¿Una pesadilla? Él
¿Un sueño? Ella
¿O era al revés?
No lo sé, pero lo que si era seguro al verlos, era su obsesión por el otro.
Serás mía por todo la eternidad.
Aunque eso signifique que tenga que destrozarte y armarte a mi antojo una y otra vez.
Y...
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24 de diciembre 21:21 P.M
La noche helada como toda víspera navidad. Tan peligrosamente fría que hasta a través del gran ventanal podías ver los copos nieve posarse en el cristal que a la vez estaba siendo traspasado por la luz de la luna nueva.
Hoy, un 24 de diciembre la mayoría de las personas debe estar con sus familias. Festejando, amándose, cuidándose.
Dije la mayoría, y yo no pertenezco a lo cotidiano. A lo común, a lo aburrido.
—But I wont just lay down and die (pero no solo me acostaré y moriré)... wearing a fake smile... (con una sonrisa falsa)—murmuré la letra de la canción que abarcaba hasta el mínimo rincón. Quité los ojos del ventanal para volver al gran espejo—.The joke's on you (la broma eres tú)
Mirándome en el espejo de cuerpo completo en mi habitación, con una bata de seda gris larga que me cubría por el completo delicadamente pero sin perder la sensualidad al andar. Una copa de champange media llena posada en mi mesa de noche junto a la botella de elevado precio vacía. Agarré el labial color nude a su lado y mire mi rostro sin ninguna gota de maquillaje ahora contorneado por un cabello que pasó de ser castaño a un color gris casi blanco, cortado por la altura de mi mentón perfilado. Mis ojos dibujaron el reflejo con apreciación.
—Jack —llamé su atención.
— ¿Qué quieres?
Uy, qué carácter.
— ¿Sabes cuánto saqué en el examen hoy? —indagué pasando mi dedo con lentitud en la comisura de mis labios, en donde la pintura se corrió levemente. Mis ojos grises fueron hacia él a través del espejo.
—No, ¿Cuánto?
—Cero —pronuncié a la vez que sus ojos blancos de nieve se clavaron en mí sin misericordia, haciéndome tragar saliva creando una presión de pavor que presionó mi pecho. Sí, sí. El me asusta.
—Porque no lo tuvimos —agregué rápidamente ante su mortal mirada.
— ¿Por qué?
Terminé de retocar mis labios al frente del espejo y lo miré por el mismo.
—De eso te quería hablar...—me gire hacia él y Jack se reincorporó en la cama en un gesto aburrido— Encontraron su cuerpo...
— ¿Y?
—Sin vida.
—Aja y ¿Qué?
—Sin ojos, sin lengua. Y las manos estaban en huesos por ser sumergidas en ácido. Y muchas otras cosas que no tienen explicación.
— ¿Cómo qué?
—Que le haya salido lápices por el culo lleno de mierda y que sus tripas estén infladas con formas de animales a su alrededor. Cuando es obvio que en este mundo es imposible que eso suceda. Claro, solo si alguien...o algo tenga magia.
