FIVE YEARS » JEON JUNGKOOK «

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 [Jungkook]

-¿Qué haces aquí? - le pregunté fritamente. 

-Sino fue porque no te dije que te amaba, entonces, ¿por qué fue?

-Hyesun, déjalo ya. Nada cambiará, no volveremos a estar--

-¿Fue porque no me acosté contigo? - me interrumpió. Ni siquiera sabía que responder. ¿Cómo pudo pensar que la dejé por algo así? - Fue por eso, ¿verdad?

-Hye... No. - entonces sus labios se pegaron a los míos. 

-Si es lo que hace falta por estar contigo, lo haré...

Después todo ocurrió muy rápido, casi ni me di cuenta de lo que estaba haciendo y, es que, cuando besaba a Hyesun, todo desaparecía y solo estaba ella. No me percaté en aquel momento, pero no hacía más que infligir daño. 

Todo fue tan deprisa que, sin siquiera ser consciente, acabamos en mi habitación, en la cama, conmigo encima. Ya había desabotonado su camisa, y yo me había quitado la mía. 

"Para, déjalo ya." Me repetía a mí mismo una y otra vez, pero no era capaz. Esto era lo más cerca que había estado jamás de tocar el cielo, era una sensación tan excitante que llegaba a ser abrumadora. 

-No. - Hyesun me miró. - No puedo seguir con esto. - la levanté de la cama, le puse la camisa y tiré de su muñeca para que saliera de mi habitación. 

Bajamos las escaleras, ella no dejaba de decirme cosas, pero no quería escuchar, si lo hacía, lo más probable sería que caería rendido a sus pies, por lo que hice oídos sordos y la obligué a irse. Cerré la puerta en su cara mientras me rogaba que hablara con ella.

Después empezó a llover. 

Hui de nuevo a mi habitación, pero no pude resistirme a mirar a través de la ventana. Entonces el corazón se me hizo pedazos. Creo que jamás había visto a Hyesun llorar tan desconsoladamente. Ni siquiera pude contener mis propias lágrimas. Y lloré como jamás pensé que lo haría. Nunca lloré afligidamente por alguien. En realidad, no recuerdo si alguna vez llegué a llorar por alguien que no fuera Hyesun.

Solo sabía que, al final del día, yo le hacía daño a Hyesun, y eso me estaba matando por dentro. 

[Diario de JK]

"No muchas personas encuentran el amor verdadero en este mundo"

Yo lo encontré, y lo dejé marchar. Pude haber sido egoísta y privarte de tus sueños y tu futuro, pero no lo hice. Cuando uno está tan profundamente enamorado como yo lo estoy de ti, se hacen cosas locas e irracionales. Y por muy loca que pudiera ser la idea de dejarte para el Jungkook de hace un año, el Jungkook del presente lo ha hecho, y no se arrepiente. Porque sabe que es lo mejor para ti, y porque te quiere demasiado como para arrebatarte algo que te mereces y deseas de verdad. 

Espero que me perdones, te he hecho daño. Pero, si en algún momento llegas a leer esto, por favor, intenta entender la decisión que he tomado. 

También espero que recuerdes lo mucho que te quise cuando aún tenía la oportunidad de decírtelo.

(...)

Los días pasaron, y con ellos las semanas. Hyesun parecía haberse olvidado de mí, o eso era lo que yo quería creer. Me negaba a pensar que me seguía queriendo, porque eso solo me haría tener esperanzas de que, en algún momento, volviera conmigo. 

Pensaba tanto en ello, que a veces me quedaba en blanco, sin pensar en nada más. Justo como en ese momento, cuando lo oí.

-Ya verás, en una semana la tendré en la cama. - decía una voz masculina. 

-¿No está saliendo con Jeon?

-Ya no. Los oí discutir el otro día. 

-No lo conseguirás, la chica es tozuda.

-Confía en mí.

Salí el baño cuando oí la puerta cerrarse, después lo seguí. Se llamaba Baeyong, era de mi clase, tan solo habíamos intercambiado palabras un par de veces, pero de esas veces no me dio buena espina. 

Iba directo a Hye, la saludó con una sonrisa de idiota y ella le devolvió el saludo tímidamente. Después la miró descaradamente cuando se marchó. Ni siquiera fue descarada, estuvo totalmente fuera de contexto. Jamás nadie tendría que sentir unos ojos como esos mirándole, morbosos, lujuriosos, asquerosos.

Cuando me cercioré de que Hye se había ido fui hacia él, lo cogí por el cuello de la camisa y lo estampé contra las taquillas.

-¿Pero qué? - se quejó él.

-Tócala y te mato. 

Debí de mirarlo con tanta rabia que se murió de miedo, me miró s terrado, y se fue corriendo. 

-Parece ser que, por mucho que lo intente, siempre voy a preocuparme por ti.