá.

-¿Te ha dicho que te ama?

-Sí, lo ha hecho, pero yo no... No se lo he dicho todavía, me da miedo. No quiero aferrarme a él, por si algo llega a salir mal y, terminamos rompiendo... Yo, no... Yo no quiero que se piense que jugué con él al decirle que le amaba, y después dejarlo. 

-¿Por qué iba a pensar algo así? Cariño, creo que... Si se lo dices le harás la persona más feliz del planeta. Pero, si todavía no sientes que sea el momento, es mejor esperar. Es mejor esperar a decir un "te amo" vacío. No hay nada peor que un "te amo" sin sentimiento, de mentira, es el castigo más cruel que puedes darle a alguien. 

-... Mamá...

-Así que, hija, tan solo haz lo que tu corazón te diga que es correcto, no hay forma de que falles.

DING - DONG


-Debe de ser tu novio, ábrele.

Corrí a la puerta. Jungkook esperaba detrás con el coche en marcha.

-¿Estás lista? - me preguntó.

-Sí. Deja que coja mi mochila. 

Tras cogerla me despedí de mis padres, que me desearon un buen viaje y me fui con Jungkook a su coche. Me abrió la puerta, como ya era costumbre y dejó mi equipaje en el maletero. Entró y arrancó el motor.

-Allá vamos. 

Y en menos tiempo del que me di cuenta, ya estábamos en ruta, oliendo el mar y casi saboreando el viento marino. Y aunque la temperatura no fuera muy de mi gusto, esto seguía siendo genial. Jungkook conducía, mirándome a cada rato, sonriendo y volviendo a poner la mirada en la carretera. 

Y al llegar a Busan salí del coche disparada hacia la playa frente a la casa de los Jeon. La arena entraba entre mis dedos y me hacía cosquillas, la brisa marina del atardecer movía mi pelo y... Y era feliz. Esto era algo que de verdad necesitaba. Llevaba meses ocupada, estrujándome la cabeza y estresada por como saldrían las cosas, y estar aquí me llenaba de paz.

-Hyesun. - me gritó Jungkook desde el balcón de la casa, quien movía la mano de un lado al otro tratando de captar mi atención. - Te va a encantar esta casa. 

Tras quitarme los zapatos llenos de arena y dejarlos en la entrada subí al segundo piso, observado los detalles de los cuadros, los caros marcos, los espejos... Todo era precioso.

-Te dije que te gustaría.

-Es una casa preciosa...

-Debes de tener hambre, vamos a comer. Hay un restaurante italiano cerca.

(...)

Las chicas se lo comían con los ojos. Todas y cada una de ella tenían la mirada puesta en mi novio. Esto estaba pasando un límite, entendía que Jungkook era tan arrebatadoramente guapo como para que se le quedaran mirando, pero esto es demasiado. Incluso chicas que están aquí con sus novios están mirando a Jeon. 

No era una novia celosa, lo había demostrado en otras ocasiones, pero no siempre puedo controlarme, y menos cuando no es una sino varias las que se imaginan a mi hombre con ellas en la cama, aún cuando ellas mismas tienen pareja... En fin, la hipocresía.

Hacía rato que nos habían servido la pizza, pero con esa escena se me había ido el apetito. Tan solo miraba como Jungkook comía, y también como su comisura tenía una mancha de tomate.

-Qué tierno... - pensé. 

Limpié con mi dedo la mancha y lo llevé a mi boca quitando el exceso y saboreando la salsa.

-¿Qué... qué haces, Hye?

-Oh, eh... Tenías tomate en tu boca... 

-Sé lo que estás pensando, y a mí también me incomoda... Pero eres adorable cuando estás celosa. Quiero provocarte más. Me gustaría que te pusieras celosa más a menudo.

-Pero no quiero ser super celosa, eso solo le haría daño a nuestra relación.

-Pero es algo normal, el tener un pequeño sentimiento de posesión con tu pareja. No es nada malo. Yo también me pongo celoso. 

-Entonces, ¿no es malo si quiero que estés conmigo y con nadie más?

-No es nada malo, eso es bueno. Es porque me quieres.

-...

-De todas formas, no tienes nada de lo que preocuparte. Soy tuyo desde la noche del baile.

-¿Eres mío...? - Ah, me estaba volviendo loca. No puedo poseer a una persona, ¿verdad? - Pero no eres de mi propiedad, no te he comprado... No lo entiendo.

-Soy tuyo porque quiero serlo. Porque me siento atado a ti y porque te quiero tanto como para que tu me poseas y yo a ti.

-Así que... ¿Yo soy tuya y tú eres mío? Pero, si yo soy tuya, y tú mío eso significa que yo soy de mí misma.

-Te estás desviando del tema... Esto no tiene nada que ver con eso. Es tan solo una sensación de posesión y cariño. Sería un problema si tú no me quisieras y yo te proclamara como mía. Pero como los dos nos queremos somos el uno del otro, sin ataduras, sin compromisos... - solté una pequeña risa. - ¿Qué es tan gracioso?

Agarré su mano con las mías. - Eres mío... - volví a reír. - Tus labios son míos, tus manos son mías, tu espalda es mía, tus hombros son míos, tus brazos son míos, tus ojos, tus mejillas...

-Todo yo te pertenezco, Hye. Todo yo.

FIVE YEARS  » JEON JUNGKOOK «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora