FIVE YEARS » JEON JUNGKOOK «

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[Jungkook]

No iba a mentir, me moría de miedo. No quería saber lo que pasaba si Yiwa llegaba a hacer algo. Pero no podía dejar a Hyesun, simplemente no podía. Llevaba años, literalmente, esperando por acercarme y hablar con ella. Y ahora que tengo algo con ella, algo precioso, no puedo dejarla ir, no quiero. Es algo superior a mí, no puedo siquiera pensar en que haría si ella me odiara. Me desmoronaría, mi mundo se vendría abajo. 

Trataba de actuar como si nada pasara, pero me daba la sensación de que Hyesun no se tragaba mi actuación. Lo veía en sus ojos, cada vez que la besaba, o cuando cogía su mano. Su mirada me lo decía todo, me decía que sabía que algo estaba pasando conmigo.

Esa mañana aparqué frente a su casa, como todos los días. Esperé tan solo dos minutos y la vi salir corriendo hacia mí, como siempre. Se puso de puntillas y besó mi mejilla, como siempre. Los entramos en el coche, y nada más arrancar situó su mano encima de la mía, como siempre.

Todos esos pequeños gestos eran lo que me estaba matando, saber que podía perder esos momentos a los que tanto me había acostumbrado y que tango disfrutaba me estaban haciendo perder la cabeza. 

Llegamos al instituto en nada y menos, quedaban varios minutos antes de que las clases empezaran. Hye salió del coche, y tras cerrar la puerta se apoyó en esta. Salí también del coche, Hyesun me agarró del brazo y me hizo colocarme junto a ella, apoyándome en el techo del coche.

-Jeon, ¿hay algo que te preocupe? - preguntó bastante preocupada. - Te noto muy extraño. 

-No, no pasa nada. 

-Mientes, sé que mientes. - colocó ambas de sus manos en mis mejillas. - ¿Por qué no me dices la verdad?

-No te estoy ocultando nada. 

Giré mi cabeza para poder besar su mano, después su brazo, y finalmente sus labios. Sabían igual de bien que siempre, me causaban la misma felicidad que siempre. Pero, ¿por qué esta vez, también me sabía a despedida? 

Se separó tan solo un segundo de mí. - Me voy a clase. - Y volvió a besarme. 

Miré como se marchaba, dando saltitos, mirando por encima de su hombro si todavía seguía ahí.

No, definitivamente no puedo perderla.

(...)

Caminaba por los pasillo, en espera de Hyesun, quién estaba hablando con el director sobre su beca, y la razón por la que faltaría a algunas clases para poder asistir a los cursos de iniciación que ofrecía el programa. 

-Parece que - la voz de Yiwa se escondía tras una puerta. - no me has hecho caso, Jeon. 

-No entiendo porque debería. - me giré a mirarla a los ojos. - No es más que una amenaza vacía.

-Eso es lo que tu quieres creer, Kook.

-No me llames así. 

-Pobre e ingenuo Jeon. - Yiwa se paseaba con superioridad, como si tuviera el mundo en la palma de su mano. - Crees que puedes salvar su futuro y, al mismo tiempo salvar vuestra relación. Pero sabes que no es así... Tienes que escoger si ser egoísta y negarle el futuro brillante que merece o, dejarla sabiendo que es lo mejor para ella y estar conmigo.

-No voy a dejar que me apartes de ella. - dije con furia.

-Se te agota el tiempo querido. Tic, tac. 

-Será mejor que dejes esto, Yiwa. No pienso dejarla.

-Oh, sí que lo harás... Y vendrás a mí rogando que te ayude. Y solo entonces, cuando tú seas mi novio, la dejaré en paz. 

Yiwa me dejó solo en el pasillo, pero tan solo unos instantes después, Hyesun saltó sobre mí.

-Ya he acabado, ¿nos vamos a casa? 

-Sí, vámonos a casa.

(...)

Tras conducir unos agradables quince minutos, llenos de risa, llegamos a casa de Hyesun. Su madre, como siempre, nos recibió con los brazos abiertos.

Subimos a su habitación, cogió mis manos y me hizo sentarme en la cama.

-Bien. Dentro de poco tengo la reunión de nuevos alumnos del programa, y he comprado un vestido. Dime cómo me queda.

-Encantado.

Antes de que entrara al baño a cambiarse cogí de nuevo su mano y la besé. Me dedicó la sonrisa más bella del mundo. 

Oí su tono de llamada desde fuera. Descolgó el teléfono y estuvo varios segundos en silencio, quizás un par de minutos. Después dio las gracias y todo volvió al más sepulcral de los silencios. Después se oyeron los sollozos. 

Salió del aseo, con un vestido negro, precioso, y con la cara empapada por las lágrimas.

-Me han quitado la beca.

·NOTA DE LA AUOTRA·

Hola de nuevo.

Siento mucho haber estado ausente tanto tiempo. Me he retrasado tanto con este capítulo por unos temas serios de salud. No me he encontrado bien durante los últimos meses y no me sentía capaz de escribir. Lo siento mucho. 

No contaré aquí qué es exactamente lo que me ha pasado, es algo que me gustaría mantener en privado. Gracias por entender.

Los capítulos volverán, puede que no con tanta frecuencia como antes pero volveré a publicar. 

Siento mucho haber tardado tanto en volver. 

Nos leemos en próximos capítulos. <3