Después del incidente en la universidad regresé a mi casa completamente cansado y con ganas de dormir, sin embargo, al llegar a mi casa pude ver una nota dejada por mí familia en la puerta. La nota me decía que habían ido a visitar a mis abuelos y que se iban a quedar cinco días con ellos, cuando terminé de leer eso comencé a preguntarme porque no me habían llevado también, pero al continuar leyendo la nota me di cuenta de que decía que se iba a celebrar el aniversario del restaurante en el que trabajo y que iban a necesitar todo el personal disponible. Trague en seco al darme cuenta de que además de tener mucho trabajo James iba a poner en marcha su entrenamiento. Así que me fui a dormir, preparándome mentalmente para lo que fuera a ocurrir mañana, sin embargo, había algo que no había salido de mi cabeza desde que abandone el complejo de la universidad.
-S- hago una pausa antes de preguntar-¿Qué es el consejo que menciono ese demonio?-
-¿Con que quieres unirte al club de los condenados?- me contesta con una sonrisa, que aunque no podía ver sabía que la estaba haciendo- Sus galletas te convencieron, ¿verdad?-
Negué su insinuación ya que no podía imaginarme congeniando con otros demonios sin que ellos intentaran matarme por formar parte de los más débiles.
-A si se conoce al grupo de demonios más fuertes del inframundo- me contesta- Probablemente ya los conozcas- hace una pausa para después añadir:- ¿Te suena el Ars Goetia?-
-¿Los setenta y dos demonios de Salomón?-
-Exacto, ellos conforman el consejo-
-Así que contra eso nos enfrentamos- pensé- Bueno, no tiene mucho caso preocuparse por eso ahora-
Con ese pensamiento cerré mis ojos dispuesto a conciliar el sueño ya que algo me decía que iba a necesitar toda la energía para lo que fuera a suceder.
Al día siguiente caminé bastante nervioso al restaurante y al llegar pude percibir un aroma familiar, un aroma delicioso que me llamaba. Avance por el restaurante siguiendo el olor hasta que llegué a una habitación oscura en la cual pude descubrir que ese olor provenía de una bolsa de sangre que parecía venir de un hospital. Al momento de percatarme de esto, intente salir de ahí, pero la puerta se cerró sin previo aviso.
-Muy bien Henry- empieza la voz de James del otro lado de la puerta- Tu entrenamiento será estar en este cuarto durante tres días con esa bolsa de sangre- hace una pausa antes de añadir: - Intenta no comerla o tendré que matarte y no te preocupes por agua o por comida, te la traeré cuando sufras hambre o sed-
Sabía que el entrenamiento iba a ser difícil, pero no pensaba que fueraasí, el olor a sangre me seguía llamando, sin embargo, tenía que reunir toda mifuerza de voluntad para no comerme la sangre que estaba del otro lado delcuarto.
-¡¿Cómo vas ahí dentro?!- exclama James desde afuera del cuarto mientras golpea la puerta
Estaba a punto de contestarle hasta que sentí una punzada de dolor y unas ganas de cambiar a mi estado de devorador para poder comer la sangre que estaba en el cuarto así que simplemente solté un rugido en respuesta e intenté no transformarme. Al final impedí la transformación tras haber provocado un corte con mis garras en la parte superior de mi brazo izquierdo, gracias al dolor pude volver en mí.
Por la cantidad de comida que me había estado trayendo James pude deducir que faltaba poco para que me sacaran de esta habitación, solo tenía que aguantar un poco más.
-Vamos- empezó una voz en mi cabeza- Sé que quieres hacerlo-
-No- le respondo cerrando los ojos-No quiero-
-Cómela... cómela... cómela-
Cuando creía que no iba a aguantar más la puerta se abrió y James entro para poder llevarse la bolsa de sangre. Gire mi cabeza hacia la puerta para ver a Edward que con una seña me indico que ya podía salir.
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Humanidad demoniaca (primer presagio)
Teen FictionLos demonios existen, siempre asechando en las sombras. Por esa razón hace años se creo una organización dispuestos a cazarlos, una guerra continua y perdida. Esto cambia cuando Henry Mason, un chico universitario se ve involucrado en un accidente q...