Sin salida

242 29 105
                                    

La puerta se abrió por un tremendo golpe, alguien más había entrado a la sala.

—¡Mi reina!—gritaron detrás de ellos.

Levi fue empujado fuertemente hacia atrás, lejos de Alice. Ella lo miró con sorpresa mientras presionaba la palma de su mano con fuerza mordiéndose el labio, la navaja se incrustó en su piel. Alzó la vista hacia la persona que los había apartado.

—¡Yamil te dije que no podías entrar!—gritó Dan levantándose del suelo estaba tirada cerca de la puerta, probablemente Yamil la había tacleado para entrar.

—¡¿Cómo pudiste dejarla sola con un demonio?!—preguntó Yamil molesta mirando hacia Levi, luego volteó de inmediato a Alice y se inclinó a ella—Lo lamento, Nelly. No quise decir eso—murmuró y vió al niño en los brazos de Alice con sorpresa, el vendaje en la mano de Alice se volvía rojo carmesí.

Alice la miró aún con sorpresa, Yamil fue rápido en quitarse sus guantes, volteó hacia Levi quién estaba en el suelo veía furioso a Yamil y ella lo miraba de la misma forma.

—¡¿Cómo puedes dejar que la monarca ande tocando lo que sea?!—preguntó Yamil molesta colocándole los guantes, enterró aún más la navaja provocándole un inmenso dolor a su reina, lo había hecho a propósito.

—¿Quién mierda es ella?—preguntó Levi mirando a Yamil con furia mientras se levantaba del suelo.

—¿Quién demonios eres tú?—preguntó Yamil mirándolo con repudio, ella era más alta que él e intentaba intimidarlo con su altura.

Alice colocó a Damián en el sillón detrás de ella, caminó en medio de ambos y los miró molesta.

—Yamil, contrólate. No te muevas—ordenó Alice.

Levi observó los ojos de la guerrera, su pupila se agrandó como cuando le ordenaba a Alice. Volteó hacia su esposa con sorpresa, ella había provocado eso.

—Papá...—llamó Damián detrás de ellos despertando. Las dos guerreras miraron al niño con sorpresa.

Levi volteó a él y lo cargó en brazos, aún vigilaba a Yamil quién lo miraba con odio. Alice se colocó a lado de Levi, Damián acarició el rostro de su madre mientras escondía su cara en el cuello de su padre.

—Él es mi esposo, el capitán Levi—murmuró tratando de aguantar el dolor—Y el es mi hijo, Damián.

Levi miró a Alice de reojo algo andaba mal en ella, luego giró su rostro al frente. La guerrera de Alice lo miraba fijamente, lucía furiosa y su pupila se había hecho más grande. Luego volteó a Dan que los miraba con sorpresa y felicidad.

—Dan encárgate tú—murmuró Yamil dando la vuelta.

Salió de la habitación empujando con su hombro a Dan. Las dos mujeres observaron su salida con sorpresa, Levi chasqueó la lengua.

—Uy, esta furiosa, rompió su control—dijo Dan mirando a Alice, Levi volteó con sorpresa a ella.

—¿Control? ¿Cómo el tuyo?—preguntó sorprendido ella asintió.

—¡¿Usted es el control de Alice?!—preguntó Dan sorprendida, Alice volvió a asentir.

—Dan, ¿crees que Damián desarrolle el instinto? —preguntó Alice preocupada mirando a su hijo, Levi la miró de la misma forma.

—Mi reina, si yo lo puedo sentir usted también. El instinto ya está en él—dijo Dan nerviosa por la intensa mirada de Levi—Pero entiendo su duda, quizá sea la sangre del capitán—dijo mirándolo.

—¿Qué? —preguntó Levi molesto.

—Ya sabe, su sangre Ackerman—murmuró Dan—Hange y el escuadrón me explicaron eso. Ustedes no tienen un golpe como nosotros que activa nuestro control o propósito, más bien un despertar.

Demon's BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora