Capítulo 6

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Anne estaba metiendo las cosas en la mochila cuando el timbre sonó. Miró el reloj y vio que eran las 14:05, sonrió y bajó corriendo las escaleras. Cuando miró por la mirilla, abrió la puerta.

- Vaya, sí que eres puntual – dijo sonriendo Anne.

- Ya te lo dije. Bueno ¿estáis ya listos?

Apareció Max con una bandolera, guardó el casete, cerró la cremallera y se puso la gorra.

- Bueno, vámonos.

Durante el camino, todos permanecieron callados, el silencio a veces lo necesitaba Anne, vivir en una familia de cinco miembros era muy ruidoso, sobre todo cuando tienes una hermana menor, pero en aquel momento le resultó tremendamente incómodo por la presencia de John. Lo que Anne hizo fue ponerse a pensar para mantener la mente ocupada y asimismo no percibir ese silencio.

Cuando llegaron al edificio, Max le dijo a John que no dijera nada hasta que le presentara a Andrew.

Llamaron a la puerta del despacho de Andrew. John permaneció detrás de ellos. Al cabo de unos segundos se escuchó un "pasad". Max abrió la puerta y cuando los otros dos entraron la cerró.

La oficina estaba un poco oscura, el escritorio estaba totalmente ordenado. Debido a la escasa luz que había en la estancia apenas pudieron vislumbrar a Andrew, quien estaba de pie junto a la ventana con las cortinas corridas, un haz de luz entraba por el centro de unión de las dos cortinas. Al cabo de un rato, probablemente, un par de minutos, que le parecieron infinitos a los chicos, Andrew descorrió las cortinas y se sentó en la silla sin mirarles. La luz repentina les cegó los ojos. Andrew levantó la vista y fue mirando rostro por rostro hasta que se encontró con el de de John.

- Y ¿Tú quién eres? – preguntó señalándole con el dedo índice.

- Me llamo John, soy amigo de Max y de su hermana y ...- John se calló porque Andrew había levantado la mano.

- No hables tanto muchacho, si has venido para acompañarles, es mejor que permanezcas callado. Y otra cosa, tendrás que sobreentender algunas cosas, ya que no perderé el tiempo contándotelas.

- Antes que nada, queríamos enseñarte algo importante – dijo Anne entregándole el casete.

Andrew cogió el casete y lo introdujo en el reproductor de vídeo. Lo ocurrido aquel día de cumpleaños de Anne se reprodujo. Andrew no parecía estar sorprendido ni lo más mínimo. En cambio, John sí estaba bastante sorprendido e incluso un poco aterrado, puesto que no había visto el vídeo antes, es cierto que se lo había contado Max, pero obviamente, no era lo mismo que verlo con tus propios ojos. Cuando el vídeo se terminó, le volvió a dar al play para volver a verlo. Luego volvió a verlo varias veces hasta que los chicos se aburrieron. Cuando vio el vídeo por la duodécima vez lo pausó en el momento cuando Anne decía que pararan aquella broma pesada.

Aparecía una sombra demasiado oscura muy cerca de Anne, apenas salía por unos segundos en el vídeo, algo fugaz.

- Ahí, eso es lo que buscaba – susurró Andrew.

- ¿Qué es eso? – preguntó John.

- Una sombra, pero me parece demasiado pequeña para ser la de Nunfu. – dijo rascándose la barbilla.

Estuvo observando la escena varios minutos y luego le dio al play y esperó a que el vídeo terminase y luego sacó el casete. Sacó un post-it , escribió algo en el, lo pegó en la parte delantera del casete. Luego lo guardó en un cajón del escritorio y cerró éste con una llave pequeña.

- Me lo quedaré para seguir investigando, además estará a salvo aquí.

Los chicos permanecieron sentados esperando a que Andrew les contara algo o hiciera algo. Pero Anne interrumpió ese silencio.

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