Capítulo 37

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Después de un rato, mi vista finalmente se había acostumbrado a la cantidad de tierra y polvo volando en el lugar. No me esperaba que derrumbaran la mansión sobre nosotros, afortunadamente habíamos logrado salir ilesos.

Tras haber dado la orden de búsqueda y rescate, hice que James se apoyara en mi hombro para ayudarlo a caminar de regreso al carro. Las heridas que mostraba hacían que se le dificultara mucho caminar aun siendo casi cargado por mí. A mitad de camino nos detuvimos ya que mi hermano parecía estar cansado así que lo deje reposar junto a un escombro para que pudiera recargar su espalda contra este.

-Edward, Edward escúchame- empieza James- Su plan ya está en marcha- hace una pausa antes de toser un poco- Piensan lanzar un ataque masivo en dos semanas-

-¿Por qué se descubrirán justo ahora?- le pregunto

-No lo sé- me responde- Pero creo que el niño tiene algo que ver-

-¿Henry?- pensé un tanto desconcertado antes de volver a hablar-¿Qué tiene que ver él en todo esto?-

-Más de lo que creemos aparentemente-

Tras decir eso James fue cerrando los ojos poco a poco, lo cual me estaba preocupando así que lo sacudí mientras lo llamaba. Al ver que solo se había quedado dormido, me relaje para seguidamente levantarlo y volver a caminar en dirección al auto.

Aun con toda la destrucción que había a nuestro alrededor, no tarde mucho en encontrar el estacionamiento, el auto parecía haber sido golpeado por un par de escombros, pero no estaba en tan mal estado como uno pensaría.

Apresure el paso con gran dificultad debido al peso de mi hermano. Lo que no me esperaba fue recibir un golpe que nos hizo rodar hacia un gran cráter que se había formado debido a la explosión. Afortunadamente logre poner a James a salvo en un saliente acompañado con una pistola para que se pudiera defender una vez despertara.

Mi avance fue frenado por una roca, la cual use para reincorporarme. Al levantar la mirada pude ver a un demonio de elite que sostenía una espada que parecía estar hecha de una columna vertebral, pues podías ver el hueso y los músculos que había entre ellos. Este estaba usando una capa y que tenía sus alas extendidas, fue gracias a estas que logro bajar hasta el cráter sin ningún problema.

-Había olvidado que ustedes siempre viajan en manada-

Fui desenfundando lentamente mi espada al mismo tiempo que sentía que este demonio no era igual al resto. Sabiendo esto saque disimuladamente de un talismán de mis bolsillos. El demonio se percató de esto puesto que la mano que sostenía su espada se prepara para atacarme.

-Creía que en tu organización ya no habían exorcistas- me dice- Aunque eso explica el por qué el Anakiri tenía uno de esos- hace una pausa antes de añadir:- Déjame decirte que ese niño deja mucho que desear-

En cuanto escuche eso, mi siguiente pregunta fue acerca de Henry, a lo que él me contesta que lo venció en combate y que lo mato tras pegarle un tiro en la cabeza. Estaba intentando mantener la compostura, sin embargo, no podía evitar estar preocupado por él, si es que estaba vez realmente lo habían matado, no sabía que le diría a su familia y conocidos.

-¿Quién eres?- le pregunto sin dejar de aflojar el agarre en mi espada y en el talismán

-¿Dónde están mis modales?- hace una pequeña reverencia para después añadir:- Mi nombre es Belfegor, miembro del Ars Goetia, el alto consejo del Inframundo-

Ante esta revelación realmente no me sorprendió el hecho de que Henry haya perdido, si este era realmente el caso, esta pelea se decidirá por el poder de ataque de cada uno, sin dejar de lado la estrategia para poder tomarlo por sorpresa.

Humanidad demoniaca (primer presagio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora