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Después de escuchar aquellas palabras se sentía destrozado y ya no quería estar en esa fiesta, quería volver a casa, a casa donde estaba su mamá porque ella siempre fue su única mejor amiga y la necesitaba tanto en esos momentos que de solo pensar que estaba a kilómetros de distancia hizo que más lágrimas rodaran por sus mejillas. Desde el primer momento no se sentía aceptado por parte de su suegra, desde la primera mirada que le dio se sintió incomodo pero no quería darle mucha importancia ya que pensó que era cosa de él, pero a medida que iba a pasando más tiempo con ella, las indirectas eran cada vez más difíciles de ignorar, él intentó cambiar, tanto su imagen como su comportamiento para ser aceptado, pero al parecer no funcionó.

Ya que era consciente de que no podía regresar a casa él solo porque realmente no conocía nada en esa ciudad, decidió que lo mejor sería esconderse de todos hasta que la fiesta se terminara, por eso entró en el baño de hombres el cuál para su suerte estaba vacío, y apoyo ambas manos encima del lavabo mirando hacia el espejo, mirando su rostro, sus ojos que estaban más hinchados de lo normal y se encontraban rojos, su cabello algo despeinado probablemente por salir corriendo, mientras se autoexaminaba, vio a través del espejo que la puerta se habría para dejar ver a un agitado Wonho que suspiro de alivio al encontrarlo, parecía que lo había buscado por todas partes.

Hyungwon se dio la vuelta lentamente y ambos se quedaron mirando por unos segundos hasta que Wonho habló.

— Lo siento mucho, ella no sabe lo que dice. —soltó sin rodeos.

El labio de Hyungwon tembló y bajó la cabeza. Wonho no podía soportar verlo de esa manera, así que se acercó rápidamente hacia él para poder envolverlo en sus brazos. Su Hyungwon era un chico muy especial, era demasiado sensible, le dolía mucho que estuviera así.
Hyungwon se aferró en su abrazo y lloró, necesitaba desahogarse y Wonho era la única persona con la que podía hacerlo.

Wonho lo consoló susurrándole cosas bonitas en su oído y dejaba uno que otro beso en su cabello mientras acariciaba su espalda.

— Wonho... —murmuró con la voz ronca— quiero irme, no quiero estar más aquí por favor...

Wonho lo separó de su abrazo y tomó sus mejillas que estaban húmedas y con sus pulgares limpió el rastro que habían dejado las lágrimas en su hermoso rostro.

— Claro, voy a buscar mi coche y nos vamos. —beso su frente— tranquilo, ya no llores me duele mucho verte así por mi culpa.

Hyungwon asintió y se separó completamente del abrazo y se dio la vuelta mirando hacia el espejo.

— Ve a preparar tu auto, yo voy enseguida. —respondió sin ánimos.

Aunque el mayor no quería dejarlo solo no se opuso, pensó que quería lavarse la cara y después salir, así que lo dejó.

Cuando vio que Wonho por fin salió por la puerta abrió el grifo y se lavó la cara para sacar cualquier rastro de lágrimas, después volvió a mirarse en el espejo y se dio cuenta que sus ojos seguían rojos e inchados, soltó un suspiro y decidió salir de ahí, esperaba no encontrarse con nadie.

Al salir de ahí sin querer chocó con alguien que al parecer tampoco lo vio, inmediatamente se disculpó.

— Lo siento, lo siento... —dijo para después irse pero una mano se posó en su hombro.

— ¿Hyungwon? —El mencionado levantó la cabeza al escuchar su nombre y se encontró con la mirada preocupada de su suegro— Ey ¿Qué sucede? ¿Por qué llevas tanta prisa? ¿Pasó algo?

Hyungwon no quería arruinar la fiesta y tampoco quería darle explicaciones por lo que simplemente negó con su cabeza a todas las preguntas y se fue rápidamente hacia donde estaba la salida, ya cuando el estuvo afuera vio a Wonho llegar con el auto, así que no perdió más tiempo y entró.

Sarang [Hyungwonho] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora