FIVE YEARS » JEON JUNGKOOK «

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[Jungkook]

Después del instituto llevé a Hyesun a mi casa. No sé lo que hicimos pero las horas de la tarde se fueron volando, ni siquiera me di cuenta de cuando estaba anocheciendo. 

Hyesun bailaba en la cocina mientras hacía algo para comer, tarareaba alguna canción que se le hubiera pegado y, jamás se la había visto tan en paz. Llevaba una de mis camisetas, y su figura resaltaba en las sombras. Me apoyé en la encimera y me quedé mirándola durante mucho, mucho tiempo. Y según ese tiempo pasaba mis ganas de arrancarle la única tela que llevaba cubriendo su cuerpo y hacerla mía crecían en mi interior.

-Jungkook, ¿qué haces? - inquirió.

-Admiro tu belleza. - respondí.

-Me miras de una manera extraña.

-No te miro. - indiqué. - ¿Alguna vez has oído el término apodyopsis? - negó con la cabeza mientras me acercaba a ella por la espalda. - El acto de desnudar a alguien con la mente. - susurré en su oído. Hyesun se quedó sin palabras. - Si fuera por mí no tendrías puesta ni la ropa interior.

-Jungkook... - su voz era prácticamente inexistente. - ¿Qué estás diciendo? - pude notar como sus mejillas se ponían rojas cuanto más hablaba. 

-Debe ser un pecado, desearte tanto. - Hyesun se dio la vuelta para poder mirarme a los ojos. Me observaba de una manera rara, no podía descifrar lo que decían sus ojos. - Si pudiera hacerte entender todo lo que siento por ti te asustarías de cuanto te quiero. Creo que no es normal, el estar tan enamorado de alguien. - Su mirada de ablandó, se volvió frágil y suave. Esos eran los ojos que me enamoraron nada más verla. - Voy a casarme contigo. - dije mirándola directamente a los ojos. 

-¿Eh? ¿Qué vas a hacer qué? - Hyesun se asustó. Casarse era algo muy serio, y éramos demasiado jóvenes como para hacerlo, pero estaba tan seguro que lo mucho que la quería que no dudé en decirle que pasaría el resto de mi vida con ella. - Jungkook, solo tenemos dieciocho años, es muy pronto para casarnos.

Le di la vuelta para que quedara de espaldas a mí y colé mis manos por debajo de su camiseta.

-Lo sé... - dije mientras besaba su cuello. - No he dicho que vaya a hacerlo ahora, digo que pienso hacerlo en un futuro.

-Estás loco... - dijo.

-Lo estoy por ti.

(...)

Su belleza natural me cegaba, incluso en la cama, desnuda y con el pelo revuelto me parecía la persona más hermosa de todo el mundo. 

-Oye, siempre andas escribiendo, pero nunca me lees lo que escribes. - me dijo.

-Será por algo...

-Vamos, Jeon. Si es porque te da vergüenza solo tienes que ver como estamos ahora mismo y se te pasa.

-No, no es por eso.

-¿Y entonces por qué es?

-Es que... ¿Y si no es bueno?

-Jungkook, ¿estás de broma? Seguro que todo lo que escribes es genial. Tan solo leí uno de tus diarios y me pareció la cosa más bonita del mundo. 

-¿Y cómo quieres que te lea algo? No tengo mis libretas aquí, te recuerdo que se las di a Namjoon para que las tirara.

-¿No te acuerdas de nada? - me preguntó. - ¿De algo que hayas escrito en un día especial?

-... - me quedé callado unos instantes, me daba vergüenza admitir aquello. - Recuerdo lo que escribí el día que te vi por primera vez.

-¿Qué fue? Dímelo, por favor. - me pidió.

-¿Sabías que, el día en el que llegaste, amor, el cielo cambió de color?  ¿Sabías que, antes no nos conocíamos, pero por horas te miraba? Con tan solo una mirada, mi mundo se llenó de luz. Contigo, incluso los lugares más oscuros del mundo son brillantes. De repente, y como un milagro, todo el tiempo que estaba congelado vuelve a correr. Y en el momento en el que te vuelvo a ver, todo toma color.

Hyesun me miraba enternecida. -¿Con cuantos años escribiste eso?

-Fue cuando te conocí, así que... Creo que con catorce.

-Ha sido precioso.

-¿De verdad lo crees?

-Sí, lo creo. No vuelvas a avergonzarte por cosas como esa, al menos no cuando estés conmigo. 

-Vaya. - me asombré. - Parece que hemos intercambiado los papeles. ¿Qué pasa? ¿Tenemos sexo y toda tu vergüenza desaparece?

-No lo digas así. Hemos roto la única barrera que nos separaba, mi pudor. Ahora no tengo nada de lo que avergonzarme u ocultar. Puedo mostrarte el 100% de como soy, y espero que tú hagas lo mismo. 

-...

-Obviamente cada uno tiene cosas que no cuenta, sus secretos e intimidades, pero siempre está bien tener una persona con la que puedes compartirlo todo, ¿verdad?

-Como me molesta que siempre tengas razón. - me quejé. - ¿Puedes dejar de ser tan lista por un minuto?

-No. Y si quieres casarte conmigo mejor te vas acostumbrando.

-¡Oye! ¡Eso no es justo!