Errores del pasado, Consecuencias del Futuro

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Entender el instinto de guerrero de Alice era ahora otra de las tantas tareas de Hange por la cual estaba interesada en realizar. Aunque Levi no estaba completamente de acuerdo, aceptó porque se trataba de Alice y sí había alguna manera para que ella siguiera su voluntad y perdiera aquel control entonces estaba dispuesto a que entrenara con Canek.

—Cualquiera proveniente del Imperio nace con el instinto, se sabe bien que si nos mezclamos este desaparece—Canek volteó a Alice, ella ponía a duda la información que se tenía—O pierde su verdadera escencia. Se desarrolla a partir de los tres años de vida, ¿tú cuándo lo sentiste?—preguntó inclinándose a ella.

—Lo sentí hasta que me uní a los reclutas, tenía quince años—contestó ella tomando por sorpresa al líder.

—Tu instinto ya estaba presente, simplemente no encontrabas a alguien superior a ti para que te ordenara—explicó Canek y ambas comprendieron al instantes—Entrenarte como una del Imperio será casi imposible, como te dije, nosotros entrenamos desde que surge el instinto, tu comenzarás ahora.

Las palabras de Canek no fueron alentadoras, Alice realmente quería ser parte del Imperio, eso ayudaría a la Isla y así los mantendría a salvo del resto del mundo no solo a los habitantes sino a la gente que le importaba.

—No me importa que tan pesado sea el entrenamiento—dijo Alice mientras extendía su brazo derecho frente a ella—¡Entrenaré para ser digna de mi sangre samaritana! —exclamó tomando por sorpresa a Hange.

—¡Alice,  tranquila! ¡Nosotros también te necesitamos! —dijo Hange jalandola hacia atrás, Alice estaba muy insistente para entrenar con Canek.

—He de admitir que la Legión también tiene sus propios métodos, Alice. Quizá ni si quiera iguales a un guerrero jaguar, pero podrías intentarlo—dijo Canek con una sonrisa, las dos lo miraron confundidas—Es el rango más bajo de los guerreros—explicó.

—Entonces ni si quiera podré llegar a ese nivel de guerrera, ¿Eh? —dijo desanimada y Canek asintió.

—De cualquier forma te entrenaré, será duro y exhaustivo, aunque tu nivel debería ser guerrera jaguar, te entrenaré como una Guerrera de la Luna—dijo sorprendiéndola, entrenaría como las guerrera de la líder Nikté—¿Estás lista? —preguntó y Alice asintió con emoción.

—Bien, te haré un chequeo primero—dijo Hange volteando hacia Alice—Ojos cafés, pulso normal, ninguna herida por el momento—le dio un pellizco y su subordinada chillo—Reflejos un poco lentos.

—¡Hange! —le dijo Alice molesta y ella le sonrío.

—Pueden empezar—dijo Hange alejándose de ellos.

El entrenamiento fue extremadamente dificíl para ella. El cuerpo de Alice azotó más de una vez sobre el verde pasto del prado donde entrenaban, su abdomen recibió varios golpes seguidos por el líder del Imperio, e incluso golpes en la cara que le dejaron hematomas y una inflación en el rostro. A pesar de que él era lento para que ella reaccionara, sus reflejos no se comparaban con los de Canek, además de que ser lento no era lo mismo para ambos.

Incluso un día Alice llegó moribunda con Levi después de un entrenamiento por lo cual el capitán también se unió para observarlos entrenar. Su presencia no cambió el estilo de pelea de Canek, de hecho hizo que aumentará la fuerza con la que la golpeaba, tenía que adquirir primero las habilidades fisícas de un guerrero.

Los entrenamientos eran repetitivos al menos para ella, cada vez que se acercaba a Canek su cuerpo terminaba volando sobre el de él para despues chocar contra el verde pasto, era un martir sin embargo no se rendía fácil.

Demon's BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora