Demon's Blood

Soluciones

La tensión podía sentirse en la sala, Alice ya no era miembro activo de la Legión de Reconocimiento, pero incluso se sintió agobiada por la presión que se comenzaba a presentir.

Mientras tanto su guerrera más fiel se encontraba confundida y consternada, pues las palabras de su monarca no concordaba con sus acciones pasadas y el trato que había hecho con Eren Jaeger.

Tenía que encontrar a Floch o a Eren y pedirles que revocarán esa orden o incluso Alice podría salir mal.

—Hange, Roeg—llamó la monarca del Imperio.

Todos en la sala voltearon a verla, a pesar de tener todos los ojos presentes encima de ella lucía bastante calmada, lo contrario a sus soldadas que se incomodaron ante la atención de todos sobre su reina.

—Antes de que el General falleciera, me informó acerca del futuro cambio del Titán fundador.

Las palabras de Alice tomarón de imprevisto a Mikasa, sus guerreras y a la misma Hange. Los demás soldados, sobre todo la militar, se mantuvieron serios. Ellos sabían de los planes de Zackly.

—Hablé con él al respecto, pero no concordamos nada—murmuró Hange volteando a Roeg quien caminó hacia el frente.

—Debido a que el Titán Fundador no puede ser tomado por alguien de sangre real eldiana, consideramos que igualmente alguien importante a Paradis debería tomarlo para mantener el poder—dijo Roeg mirando a Alice únicamente.

Los presentes voltearon hacia la joven monarca también.

—¿Qué insinúas Roeg? Dijimos que sería un soldado de la militar...—dijo Nile desconcertado.

—Alice tomará al Titán Fundador de Eren Jaeger—contestó Roeg.

Antes de que alguien pudiera si quiera protestar o decir algo al respecto la puerta de la sala se azotó con un soldado, traía información.

—¡Eren Jaeger ha escapado de la prisión subterránea! —gritó tan alto aturdiendo a todos.

Los eldianos estaban horrorizados, un importante prisionero se había escapado después de la muerte del General y no solo él, también soldados de la Legión de Reconocimiento.

Ahora Dan estaba consternada solamente por Floch, él tenía el espejo y debían usarlo en Alice lo antes posible.

En cuanto Nile dio las órdenes de buscarlo, las guerreras se aferraron a Alice para que nadie pudiese tocarla mientras salían.

—Alice—llamó Mikasa por detrás, ella volteó hacia la joven asiática—¿Lo harás? —preguntó cosnternada.

—Bueno, no ahora que Eren escapó—murmuró con una ligera sonrisa, trataba de haver una broma en un mal momento.

Su broma no hizo más que molestar a Mikasa, la chica alta de cabello negro caminó hasta la Reina, pero fue detenidad de inmediato por Yamil.

La guerrera era más alta que Mikasa, sus musculos sobresalían y miraba con furia a la mujer de cabello corto frente a ella. A Mikasa incluso le sorprendió la fuerza que tuvo para detenerla.

—Descuida Mikasa, yo no haré nada hasta que no encuentren a Eren—dijo Alice burlándose y comenzó a caminar fuera de la sala.

—Armin, ¿qué está pasando? —preguntó Mikasa preocupada.

Esta vez el rubio no tenía respuesta, el futuro de Paradis, el mundo y el de ellos era incierto ahora.

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Las únicas incómodas al respecto de cambiar al fundador eran sus guerreras; Yamil estaba más preocupada que Dan, esta seguía sin procesar las acciones de su monarca.