FIVE YEARS » JEON JUNGKOOK «

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[Jungkook]

Por mucho que la miraba no dejaba de creérmelo. Después de aquel día no había ninguna barrera entre nosotros. Antes de romper, Hyesun todavía era insegura, le daba vergüenza mostrarse a mí, pero ahora, todo era diferente. No existía ningún pudor entre nosotros. Ella se hacía ver tal cual como era cuando estaba conmigo, y eso me hacía cuestionarme si podía llegar a enamorarme aún más de ella. Me decía cosas que no le decía a nadie más, ese tipo de cosas que estás desesperado por compartir con alguien de lo ridículas que son pero no se las dices a ninguna persona cerca de ti porque no estás seguro si se reirán como tú te ríes cuando lo recuerdas.

Pasamos todo el fin de semana enredados en la cama, casi no salíamos de mí habitación. Di gracias al cielo que esos días mis padres había decidido irse de viaje con unos amigos. Hyesun vestía mi ropa, dormía entre mis sábanas, no había nada mejor; tan solo cuando por las noches se me acercaba y decía "te quiero mucho" o "te amo infinitamente". Entonces le respondía "yo también", olía su aroma, dejaba, casto beso en su frente, la arropaba entre mis brazos y después caíamos en los brazos de Morfeo.

Pero, si me preguntaran cuál fue el momento en el que me di cuenta de que la amaba tanto de que daría mi vida por ella, sin duda respondería que fue en ese entonces. Recuerdo que ni siquiera llegamos a intercambiar palabras.

Después de cenar, Hyesun había salido al jardín, decía que quería admirar las estrellas. Le había gustado desde niña. Por entonces tan solo veía su espalda, su hermosa silueta cubierta por una sola tela. Comenzaba a hacer calor, sus piernas estaban al descubierto. Me imaginaba sus brazos, pelo, cuello, pechos, vientre... Todo ello me parecía una obra de arte, esculpida por el mismo Miguel Ángel.

Apodyopsis, el acto de desnudar a alguien con la mente.

Me quedé mirándola Dios sabe cuanto, y ella seguía mirando hacia arriba, con los ojos clavados en el espacio, sosteniendo una taza de té. Ella veía cosas que yo no era ni siquiera capaz de entender. Ella veía infinidad de posibilidades y teorías en lo que yo solo veía un manto negro con puntos blancos. Tanto le fascinaba lo que miraba que le brillaban los ojos, más que cualquier estrella del firmamento. No sabía lo que pensaba, no entendía como pensaba ni acerca de qué pensaba, pero podía quedarme todo el día escuchándola hablar.

Esta chica, mi chica, hará cosas grandes por el mundo, por la humanidad. Si con tan solo 18 años ha conseguido conjeturar los viajes en el tiempo, no sé lo que hará cuando tenga 30, o 40, o 50 o 60. Ha nacido para ser una genia.

Después notó mi presencia, se giró y me dio el regalo más puro que le puedes dar a alguien: una sonrisa sincera.

Esa sonrisa removió mis entrañas. Me estremeció hasta lo más profundo. Y fue en ese entonces, cuando se giró y volvió a admirar el cielo, en el que me di cuenta de que daría lo que fuera por ella, cualquier cosa. Y tan solo le bastó con eso, con algo tan simple como una sonrisa, con algo tan poderoso como una sonrisa suya.

Entre los arbustos oí algo moverse, no había sido un animal, parecía algo más grande. Pero, por muy extraño que parezca, me inspiró confianza, no miedo.

Cuando dejé de pensar en ello me acerqué a Hyesun y la rodeé con mis brazos. Besé su hombro y miré hacia arriba, justo como estaba haciendo ella. Después me habló durante largos minutos en como de maravilloso sería salir y ver el espacio exterior, sentir la nada rodearte, no poder oír ni un solo ruido en millones de años luz. Y después, me dijo algo que no olvidaré jamás:

"¿Pero sabes qué es aún más maravilloso? Verte cada mañana y saber que me quieres."

(...)

Creo que nos quedamos horas mirando hacia arriba, disfrutando de la brisa primaveral y, del calor del otro.

-Hyesun, ¿puedo preguntarte algo?

-Dispara. - respondió. Descansaba entre mis brazos.

-¿Por qué esperaste? Para el sexo.

-Bueno, creo que nunca se me presentó la oportunidad.

-Eso es mentira.

-¿Cómo lo sabes?

-Porque sé que a Park Jinsun le gustaste, te pidió salir y lo rechazaste. Y también sé que Bo Minyoung te invitó al baile el año pasado y dijiste que no.

-¿Cómo sabes todo eso? - preguntó. - ¿Me espiabas?

-No, pero estuve cinco años enamorado de ti y los rumores vuelan. - Hyesun se quedó callada. - ¿Entonces por qué fue?

-Supongo que no quería que fuera con cualquiera. Pasé mi infancia y parte de mi adolescencia leyendo a Bronte y a Austen, quería algo como lo que había en los libros. Me reservé hasta encontrar al hombre perfecto.

-¿Decidiste esperar porque tenías miedo o-?

-No tenía miedo. Estaba esperándote a ti

-¿A mí?

-Sí, estaba esperando al hombre que me amara tanto como tú lo haces, genuinamente.