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Naruto llegó a Ichiraku's y fue recibido calurosamente por Ayame.

"¡Hola Naruto!" dijo ella colocando un gran tazón de su ramen favorito frente a él. "¿Qué tal tu primer día? He oído que Kakashi es un shinobi bastante fuerte..."

Él le sonrió y le contestó entre bocado y bocado. "Sí... ¡Fue increíble!... Tenía unas campanas... y teníamos... que conseguirlas... y el trabajo en equipo y esas cosas ¿sabes?" Dijo terminando el ramen.

Ayame puso otro bol de ramen delante de él y escuchó con interés.

"¿Y esa prueba de la campana? Es una especie de prueba, ¿no?" Le preguntó.

"Sí... la prueba de la campana... tenía 2 campanas... teníamos que cogerlas... o si no suspenderíamos". Dijo a medio terminar su ramen.

"¿Y reprobaron o aprobaron? "Preguntó con una sonrisa pícara.

Naruto se levantó y dijo "¡Claro que aprobamos! ¿Ves esto?" Señaló su diadema "Soy el mejor shinobi y algún día seré el hokage. CREEDLO!" Esto hizo reír a Ayame.

Naruto sonrió y dijo "¡Bueno gracias por la comida debo irme ya!"

Con esto emprendió su camino a casa. Tenía una gran sonrisa pegada en su rostro, una gran sonrisa falsa.

Esto es tan molesto. Duele después de un rato. Pensó, frunciendo mentalmente el ceño a cada aldeano.Sólo había 2..no 3 personas que realmente le gustaban. Teuchi, Ayame (gente de Ichiraku Ramen) y el viejo Hokage.

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Se detuvo frente a una tienda. En ella se vendían máscaras. Muchas tiendas ya habían cerrado, y volverían a abrir por la tarde. Naruto se quedó mirando una máscara en particular. Parecía una máscara ANBU. Pensó en cómo podría haber sido un ANBU si no tuviera que llevar esta máscara propia.

Estaba perdido en sus pensamientos cuando el dueño de la tienda le lanzó una botella. (Preparaos chicos)

No estaba prestando atención y la botella se rompió en su cabeza. Un hilillo de sangre se abrió paso por su cabeza. Se sujetaba la cabeza con dolor cuando empezaron a salir otros dueños de la tienda. Algunos con palos y otros con botellas de vidrio propias.

"¡Eh, mocoso! ¿Cómo te atreves a mirar mi tienda con esos ojos asquerosos que tienes?" le preguntó el dueño de la tienda de máscaras. Le sujetó por el cuello.

"¡Apuesto a que os estaba echando algún tipo de maldición demoníaca!" gritó un idiota.

"Sí ¡Quién sabe lo que puede hacer este demonio!"

"¡Demostrémosle de lo que somos capaces!"

"¡Muere mocoso demonio!"

Demonio

Mocoso.

Desperdicio de espacio.

Nunca deberías haber nacido.

Monstruo.

Todos estos pensamientos volvieron rápidamente. Y también las ganas de matar. Pero,

recuerda. Si les haces un solo rasguño, tu muerte o exilio o encarcelamiento están asegurados. Nunca hagas daño a los aldeanos.

Una regla difícil de seguir, pero se las arregló.

Un hombre se acercó a él y le dio un puñetazo en la mandíbula, mientras dos hombres le sujetaban por los brazos. Una mujer se abrió paso entre la multitud y le abofeteó. "¡¡¡ESTO ES POR MATAR A TODA MI FAMILIA, DEMONIO!!!", gritó mientras le abofeteaba.

El verdadero Yo (The Real Me)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora