Habiendo pasado dos semanas y media tras lo ocurrido, Anne aún no conseguía quitarse de la cabeza aquella espantosa imagen de su hermana cayendo por el barranco, y el grito, ese grito ensordecedor que hizo eco durante la caída. No podía desprenderse de aquel sentimiento tan doloroso y extraño, como si la hubiera perdido y ya no estuviese con ellos. Apoyada en la puerta del cuarto de Estelle, observó a su hermana, y se preguntó desde cuándo sentía tanto amor por sus hermanos. Ella nunca había sido de esas personas que no se despegaban de sus hermanos ni por un segundo, pasaba tiempo con ellos, pero solo lo justo. Antes sabía que los quería, pero después de que sus vidas dieran un vuelco, se dio cuenta de que los amaba tantísimo, que no dudaría en defenderlos hasta con propia su vida.
Se apartó de la puerta y se acercó a su hermana. Tumbada boca abajo en el suelo dibujaba un cisne, ajena a la mirada de su hermana. Para su corta edad lo hacía bastante bien. En los días anteriores, había querido hablar con ella sobre lo acontecido en el bosque Epping, pero cada vez que le preguntaba, su hermana insistía en que no se acordaba de nada. No recordaba haber estado en un bosque ardiendo, ni recordaba que su hermano estaba herido. Suspiró. Aun así, debía intentarlo una vez más.
—Estelle, quiero hablar contigo sobre lo que pasó el otro día.
—No quiero volver a hacerlo.
—¿Hacer el qué?
No contestó, siguió dibujando tranquilamente. Necesitaba saber qué le había ocurrido exactamente en aquel bosque, y cómo se habían trasladado hasta allí. Pudiera ser que algo de lo que le dijese le diera pistas para averiguarlo.
—Yo sólo quiero saber cómo llegaste allí.
Callada, Estelle no dejó de dibujar. Anne suspiró y se tumbó en la cama boca arriba con las piernas dobladas y fuera de la cama. No parecía querer colaborar.
—Por favor —pidió Anne.
Nada. Parecía que se había vuelto sorda. Estuvo esperando durante diez minutos más por si quizás hablase. No obstante, ella seguía mostrándose reacia. Pudiese ser que ella tuviera información relevante que determinara quién era su enemigo y quién no. Pero justo cuando Anne se había incorporado para salir de la habitación, Estelle soltó el lápiz.
—Un niño me pidió que jugara con él. Me llevó a la parte de atrás. Había un arbusto y por ahí entramos al bosque.
—¿Un niño de tu edad?
—No, un niño grande, como Max.
Anne no quiso presionarla con más preguntas temiendo que no le contara nada más. Así que se sentó en la cama, guardó silencio y esperó. Estelle se incorporó del suelo y se cruzó de piernas mirando a Anne.
—No quiero volver a jugar a ese juego, es peligroso.
Anne asintió, observándola. Se giró y recogió del suelo el folio, contemplando su dibujo, pasó sus pequeños dedos por cada línea como si estuviera leyendo un mensaje oculto, se paró en un punto determinado, cogió la goma y borró la imperfección que había detectado. El pico del cisne estaba un poco torcido y parecía más bien una manoletina vieja.
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Unidos
Mystery / Thriller"Estaremos unidos siempre, pase lo que pase, pese a la distancia" [BORRADOR] Tras la mudanza a un nuevo país, la vida de los hermanos Brown da un cambio radical en comparación a su monótona vida de antes. De manera involuntaria, los Brown se adentra...