Payaso Gótico (+21) ~ Dark Wishes I

☸ •ℜ𝔢𝔠𝔲𝔢𝔯𝔡𝔬𝔰 𝔡𝔢 𝔪𝔲𝔢𝔯𝔱𝔬𝔰• ☸

Final "Parte I"

Bienvenidos al inicio del averno.

En donde los muertos sienten.

El alma pesa.

Y el amor solo es otra de sus tantas atracciones mortales para invitarte a fundirte en él.

Ofreciéndote como presente nunca más volver a la luz con la inocencia intacta.

Ya qué...

¿De qué te sirve vivir sin la aflicción de sentir?

¿De que te  sirve existir sin  el tacto dolor?

¿De que te sirve saber amar si no sabes herir?

Y sobre todo...

¿De que te sirve intentar ser bueno cuando anhelas al mal?

-M.Wolf

Canción para contemplar y acompañar al capitulo "Ruelle- War Of Hearts".

25 de diciembre, 23:23 PM

Malcriada

Un castigo que todo monstruo merece.

Perder incontable de veces a lo único que lo hace contemplar la exigua esencia de estar vivo, o al menos fingirlo por un determinado tiempo.

No por un eterno adiós, pero tampoco merecedor de un feliz para siempre.

Un insano amor, un baile en blanco y negro, vueltas en un matiz y perdición en el oro guiaban nuestros pasos al esperado abismo que siempre estuvo pero fingíamos que nunca existió.

Fingíamos no tener que correr asustados pero el miedo era lo único que conocíamos.

Yo no quería olvidar, pero aquello formaba parte de mi castigo, de mi trato con la muerte.

Como todos los actos más crueles se hicieron en el nombre del bien, cualquier roce; sea con cariño falso o bruteza dulce entre dos seres sin alma que se excusaban detrás del amor, todo era tan jodidamente falso, pero necesario.

Me era necesario para sobrevivir a lo que nunca entendí.

Y ahora mis párpados pesaban.

Y abrir mis ojos fue una lucha.

Unas de las últimas.

Sé que caí dormida luego de que a tal monstruo se le ocurriera crear otro libro o álbum de lo que ocurrió y no olvidarlo en una amarga diversión.

Cortamos papeles para pegarlos en diferentes partes del interior creando un collage horrible pero con sentimiento (o algo así). Todo era blanco, gris y negro. De vez en cuando el dorado se nos escapaba pero era parte mi naturaleza, no podía evitarla por completo después de todo.

"Te prometo que nunca te heriré, aunque sea lo único que este acostumbrado hacer"

Oh, mi dulce criatura del infierno.

Es justo todo lo que necesito.

Dibujamos —más bien yo lo hice, él nunca agarró un lápiz— nuestros sueños, nuestro baile aquella noche de navidad, escenas borrosas del cariño entre ambos, los muertos que nos llevamos como suvenir de esta época, los niños, Lowen, el entrenador y hasta el estilista fue trazado en esa hoja como recuerdos sombríos y juegos maquiavélicos que solo nosotros entendíamos.