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Una semana más pudo soportar el comportamiento de su hijo hasta que decidió que ya no podía más. No le tomó mucho tiempo descubrir dónde vivía Hyungwon gracias a los documentos de la universidad y algunos indicios que había dejado por ahí.

En ese momento se encontraba preparándose para ir a la ciudad donde estaba Hyungwon, claro, hubiera sido más fácil llamarlo por el celular y conversar con él pero primero no tenía el número de celular, segundo sabía que si lo llamaba probablemente el chico le iba a colgar ya que seguramente lo último que quería en ese momento es hablar con ella. Así que decidió ir hasta su casa donde no tendría escapatoria más que escucharla hablar, y de paso podría visitar a su hermana quien vivía en esa ciudad, la misma con la que Hoseok estuvo viviendo los últimos años.

Sabía que Wonho amaba a su tía como a una madre también y aunque se avergonzaba de sí misma, sentía que esa mujer era la persona que más conocía a su hijo y no ella, por lo que sabía que necesitaba hablar con ella y pedirle un par de consejos para tratar de restaurar la relación con su propio hijo. Y así fue como después de ponerse un poco al día con su hermana y hablar un poco de todo el tema, se dio una ducha y se cambió de ropa, y por la tarde decidió ir a lo que vino, hablar y convencer a Hyungwon a que hablara con Hoseok, porque esa situación ya no podía seguir así.

Al llegar al humilde barrio, bajó de taxi y observó la pequeña pero bonita casa, acomodando un poco sus ondulados cabellos caminó hasta donde estaba el timbre y presionó el botón para después esperar a que estuviera alguien en casa.

— ¿Otra vez volviste a olvidar las llaves Hyungwon? —se escuchó la voz de una mujer desde dentro— Ya van siendo como tres veces en menos de dos semanas que... —cuando la puerta se abrió, la señora guardó silencio inmediatamente.

Quien abrió la puerta no era el chico que esperaba que fuera, era una señora más o menos de su edad quien supuso inmediatamente que era la madre de Hyungwon.

La madre de Hyungwon se quedó observando a la mujer que tenía delante. Quien estaba frente a ella era una señora muy guapa y elegante, ese rostro... Sentía que había visto ese rostro en algún lugar pero no lo recordaba en ese momento.

— Hola, mucho gusto soy la mamá de Hoseok y estoy buscando a Hyungwon. Usted debe ser su mamá, son muy parecidos —la señora guapa sonrió.

Bueno ahora recordaba donde había visto ese rostro, Hyungwon en algún momento le había enseñado una foto, pero eso era lo de menos. Lo que le importaba en ese momento era el qué hacía esa señora en su casa queriendo hablar con su hijo después de haberlo tratado tan mal. Si de nuevo pensaba venir a intimidar a su hijo era mejor que lo pensará dos veces, porque ahora si podía defenderlo.

— Hyungwon no se encuentra en este momento y aunque lo estuviera no creo que quiera hablar con usted, ¿acaso ha olvidado todo lo que ha pasado en su casa? —soltó sin tapujos.

Por más que quería insultarla y empujarla a la calle y gritarle para que se fuera, no lo hizo, simplemente porque era una mujer adulta y bien reconocida en el barrio como alguien decente, lo que menos quería era crear una escena delante de sus vecinos y causar más problemas entre ambos chicos.

— De hecho vine por eso, necesito pedirle disculpas. —comentó apenada— Le pido disculpas a usted también, probablemente me detesta, lo siento.

La señora Chae suspiró profundamente reteniendo sus palabras una vez más.

— Sinceramente lo menos que quería ver hoy era su rostro pero ya que esta aqui, pase, puede esperarlo en la sala ya que salió con unos amigos. —abrió la puerta de mala gana y dejó que la mujer pasara— pero si Hyungwon no quiere hablar con usted se va de mi casa inmediatamente, ¿me entiende?

Sarang [Hyungwonho] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora