Capítulo 28

10 1 8
                                    

La humedad presente en el aire seguía nublando mi sentido del olfato, lo cual me inquietaba desde que llegamos ya que todavía podía notar un olor extraño en el ambiente y eso me ponía nervioso. Ver la lluvia caer desde el pórtico de la casa me brindaba una sensación de tranquilidad al mismo tiempo que me hacía olvidar por unos momentos el motivo de estar aquí.

-No te relajes tanto-

-Es difícil no hacerlo- le respondo a S mentalmente- El clima combinado con el ambiente es relajante-

-Aun así tienes que estar alerta- vuelve a mencionar- Más aún que si enfrentas a un demonio al aire libre no podrás usar ninguno de tus poderes más que el reflejo de sangre-

Eso se había mantenido presente en mi cabeza en el momento en el que el cielo se nublo así que solo quedaba esperar no encontrarnos en un enfrentamiento abierto contra un demonio y en caso de toparnos con uno, esperaba que mis habilidades estuvieran a la altura. Estaba dispuesto a seguir vigilando hasta que escuche un llanto proveniente del bosque que estaba cerca de la casa, sabía que no podía abandonar mi puesto, pero también sabía que no podía dejar a su suerte a una persona, esta vez no iba a dejar que algo le pasara a otra persona si yo podía hacer algo para evitarlo.

Me levante del escalón del pórtico antes de comenzar a caminar hacía al bosque, el lodo se adhería a mis botas mientras más avanzaba en dirección al llanto. Seguí caminando por un rato hasta que me encontré a un niño de aproximadamente seis años escondido dentro de un tronco hueco para refugiarse de la lluvia.

-¿Estas bien niño?- le pregunto mientras me pongo en cuclillas para poder ver dentro del tronco

-Estoy perdido- solloza- Mi pelota rodo hacia el bosque y vine a buscarla- hace una pausa antes de limpiarse un poco los mocos- La busque por minutos y antes de darme cuenta me había perdido-

-No te preocupes- le digo tratando de calmarlo- Te llevare a casa-

Extiendo mi mano hacia él con la esperanza de que la tomara para poder llevarlo a casa y poder regresar a la casa de Thomas antes de que se dieran cuenta de que me había ido.

-No puedo salir a la lluvia, me enfermo muy fácil-

-No hay problema- le contesto

Dejo de extender mi mano para quitarme el abrigo y colocarlo cerca de la entrada del tronco así de esta manera cuando el niño salió del tronco, termine de colocarle el abrigo para evitar que se mojara. Una vez hecho esto lo tome de la mano para empezar a caminar devuelta al distrito, durante el camino trataba de cubrirme como podía de la lluvia con mi brazo al mismo tiempo que trataba de cubrir al niño un poco más. Tras caminar un rato por el camino que tome antes de venir terminamos llegando de vuelta al distrito, en cuanto llegamos le pregunte donde vivía a lo que él me dijo que no estaba muy lejos de la casa vieja y abandonada.

Quería suponer que al decir casa vieja y abandonada se refería a la casa de Thomas, eso me alegro un poco ya que me facilitaría ir a dejarlo y volver antes de que se dieran cuenta de que me había ido. Camine nuevamente con él siguiendo sus indicaciones para poder llegar a su casa, tras caminar otro rato bajo la lluvia terminamos llegando a una casa de ladrillo pintada de blanco con dos ventanas cerca de la puerta de madera y un enorme patio que separaba la casa de la banqueta.

-Es aquí- me indica el niño mientras se tapa más con mi abrigo

-Entonces entremos- le respondo- Seguro tus padres están preocupados-

Nos adentramos en el patio hasta que llegamos a la puerta, donde di unos leves golpes para llamar la atención de los propietarios con la esperanza de que se encontraran adentro. A los pocos segundos de haber tocado la puerta salió una mujer de cabello rubio y ojos cafés vistiendo con un pantalón holgado junto con una camisa verde, misma mujer que al vernos abrazo al niño sin importarle que aun estuviera cubierto por mi abrigo mojado.

Humanidad demoniaca (primer presagio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora