• 20 •

418 72 9
                                    

Los días habían sido un poco más llevaderos para Hyungwon después de haberle dicho la verdad a su madre. Después de todo, sacar del pecho las espinas que nos lastiman es el primer paso para curarnos, así que eventualmente con el paso de los días, pudo relajarse un poco más, y ya que su madre le había dado un nuevo celular, aunque no fuera el más reciente, pudo comunicarse mejor con Wonho, y también con sus amigos de la secundaria a quienes no veía hace mucho.

Las pláticas con Wonho habían mejorado mucho desde la última vez, aunque siempre había algo que dolía, en el fondo seguían siendo aquella pareja enamoradiza que buscaba una solución para poder continuar con su relación de manera que ambos se sintieran cómodos y felices, pero todavía no había una resolución definitiva.

Las vacaciones no eran tan largas como para que Hyungwon se tomara el tiempo a la ligera y se olvidara de buscar soluciones, pero debido a que había tenido una mejor compañía en los últimos días, se había sentido más tranquilo y estaba pensando con la cabeza fría, decidiendo si sería mejor esperar un poco más o no.

Contrario al chico tímido que fue en la secundaria, en esas vacaciones pudo ser un poco más extrovertido y se atrevió a hacer cosas que antes no tenía la valentía de hacer. Por ejemplo, salir en grupo a dar paseos, o ir a lugares más concurridos. Incluso el hecho de salir sin Hoseok ya era un gran paso para él, sin embargo debía admitir que no le gustaba.

Cada tanto le escribía para saber acerca de cómo iba el día del mayor, para enviarle fotos suyas y comunicarle que estaba bien, y a veces, cuando sentía que no podía retenerlo más, le decía lo mucho que lo extrañaba y lo mucho que lo quería.

Wonho siempre respondió a eso diciendo que él también estaba ansioso por verlo, que quería que regresara pronto y que aún así, se tomara su tiempo. Haciendo parecer aquella ida como si se tratara simplemente de un tranquilo Hyungwon estando de vacaciones en casa de su madre, aunque ambos sabían que esa no era precisamente la situación.

Sin embargo, por muy tranquilo que luciera todo, había una persona que no estaba nada feliz.

Wonho no decía absolutamente nada a Hyungwon respecto a cómo iba su vida, y cuando se lo preguntaba siempre respondía con mil cosas, asegurando que todo estaba genial, que durante el día había hecho alguna actividad divertida como nadar o hacer senderismo.

Pero la verdad era distinta.

Después de que Hyungwon se fue, Wonho pareció haber cambiado radicalmente.

Aquel chico dulce, el orgullo de mamá y papá parecía haberse esfumado de la faz de la tierra. Wonho nunca estaba en casa, sus padres ni siquiera sabían donde estaba la mayor parte del día y aunque trataran de localizarlo o se lo preguntaran cuando volviera, él ni siquiera los miraba. Si acaso, saludaba a su padre con respeto o se disculpaba de vez en cuando, pero nada más.

Era más que notorio que la estaba pasando mal. Su ojeras y su notable pérdida de peso le hacían ver a más de uno que su vida estaba siendo un caos.

— Oye muchacho, si vuelves a llegar tarde tendré que despedirte y contratar a alguien que si quiera trabajar. —dijo el señor dueño del café donde Wonho había estado trabajando arduamente las últimas semanas.

Definitivamente su vida había cambiado.

— Por favor no, le prometo que no se volverá a repetir —respondió haciendo una reverencia aunque ni siquiera tenía ganas de poner una excusa del porqué había llegado tarde.

Tener dos trabajos era bastante difícil, o más bien, ser responsable y un destacado empleado en ambos, lo era.

La razón por la que trabajaba es porque quería juntar el dinero suficiente para poder alquilar un apartamento en donde poder vivir tranquilamente con su Hyungwonnie, a pesar de que eso significara posponer sus estudios.

Él sabía que si hablaba con su padre, él no se negaría a ayudarlo a encontrar uno, pero si eso pasaba, su mamá se enteraría e intentaría interferir para que no se fuera de casa, como la primera vez que lo intentó. Quería demostrarle a su madre principalmente que él no tenía que depender de ellos para conseguir algo.

Estaba harto de escuchar cosas acerca de su persona, de cómo debería ser, qué debería hacer o con quien debería juntarse.

Cuando era más joven obedecía a ese tipo de cosas sin rechistar, diciéndose internamente que todo eso estaba bien. Pero tan pronto como exploró otros horizontes se dio cuenta que habían personas que vivían su vida tranquilamente, y eran más felices de lo que él había sido en mucho tiempo.

Debía admitirlo, sentía mucha envidia de Hyungwon en su momento.

Era un chico despreocupado que aunque sólo tenía a su madre por cosas del destino, era muy amado y mimado. En sus clases no llevaba notas excelentes e incluso se dormía tan pacíficamente en clases, pero aún así se graduó sin problemas. Incluso era así de hermoso que conquistó su corazón sin precedentes.

Y luego estaba él. Viviendo una vida entera de presión por siempre tener que ser el mejor, por tener una buena apariencia, buenos modales y en general buscar siempre resaltar en todo, pero él no quería eso. Simplemente quería ser un chico universitario que rentara un apartamento pequeño junto a su novio, no un ejemplo a seguir que estuviera en el foco de cientos de personas, ¿Acaso eso era pedir mucho?

Sabía que Hyungwon tendría que volver en cualquier momento a la ciudad, en cuanto terminaran sus vacaciones y las clases volvieran a comenzar, también sabía que no iba a querer volver a vivir con él por lo ocurrido, así que la primera noche que durmió en aquella cama vacía, se prometió a sí mismo que para cuando Hyungwon volviera, él ya tendría las llaves de ese apartamento en su mano.

— Hoseok deja de soñar despierto y apúrate en atender las mesas —le dijo uno de sus compañeros de trabajo, golpeando suavemente su brazo con el codo y regalándole una sonrisa de buenas vibras que Wonho aceptó agradecido, ya que últimamente habían pocas cosas que lo animaran.

El resto del día estuvo atendiendo mesas y aguantando los regaños de su jefe, siempre fue alguien muy pasivo y no se enfadaba al recibir regaños, pero en los últimos días su nivel de paciencia estaba al límite. Afortunadamente y gracias al cielo que su horario terminó en el momento adecuado y pudo ir a casa sin tener que insultar a su jefe.

Al llegar, como era de esperarse, su madre estaba sentada en el sofá esperándolo como todos los días, pidiéndo explicaciones que no estaba dispuesto a darle. Como si no la hubiera visto o escuchado, pasó a su lado sin prestar atención lo que dijera y subió las escaleras rápidamente para no tener que soportar sus gritos por mucho tiempo y también porque estaba realmente cansado.

Su cuerpo entero se sentía adolorido después de haber trabajado todo el día, sin embargo antes de meterse a la ducha para refrescarse, cenar lo que compró y dormirse, se detuvo a revisar su celular, en el cual se encontró varios mensajes de su bonito novio, además de algunas fotos como todos los días.

Al parecer ese día se había quedado en casa porque en la ciudad donde estaba había llovido, y con el clima así él prefería ver un largo maratón de películas y dormir, por lo que era normal que en las fotos apareciera con el cabello despeinado y un cálido pijama.

Tocando la pantalla soltó un fuerte suspiro.

Lo  único quería en ese momento era una ducha y a su lindo Hyungwon en la cama para abrazarlo y darle mimos. Poder dormir juntitos y hablar de mil tonterías, pero no tenía nada de eso. Lo único que podía hacer era acariciar la pantalla del celular imaginando que podía tocar su suave rostro.

Aunque por un momento sintió que la tristeza lo estaba empezando a agobiar, después de una larga ducha se sintió mejor, cenó la comida que trajo de la cafetería, se acostó en su cama y sacó su celular volviendo a mirar la foto de su novio. En la foto él estaba acostado simplemente mirando la camara, pero de igual manera se veía super lindo y adorable de esa forma.

En la descripción de la foto decía un “Buenas Noches” adornado junto a un corazoncito y un gatito, y así, después de admirar la foto por unos minutos respondió el mensaje con un “Buenas noches mi amor”, y se durmió.

Estaba tranquilo, porque sabía que no importaba cómo, ellos volverían a ser felices, aunque tuviera que pasar por muchas cosas.

Si era por él, entonces valdría la pena.

Sarang [Hyungwonho] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora